Threads vs Twitter

El 5 de julio pasado, se presentó Threads, una aplicación desarrollada por META, un conglomerado que abarca diversas plataformas y redes sociales como WhatsApp, Facebook e Instagram, entre otras. Sin embargo, lo que distingue a esta nueva aplicación es su enfoque en el intercambio de texto, lo que la convierte en una competencia directa para la reconocida plataforma Twitter. Threads está específicamente diseñada para brindar una experiencia centrada en la comunicación escrita, lo que la diferencia de otras aplicaciones del mismo conglomerado y resalta su intención de rivalizar con Twitter.

Por otro lado, Threads ha dejado una impresión sorprendente, ya que logró alcanzar los 100 millones de usuarios en tan solo 5 días, estableciendo récords en el proceso. Incluso ha superado en crecimiento a aplicaciones populares como ChatGPT o TikTok, que se destacaron por su rápido aumento de usuarios en poco tiempo; el primero lo logró en casi dos meses y el segundo en nueve, mientras que Twitter tardó entre cuatro y cinco años en alcanzar una cifra similar, lo que resalta aún más el impacto inicial de Threads en el panorama de las aplicaciones de redes sociales.

Este éxito se debe en gran medida a la enorme base de usuarios con la que META ya cuenta, cercana a los 3 mil millones. En contraste, Twitter, fundado en 2006, experimentó un crecimiento prácticamente desde cero.

En sus primeros días, Twitter se consideraba principalmente un servicio de microblogging, donde los usuarios compartían actualizaciones cortas sobre sus vidas o pensamientos. Sin embargo, con el tiempo evolucionó hacia una plataforma de comunicación e información en tiempo real. Esta transformación le permitió ganar rápidamente popularidad y convertirse en una herramienta importante para la cobertura de eventos en vivo, noticias de última hora, política, entretenimiento y conversaciones en línea.

Twitter también se destacó por que introdujo el concepto de los hashtags, que son palabras o frases precedidas por el símbolo "#" y se utilizan para agrupar los tweets relacionados con un tema específico. Los hashtags se convirtieron en una forma popular de descubrir contenido y participar en conversaciones temáticas, así como de identificar tendencias. Cosas como estas son con las que aún no cuenta la nueva aplicación de Meta, que sin duda se irá definiendo próximamente en la medida que más usuarios participen en ella y se vayan definiendo con mayor claridad la naturaleza de las interacciones.

Además, a lo largo del tiempo, Twitter ha enfrentado diversos desafíos, entre ellos: el acoso en línea, la difusión de noticias falsas y la moderación de contenido. La empresa ha tomado medidas para abordar estos problemas, como la implementación de la posibilidad de denunciar y bloquear usuarios. También, ha trabajado en estrecha colaboración con organizaciones y expertos para mejorar la seguridad y la calidad de la plataforma.

Aunado a esto, en los últimos años, Twitter también ha tenido que lidiar con un creciente número de bots, es decir, miles y miles de cuentas falsas y automatizadas que a menudo son utilizadas con fines publicitarios o para promover intereses comerciales o políticos. Esto ha generado dudas sobre la verdadera cantidad de usuarios reales en la plataforma y las intenciones detrás de dichos bots, que en más de una ocasión se han utilizado para respaldar ciertas agendas y denostar a otras.

Un ejemplo notable de esto es el cambio en el discurso dominante en Twitter a lo largo del tiempo. Aunque inicialmente se consideraba como una plataforma que fomentaba la libertad de expresión, durante un tiempo el discurso "woke" tuvo una fuerte presencia entre los directivos de Twitter. Esta situación llevó al cierre de cuentas de figuras prominentes como el expresidente Donald Trump o el rapero Kayne West, acusados de incitar a la violencia. Sin embargo, bajo la administración de Musk, se han revertido algunas de estas sanciones, lo que ha resultado en un aumento de tribus políticas de derecha y ultra derecha en la plataforma. Estas comunidades abiertamente expresan discursos de odio y se oponen a los derechos de las minorías y la diversidad, por lo que esta evolución ha generado polémica en torno a los límites de la libertad de expresión en la plataforma y plantea la necesidad de un equilibrio entre la libertad de expresión y la protección contra discursos dañinos.

