• SPR Informa
  • SPR Informa
  • SPR Informa
  • SPR Informa
  • SPR Informa
  • https://www.sprinforma.mx/noticia/la-coexistencia-entre-estados-unidos-y-china-el-impacto-de-la-tecnologia-digital
  • 21 Jun 2023
  • 17:06
  • SPR Informa 6 min

La coexistencia entre Estados Unidos y China; el impacto de la tecnología digital

La coexistencia entre Estados Unidos y China; el impacto de la tecnología digital

Por Ernesto Ángeles .

A raíz del conflicto internacional en Ucrania, así como a una óptica simplista, es usual que se hable del declive internacional total de Estados Unidos y el ascenso de China, como si fuera un proceso de corta duración o como si se fuera a dar un escenario de suma cero, en donde el ganador lo gana todo y el perdedor lo pierde todo; la realidad no es tan simple.

Sin embargo, en el caso de las relaciones internacionales y el amparo del armamento nuclear, una estrategia de suma cero entre potencias nucleares sería caótica para el mundo y la humanidad en general, ya que podría significar, en el peor de los casos, la destrucción mutua asegurada; además, dado el nivel de interdependencia y complementario entre China y Estados Unidos, cualquier medida drástica contra el oponente puede ejercer un daño considerable en uno mismo y en el mundo.

Esta situación es ampliamente conocida en los sectores de toma de decisión, incluyendo a Estados Unidos, motivo por el cual su política exterior ha sido tensa y hasta temeraria hacia China, aunque no se han tomado medidas demoledoras y optado por un conflicto militar abierto. Además, ambos países han mantenido diversos canales de comunicación y actividad diplomática, el más reciente fue la semana pasada cuando el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió con el presidente de China, Xi Jinping. Otra de las muestras de la complejidad de las relaciones entre estos dos países son las visitas que han mantenido algunos magnates tecnológicos estadounidenses con funcionarios en China, como el caso de la reciente visita de Bill Gates y Elon Musk a Beijing.

En medio de este escenario ambos países intentan dejar claro sus intereses y defenderlos: en el caso de Estados Unidos esto incluye la defensa de Taiwan (el mayor productor de semiconductores en el mundo), el crecimiento militar de china y su presencia en el Océano Pacífico; el desarrollo de tecnologías de punta y el establecimiento de estándares; las relaciones de China con Rusia y su interés en el mundo multipolar; así como los supuestos abusos de Derechos Humanos de China hacia minorías étnicas. Mientras que China tiene por objetivo defender la política de una sola China; aumentar su presencia geopolítica en el Océano Pacífico; generar las condiciones para un sistema multipolar más allá de Occidente y escalar su producción de tecnología de punta por medio de la innovación.

Entonces, si el mundo es un escenario en donde el juego de suma cero no aplica para potencias nucleares, pero ambos países mantienen posturas que en algunos casos son mutuamente excluyentes, ¿Existirá alguna manera de “ganar” todo (ser una potencia unipolar) sin recurrir a la destrucción mutua asegurada? ¿Es posible cooperar con una parte que tiene una perspectiva excluyente a la propia? ¿Hay alguna manera de mantener el conflicto en un nivel aceptable? ¿Cuál es el papel de la tecnología en este precario equilibrio? ¿La tecnología podría inclinar la balanza en las relaciones entre China y Estados Unidos?

La interdependencia entre Estados Unidos y China abarca diversos sectores, uno de los más importantes es el área de la tecnología, ya que mientras Estados Unidos es el actor dominante en patentes y propiedad intelectual,China tiene una capacidad industrial, manufacturera y productiva enorme; lo que implica que China es un exportador de tecnología manufacturada hacia Estados Unidos y Washington es un poseedor y creador de derechos, patentes, estándares y propiedad intelectual, lo que implica un poder enorme en la capacidad estructural y funcional del sistema digital.

