Palestina: Memoria, Paz y Justicia

Desde sus orígenes el movimiento de regeneración nacional puso en claro que el arribo al poder no se trataba de un hecho de suplir un gobierno con otro. Por el Bien de Todos Primero los Pobres es la bandera que nos guía. Por eso se trabaja con ahínco en un Estado del bienestar social con programas que llegaron para quedarse por que son indispensables para terminar con la desigualdad.

Si bien el progreso material de quienes menos tienen es innegociable, también es cierto que hay un elemento obligado: la revolución de las conciencias, lo que implica un proceso educativo, entendido este desde su más amplío sentido: formar las conciencias para que México rinda honor a su tradición humanista y libertaria.

La Nueva Escuela Mexicana subraya la necesidad de un pensamiento crítico y decolonial, pero a su vez la educación no formal es fundamental. Por ejemplo, el acertado trabajo del Fondo de Cultura Económica, dirigido por el reconocido Paco Ignacio Taibo II. La selección plural de textos, acompañada de estrategias de fomento a la lectura que han logrado llegar a todas las personas.

La colección “Vientos del Pueblo” en un formato amigable y con una selección impecable logra acercar a la lectura y la reflexión colectivas. Los temas son variados, desde clásicos de la literatura, textos para reflexionar sobre nuestra identidad y obras para conocer la riqueza de otras culturas.

En esta ocasión les comparto mi lectura de “Contra el apagón. Voces de Gaza durante el genocidio” en el texto se da voz a las víctimas de los bombardeos en la injusta agresión contra la sociedad palestina. Mujeres y hombres que narran la zozobra de saberse vulnerables, preludio de la desgracia y réquiem. Entre sus páginas encontramos testimonios desgarradores. Toca dar el crédito al gran trabajo realizado por Shadi Rohana en la compilación y traducción y de Marcela Landazábal Mora en las ilustraciones.

La literatura es el gran mecanismo para sensibilizarnos de los dramas de la historia. En este caso la contemporánea. Comparto un par de testimonios como ejemplo. El primero es de Hiba Abu Nada, he aquí uno de sus versos:

Mientras los pequeños duermen

Como duermen los polluelos

Abarazados en el nido

Te protejo.

no caminan ellos hacia el sueño:

es la muerte quién los conduce

de noche hacia su morada.

Las lágrimas de las madres.

En estas líneas salta el recuerdo de la poesía del gran Miguel Hernández que en sus versos dejó testimonio de la postura valiente y sensible ante la cerrazón del fascismo. La lectura de Abu Nada se vuelve más intensa cuando nos informan que “Murió durante un bombardeo israelí, junto con su familia ,  el 20 de octubre de 2023” Sus palabras entonces trascienden el tiempo y el espacio.

Manal Miqdad es una poeta e ingeniera. Ante el bombardeo contra Gaza en junio-julio de 2014, dejó constancia:

En esta hora oscura,

dentro del vientre de una guerra,

el tiempo pasa y no pasa.

No encuentro, por delante, ningún cuento

para contarles a mis hijos.

y en honor de separar el pasado

del porvenir.

Tampoco detrás lo encuentro.

“Érase una vez” ya es un cementerio.

Con este verso se pone énfasis en las infancias y el drama de no conocer otro futuro que el de la guerra. Frente a la desolación la memoria, frente a la muerte la fraternidad que edifica la esperanza. Justo es decir que lo mismo en Israel que en la franja de Gaza hay movimientos civiles de personas que claman por la paz, la armonía y el respeto de los derechos humanos. Los grandes medios ponen el énfasis en el encono. Pero las voces dentro y fuera de la zona de conflicto que hablan de entendimiento y del reconocimiento soberano y autónomo del pueblo Palestino van en aumento. Que sean estos testimonios literarios el germen para un humanismo que trascienda al odio. En un mundo que en ocasiones parece fatalmente fracturado, es la poesía que nos enlaza y nos da elementos para enaltecer la política.