Por otro lado, no es sorprendente que Twitter haya experimentado una disminución en el número de usuarios reales debido a las políticas implementadas por su nuevo CEO, Elon Musk, quien ha decidido establecer límites de visualizaciones para aquellas cuentas que no pagan una membresía, lo que ha sido recibido negativamente por los usuarios y ha generado cierta frustración.

Estas medidas han sido ampliamente criticadas, ya que se perciben como un obstáculo para acceder y disfrutar plenamente de la plataforma sin restricciones económicas. La imposición de límites de visualizaciones ha llevado a una disminución en la participación y ha afectado la satisfacción de los usuarios.

Por otra parte, la interfaz de Threads presenta similitudes significativas con el antiguo diseño de Twitter, con un enfoque en funciones simples pero efectivas y necesarias. Su sorprendente nivel de intuitividad ha generado sospechas entre los directivos actuales de Twitter, quienes especulan que Mark Zuckerberg podría haber contratado a personas que trabajaron en Twitter antes de la llegada del nuevo CEO, lo que explicaría las similitudes observadas.

El diseño minimalista de Threads resalta la importancia de las funciones esenciales y permite una experiencia de usuario más directa y sin distracciones. Esta apuesta por la simplicidad y la eficacia ha sido bien recibida por los usuarios que aprecian una interfaz clara y fácil de usar.

Sin embargo, las similitudes entre Threads y Twitter plantean interrogantes sobre las dinámicas de competencia y la transferencia de conocimientos entre las principales plataformas de redes sociales, aunque las especulaciones sobre la contratación de antiguos empleados de Twitter por parte de Mark Zuckerberg son solo especulaciones hasta el momento, la familiaridad en la interfaz puede sugerir una influencia cruzada en el diseño y las funcionalidades entre las plataformas líderes.

Estas acusaciones se suman al hecho de que Zuckerberg y Musk han protagonizado varios desencuentros en redes sociales en diferentes ocasiones, incluso se ha especulado sobre una supuesta pelea tipo UFC pendiente entre ellos. Sin embargo, la rivalidad entre ambos ha alcanzado otro nivel tras la aparición de Threads. Ahora, no solo se trata de una cuestión personal, sino también de una competencia en el ámbito empresarial, por lo que parece haber surgido una disputa por ver quién ostenta el ego más grande y quién lidera en el campo de las redes sociales.

Las confrontaciones públicas entre Zuckerberg y Musk han generado un gran interés en la comunidad en línea y han impulsado el debate sobre el papel de los líderes tecnológicos en el mundo digital. Lo que comenzó como una rivalidad personal ha evolucionado hacia una competencia empresarial, sin embargo, Threads no sólo se presenta como una alternativa tecnológica a Twitter, sino también ideológica, donde la primera hasta cierto punto se enorgullece de su discurso nuevo, optimista y menos tóxico, pero que algunos podrían interpretar como algo cursi o incluso una extensión de la superficialidad que se encuentra en Instagram.

Por otro lado, Twitter nos ofrece una realidad más cruda y nihilista. Se jacta de ser realista y abierto, a pesar de las amplias y polarizantes discrepancias sociales que esto conlleva. Estas diferencias de enfoque crean un contraste entre las plataformas y plantean preguntas sobre la naturaleza de la comunicación en línea. Estos contrastes reflejan la diversidad y la complejidad del mundo digital. Mientras que Threads y Twitter representan distintas visiones y experiencias, también nos desafían a examinar críticamente cómo nos comunicamos y cómo las plataformas tecnológicas pueden influir en nuestras perspectivas y en la sociedad en su conjunto., por lo que el debate continuo sobre estos temas es esencial para lograr un entorno en línea más saludable y constructivo.