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  • 12 Sep 2023
  • 11:09
  • SPR Informa 6 min

¿Barras de abogados o abogados tinterillos?

¿Barras de abogados o abogados tinterillos?

Por José Alberto Alvarado Pineda

Pocos sabrán que en México, existen grupos, asociaciones, cofradías, grupúsculos, y hasta grupillos de dizque ilustres abogados, que buscan, supuestamente, tener control. A estos grupos se les llaman barras, asociaciones o bien colegios de abogados. 

Sin embargo, existen algunos que realmente su fin, es allegarse de aquellas personas que estudiaron Derecho, pero con una condicionante,  que tengan algunos cargos dentro del poder judicial, del poder legislativo e incluso del poder ejecutivo en cualquiera de los tres órdenes de gobierno, con el propósito de poder tener preferencias sobre los asuntos en litigio que estas asociaciones llevan. Tan es así que difícilmente verán a estos “abogados”, litigando en los juzgados; no, no los verán con esa injerencia y esas influencias litigando o representando al pueblo o a una persona necesitada, pues estas asociaciones se dedican a patrocinar a las grandes empresas y empresarios en litigios de cientos de miles de millones de pesos. 

Todo el mundo sabe de las grandes influencias que en su momento ha tenido Diego Fernández de Cevallos, Juan Collado, Los Gómez Mont y Santiago Creel, sólo por citar algunos, pero que de derecho no saben nada o muy poco,  pero de influencias tienen hasta doctorado. Es el caso también,  del ministro Luis María Aguilar que que pertenece a una asociación denominada “Instituto Mexicano del Amparo, A.C.” es la que patrocina la defensa de Salinas Pliego para evitar que pague 25,000 millones de pesos que adeuda al Estado mexicano de impuestos, y que de una forma contraria a la ética profesional, este ministro solicitó que el asunto le fuera turnado para que lo revisara y lo resolviera,  asunto que lleva ya, más de siete meses en estudio. Pero esto se puede justificar diciendo que los 50 abogados que tienen a su cargo tampoco saben derecho y se fueron estudiar para poder resolver el asunto o bien pueden señalar que el asunto es tan complicado que requiere un estudio minucioso y una asesoría externa para poder resolverlo, costando al Estado mexicano, al pueblo mexicano, unos cuantos millones de pesos más por esa asesoría externa. El problema es que, existe incluso una prohibición de ley, la cual señala que si el juez, magistrado o ministro que le fue turnado un asunto, está impedido de conocerlo, si ese juzgador pertenece a la asociación que está patrocinando como actor o demandado el asunto. Así, el ministro se encuentra impedido de conocer y resolver este expediente. Pero lo que hizo el ministro Luis María Aguilar, sabiendo que estaba impedido de conocer el juicio, es que solicita a la presidenta de la Suprema Corte,  se le asigne de forma directa el conocimiento de ese asunto, violando la ley, violando su reglamento, violando la ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, violando la Constitución, pues la impartición de justicia debe de ser imparcial y en el caso que nos ocupa,  existe más parcialidad que nada, pues el despacho o asociación a la que pertenece el ministro Luis María Aguilar, es la que patrocina las demandas de amparo  para no pagar los impuestos que debe Salinas Pliego, y él,  no por el turno, sino por un favor personal,  solicita  el conocimiento de ese expediente. 

Así se dejan ellos mismos en evidencia,  de cómo los garantes de la legalidad, los garantes del respeto a la Constitución violan la misma, las leyes, reglamentos, códigos éticos y todo aquello que sea necesario con el único fin de ayudar a su asociación y a su cliente en contra de los intereses de la nación. 

Pero no sólo sirven para esto, pues también sirven para tratar de influir políticamente en las decisiones del Estado mexicano; tratar de generar una idea errónea o contraria de la imagen presidencial, sin importarles que el gremio de abogados se burlen de ellos, y hasta los pongas nuevamente como ejemplo de lo que no debe hacer un abogado, ejemplo de que esas asociaciones o barra de abogados están constituidos por personas que quizás pasaron por la universidad, compraron a maestros, compraron calificaciones, compraron títulos de maestros y doctorados, porque de Derecho, no tiene conocimientos o tienen muy pocos. 

Para demostrar lo anterior debemos decir que, La Barra Mexicana, Colegio de Abogados, A.C. publicó un desplegado pidiéndole al Presidente de la República que se ciñera y respetara sus facultades constitucionales para el caso de la aprobación de presupuesto del Poder Judicial Federal, diciéndole además que no disminuyera el presupuesto presentado por el poder judicial, porque ello traería un problema de operatividad al mismo poder judicial. Por eso nosotros señalamos que estas barras de abogados están constituidas por personas que pasaron de noche la universidad, pues todo Abogado e incluso estudiante de los primeros semestres de la carrera de derecho, sabe que el presupuesto no lo aprueba el poder ejecutivo, sino el poder legislativo a través de la Cámara de Diputados como una facultad exclusiva. Es por ello que, el Presidente de la República, les contesta diciendo que si es necesario les leía el artículo, es decir que les daba clases de derecho constitucional. Estos ejemplos los damos, para demostrar que estas asociaciones o barras de abogados (con sus honrosas excepciones) solo se dedican a tener influencias en los tres órdenes de gobierno, para poder ganar asuntos, pues de derecho, repetimos, deberían de regresar a tomar clases de nociones positivas del derecho mexicano en la preparatoria.

Es vergüenza de muchos abogados, que una dizque barra de abogados se crea la sabedora del derecho, y pretendiendo confundir al pueblo, haya exhortado al Presidente de la República a cumplir una obligación o una facultad que no le corresponde, quedando claro que existen abogados tinterillos al servicio de la oposición moralmente derrotada. Pero debemos decir también, que existen verdaderos licenciados en derecho que no pertenecen a esas barras corruptas y cada vez más desprestigiadas.