Caos Geopolítico: Magnicidio, Golpes de Estado, Accidentes y Genocidio

Hay décadas en las que no pasa nada, y hay semanas en las que pasan décadas", decía Lenin en una frase que encaja perfectamente para describir los eventos de los últimos días, ya que estos son hechos que han puesto en evidencia el mundo en el que vivimos actualmente: un lugar caótico donde las estructuras sociales y políticas no son tan sólidas como se presume, y donde los eventos inesperados, las oportunidades y las tragedias están siempre a la vuelta de la esquina.

Si prestamos atención a los hechos ocurridos en los últimos siete días, nos damos cuenta de que estamos en un momento de gran relevancia geopolítica, donde algunos hechos recientes tienen el potencial de provocar un giro con consecuencias aún insospechadas para la comunidad global.

Uno de esos sucesos es el atentado contra el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, quien fue víctima de un intento de magnicidio. Este atentado ha generado mucha controversia, ya que Fico ha sido constantemente tachado de prorruso por oponerse abiertamente a las políticas de la UE contra Rusia. Ha hablado sobre los orígenes de la guerra en Ucrania, advirtió del efecto boomerang de las sanciones antirrusas y se ha mostrado abierto al diálogo con Rusia.

Para complicar aún más el asunto, algunos medios han afirmado que Juraj Cintula, quien atacó al primer ministro, es un extremista prorruso, sugiriendo que un prorruso atacó a Fico y que esto de alguna manera beneficia a Putin. Sin embargo, esto no tiene sentido, ya que Fico es precisamente uno de los defensores de Putin ante una Unión Europea cada vez más intolerante con quienes no siguen la agenda proeuropeísta

Por otro lado, el domingo, el helicóptero que transportaba al presidente de Irán, Ebrahim Raisi, al ministro de exteriores Hossein Amirabdollahian, al gobernador de Azerbaiyán Oriental y al Ayatolá de la mezquita de Tabriz, tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia.

A medida que pasaban las horas, la prensa internacional comenzó a hablar de un accidente que pudo haber acabado con la vida de todos los tripulantes del helicóptero. Hoy, Irán ha confirmado el fallecimiento del presidente Raisi y del resto de los tripulantes. Los dos ayatolas sin duda eran notables candidatos para tomar el papel de Soleimani.

Como era de esperarse en este tipo de sucesos, el hecho ha dado pie a muchos rumores: sabotaje israelí, involucración de Azerbaiyán, ajuste de cuentas de la OTAN por la respuesta que dio Irán a Israel hace un mes. Sin embargo, aún es demasiado pronto para hacer un análisis definitivo sobre el fallecimiento de Raisi, por lo que habrá que esperar más noticias que aclaren lo sucedido con el presidente de Irán.

De igual manera, entre el sábado y el domingo, se produjo un intento de golpe de Estado en la República Democrática del Congo (RDC). Los golpistas intentaron tomar la residencia del viceministro y el Palacio presidencial para, supuestamente, proclamar la antigua República del Zaire.

La intentona golpista fue reprimida con éxito por las Fuerzas Armadas congoleñas. Sin embargo, llama la atención la presencia de mercenarios estadounidenses en el intento de golpe, quienes una vez más apoyan movimientos golpistas de carácter reaccionario, quizá conmovidos por la nostalgia de la antigua República del Zaire del dictador Mobutu Sese Seko.

Sin embargo, el acontecimiento más destacado ha sido la emisión de órdenes de arresto por parte de la Corte Penal Internacional contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y su Ministro de Defensa, Yoav Gallant, acusados de crímenes contra la humanidad, al igual que los líderes de Hamás.

Según la Fiscalía del TPI, Netanyahu y Gallant son acusados de emplear el hambre como táctica bélica para perpetrar un genocidio. Aunque Israel, al igual que Estados Unidos, no reconoce la jurisdicción de la CPI, esto puede restringir sus movimientos internacionales, ya que varios países sí reconocen su autoridad. Aunque los actos terroristas de Hamás son condenables, el genocidio que actualmente está siendo perpetrado por el gobierno de Netanyahu es deplorable y una respuesta que a este punto es completamente desproporcinada, al utilizar el aparato estatal para llevar a cabo una destrucción de dimensiones espantosas.

Estos eventos revelan la volatilidad de los tiempos en los que vivimos, y sugieren un posible reajuste en el escenario geopolítico global, ya que nos recuerdan la complejidad de las relaciones internacionales y la necesidad de abordar los desafíos emergentes con cautela y colaboración. En un mundo en constante cambio, es esencial estar atentos a los acontecimientos que terminarán por configurar nuestro futuro colectivo.