“México no veía una protesta de jóvenes estudiantes así desde 1968”, señala una columna de opinión publicada en un diario de circulación nacional, comparando el movimiento social ocurrido en ese año con las manifestaciones estudiantiles del pasado 4 y 5 de septiembre con respecto a la discusión de la Reforma al Poder Judicial.
La columna de opinión publicada en periódico El Universal se centra en apoyar a las y los estudiantes que se han expresado contra la Reforma al Poder Judicial impulsada por el presidente de la República, pero no es la única en su tipo que propone a estas movilizaciones como parte de una nueva etapa en la vida estudiantil nacional.
Tan solo en febrero de este 2024, el historiador Enrique Krauze comparó al movimiento estudiantil de 1968 con la nombrada “Marea Rosa”, movimiento que nació para “defender” al Instituto Nacional Electoral (o los intereses de quienes lo componían y utilizaban) y terminó convirtiéndose en parte de la plataforma mediática de la entonces candidata presidencial Xóchitl Gálvez.
Además de que Krauze olvidó que la movilización realizada durante el siglo pasado fue convocada por estudiantes y buscaba que se hiciera justicia por la represión contra éstos por las políticas priistas (lo cual no es comparable), también olvidó que los medios de comunicación cubrieron de forma desequilibrada esa manifestación.
No es que no haya existido una movilización de tal magnitud desde hace casi 50 años, lo que ocurre es que los medios de comunicación comerciales se han centrado en desestimar e intentar deslegitimar a las exigencias contra grupos de poder e intereses políticos neoliberales en épocas anteriores.
El posicionamiento político estudiantil ha existido más allá de la década de los 60, prueba de ello es el movimiento estudiantil de 1986 en la Universidad Nacional Autónoma de México, contra los cambios del entonces rector Jorge Carpizo; la huelga general de 1999, contra las cuotas escolares obligatorias; las manifestaciones de 2012, como rechazo a la imposición mediática del entonces candidato priista Enrique Peña Nieto; y las movilizaciones de 2017 y 2018 contra la violencia de género en distintas universidades del país.
Usuarios de distintas redes sociales donde fue publicada esta columna hicieron un llamado a la autora a recordar cómo es que las movilizaciones estudiantiles han sido parte fundamental de la transformación de nuestro país, solo que estas no han tenido una cobertura y posicionamiento como actualmente existe paras las marchas y expresiones contra esta Reforma.
Uno de los obstáculos que estos movimientos sociales tuvieron fue precisamente la cobertura de los distintos medios de comunicación quienes se han enfocado en desestimar y deslegitimar las exigencias emitidas por estudiantes. Por ejemplo, las protestas de 1968, a las que hace alusión la columna principal de esta opinión, las cuales habían sido calificadas por medios de comunicación de la época como “comunistas” y especulaban un peligro para el país.
La huelga general de la UNAM en 1999 fue cubierta por las dos televisoras más grandes del país en ese momento con una tendencia que demeritaba la lucha social y generalizaba a las y los estudiantes como “delincuentes”, hecho que provocó incluso el cierre de la avenida Periférico, al sur de la Ciudad de México, donde se ubica la entrada principal de Tv Azteca como parte de las exigencias para que las protestas universitarias se cubrieran de manera informativa.
Actualmente, los medios de comunicación de grupos conglomerados, como las televisoras mencionadas, se han enfocado en cubrir las movilizaciones que se pronuncian contra esta modificación, imponiéndose así como parte de una estrategia de “agenda setting” y “nado sincronizado” para posicionar este tema y encaminar la opinión pública hacia un posicionamiento en concreto.
“Al mismo tiempo hay movimientos estudiantiles [a favor de la Reforma al Poder Judicial] que fueron ignorados por los medios de comunicación”, expuso el presidente López Obrador en su conferencia matutina del pasado 4 de septiembre.
Con la consigna “Poder Judicial por voto popular”, el pasado jueves trabajadores, académicos y estudiantes universitarios de distintas escuelas realizaron el cierre simbólico de la entrada principal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el Centro Histórico.
Teóricos como Joaquín Mejía Rivera, del Instituto de Estudios Constitucionales de Querétaro, han señalado un manejo desigual por parte de los medios de comunicación ligados a corporaciones empresariales con respecto a las manifestaciones relacionadas con exigencias a grupos de poder abonando a la construcción de una narrativa de amenaza, hecho que contrasta con manifestaciones pacíficas que no atentan contra el estatus quo, las cuales han sido cubiertas y calificadas “como parte importante de la expresión pública”.
Las manifestaciones a favor de la Reforma al Poder Judicial, además de realizarse en la entrada principal de la SCJN en la Ciudad de México, tuvieron lugar en Baja California, Chihuahua, Coahuila, Durango y Estado de México; hecho que se comprueba con los detonantes de la conversación en redes sociales alrededor de esta modificación y la etiqueta #ReformaJudicialYa, la cual se posicionó como tendencia con más de 63 mil publicaciones.