El control de las elecciones que buscan defender y añoran los conservadores. (Tercera parte)

Como hemos visto, el Instituto Federal Electoral (IFE) tuvo en su haber una diversidad de elecciones manchadas de fraude y sangre, y donde fue cómplice de estos actos, al no anular las mismas.

Ejemplos importantes tenemos dos; las Elecciones presidenciales del 2006 y 2012, donde en la primera, se permitió, que Felipe Calderón, fuera apoyado abiertamente, y violando la ley, por el Consejo Coordinador Empresarial, que compró tiempo en radio, televisión y prensa escrita, para difundir que el llegar otra opción a la oficialista a la presidencia, sería “Un peligro para México”, donde se permitió la campaña sucia por parte de los partidos políticos, el pronunciamiento de diputados y senadores en contra del candidato de oposición, y por supuesto la intervención, no solo del Presidente de la República Vicente Fox con más de 160 millones de dólares en publicidad en contra del candidato opositor, sino de todo su gabinete, de gobernadores y líderes de Sindicados como Elba Esther Gordillo, todos ellos, para favorecer a Felipe Calderón.

Es el IFE que con su actuación da por válida la elección, el cómputo de las casillas, donde hubo más votos que votantes, donde hubo casillas donde todos y cada uno de los votantes de la lista nominal, todos, votaron, aún aquellas personas que ya habían fallecido (sí votaban los muertos), pero además todos y cada uno de ellos, aún los muertos de esa casilla, votaron por Felipe Calderón, y es el IFE el que señala que son irregularidades no determinantes, que son coincidencias,  y dan por válida la frase de Calderón al decir que él ganó “haiga sido como haiga sido”

Casilla por Casilla fue la exigencia de esa elección, pero como el IFE “no tenía esa facultades”, no se aprobó ni por el IFE, ni por el Tribunal Electoral, que convalidó el fraude resolviendo que sí hubo intervención del Presidente de la República, pero “No más tantito”, violando las garantías individuales y los derechos político electorales de los ciudadanos que exigían la limpieza de la elección, pero para ellos, el pueblo no vale, los que mandan son ellos, la oligarquía, los partidos políticos y por su puesto los medios de información cómplices de los fraudes de quienes gobernaban en ese momento.

Y qué decir de las elecciones del 2012, donde existió una intervención de los mismos empresarios, pero ahora a través de monederos electrónicos, el Caso Monex, Soriana y las triangulaciones con Bancos, para la compra de votos, todos estos caso totalmente comprobados, donde existió incluso un problema social (que apagaron) al denunciar miles de familias que los monederos electrónicos no tenían la cantidad de dinero que les habían prometido por el voto, pero bueno, ya habían votado, y el IFE con su ceguera constante y cotidiana, nunca observó nada, nunca vio nada, es más salió a felicitar a Peña Nieto.

Y podemos ver quién estaba como consejero de ese IFE, sí Lorenzo Córdova Vianello, quien, como premio a su desempeño en esas elecciones, el 8 de enero del 2014 fue nombrado Consejero Presidente del IFE y a partir del 3 de abril de ese mismo año, fue nombrado Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral. 

Ahora se puede entender la causa por la cual esa lucha constante y sin precedentes de Lorenzo Córdova para mantener al INE intacto, puesto que ellos piensan que podrán desde ahí, realizar todo lo necesario para recuperar sus privilegios, y poner o designar a candidatos, como lo vinos en Guerrero y Michoacán, donde por no comprobar escasos veinte mil pesos de supuestos gastos de precampaña, les niegan el registro a los candidatos de MORENA, pero los miles de millones de pesos que utilizaron para comprar el voto, en el caso de Felipe Calderón y de Peña Nieto, esos no los vieron, el actual Consejero Presidente, en su momento, no los vio, y es más, suscribió un comunicado señalando que no hubo irregularidades graves en la elección del 2006.

Y así podemos dar más y más datos que nos permitirán saber el por qué Lorenzo Córdova está obligado, también por convicción, a defender a los delincuentes electorales, pues es parte de ese grupo y por ese grupo llegó al cargo que ostenta.

Eso es verdaderamente lo que están defendiendo, la forma de encubrir los fraudes, de encubrir desde el órgano electoral, a quienes realizan los fraudes, y determinar qué ciudadano o ciudadana puede contender en una elección; cómo validar las elecciones fraudulentas y cómo limpiar las elecciones en favor de ese grupo de delincuentes al que pertenece Lorenzo Córdova, solo bastó ver quienes participaron en su marcha del pasado 13 de noviembre; sin dejar de lado que buscan que nada ni nadie, pueda juzgarlos ni tocarlos, menos el pueblo, que para ellos no vale nada.

Ese es IFE que se defiende, ese es el INE que se defiende, pues lo que se busca es que este órgano constitucional autónomo sea su trinchera para regresar al poder y a sus privilegios, para solapar las elecciones fraudulentas e incluso para que, desde ese órgano, se manipulen las elecciones a favor de un partido u otro, o un candidato u otro.

Vamos por una reforma profunda del órgano encargado de organizar las elecciones, donde se ciudadanice verdaderamente, y donde esté bajo el escrutinio constante de la ciudadanía, del pueblo, quien es el verdadero soberano de este Estado Mexicano.