Pese a que existe una relación de dependencia bastante profunda entre China y Estados Unidos, ambos países se encuentran actualmente en un proceso de desacoplamiento en diversas áreas, en donde cada una tiene su propia intensidad, profundidad y posibilidades de desacoplamiento sin generar una reacción drástica del otro bando o sin dañar profundamente los intereses propios. Aunque este proceso de desacoplamiento tiene un límite, el cual dependerá de elementos como: qué tanto Estados Unidos avance en su interés de conservar el máximo posible de su antigua hegemonía por medio de la industrialización tecnológica, la diplomacia y el gasto militar; el crecimiento y ambiciones de China (sobre todo en su éxito en la sustitución tecnológica occidental); la satisfacción o insatisfacción de ambos países ante el equilibrio de poder; así como el balance entre posibles riesgos, amenazas, pérdidas y ganancias.

Entre las estrategias que ha implementado Estados Unidos frente a China están: diversos bloqueos comerciales; bloqueos tecnológicos (especialmente relacionados a los semiconductores y la tecnología 5G); bloqueos diplomáticos; así como una reactivación masiva de su política industrial, especialmente en áreas relacionadas a la tecnología de punta como los semiconductores, inteligencia artificial y computación cuántica. En el caso de China se han establecido algunas contramedidas de bloqueo comercial y tecnológico; el aumento de la inversión en política industrial (especialmente en aquellas áreas donde se busca la autarquía tecnológica) ; así como una regulación más fuerte en áreas como las Big Tech y las finanzas.

Sin embargo, las reuniones recientes de altos funcionarios chinos y diversas personalidades políticas y económicas de Estados Unidos ponen el relieve que la cooperación es deseable, aunque mucho depende de la iniciativa Estadounidense y la posibilidad de dejar atrás sus ambiciones de hegemonía mundial; por lo que, en caso que prevalezca la razón, es posible que se desarrolle un sistema mundial al amparo de la cooperación ( y el conflicto) entre ambas potencias.

En lo que respecta al sistema digital, es probable que disminuya la libertad política en el internet mundial, un fenómeno que lleva tiempo sucediendo, en donde los empresarios tecnológicos y sus empresas han adquirido un rol político cada vez más marcado y evidente, lo que podría significar que estructuralmente el sistema digital siga “respetando” los principios de libertad de información, mientras que su funcionamiento estará enmarcado en las prácticas privadas y las decisiones de las empresas, algo que de facto beneficiaría a China y se mantendría en línea con la política exterior estadounidense de libertad de tránsito de información y expresión.

Otro aspecto importante que el sistema digital resultante de la cooperación entre China y Estados Unidos podría tener es el caso de las infraestructuras, ya que contrario al anhelo de Estados Unidos de no permitir la instalación de tecnología china en infraestructuras propias o de aliados, resulta casi imposible el detener el tránsito de datos e información, así como es económicamente poco viable debido a que los productos tecnológicos de China son más baratos; por lo que podría darse la posibilidad de permitir la instalación de tecnología china siempre que hayan centros de acreditación y  evaluación, tal como pasó en el caso de Gran Bretaña y Huawei.

Pese a ello, el contenido transitado (usualmente transacciones) entre los sistemas digitales chino y estadounidense será el que se mantenga más firme en contraposición con los elementos estructurales o estándares de interoperatividad, algo que obligará a ambos países a establecer un marco mínimo de cooperación, siempre que el proceso de desacoplamiento no finalice.

Es importante añadir que para que tal sistema pueda existir, primero es necesario el establecimiento de zonas formales de influencia política, comercial y financiera, así como zonas de influencia tecnológica; además y en general, el esclarecimiento y la aceptación de  la complementariedad en sus productos o un marco de competencia con instituciones internacionales para la auditoría tecnológica y ciberseguridad.

Sin embargo, el principal elemento será la prudencia, el humanismo y la profesionalidad política, militar y económica, ya que una mala decisión podría desencadenar una guerra en donde el mundo y la humanidad sean los perdedores.