El artículo 84 de la Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos regula el caso de falta absoluta del Presidente de la República. Es uno de los artículos más reformados de toda la Constitución con cambios y adiciones en 1923, 1993, 2012, 2014 y 2019.
Lo que dice el artículo es que en caso de ausencia del Presidente en los dos primeros años del sexenio el Congreso de la Unión se constituya en Colegio Electoral y nombrará un presidente interino, extendiendo también una convocatoria para la elección del Presidente que deba concluir el período sexenal. También regula que cuando ocurriese en los cuatro últimos años del período el Congreso designaría un presidente substituto que deberá concluir el período.
Pero ¿De dónde viene este artículo?
El texto original de 1917 venía de artículo 79 de la Constitución de 1857, que por cierto también fue modificado y adicionado en varias ocasiones; en 1878, 1882, 1887 y 1896, es decir durante el porfiriato. Este artículo tenía 10 párrafos de supuestos, en donde de igual manera el Congreso se erigiría como Colegio Electoral.
¿Pero cómo podemos darle lectura a todas estas reformas en los siglos XIX, XX y XXI?
Este artículo fue de los más discutidos en el constituyente de 1856 y en el de 1916. Los diarios de debates son testigo de ello y la razón es que en el sistema político presidencial se debilita ante la ausencia temporal o permanente del primer mandatario, al ser jefe de Estado y jefe de gobierno en una sola figura.
Esto tiene dos explicaciones en el siglo XIX, el primero fue gracias al General Antonio López de Santa Anna que siendo presidente y jefe de las fuerzas armadas, su ausencia provocó dos eventos de crisis constitucional. El primero en 1836 al caer prisionero después de la batalla de los pantanos de San Jacinto (hoy un suburbio de la ciudad de Houston). Que autoridades rebeldes de un estado de la federación firmaran un tratado ilegal, sin ratificación del Congreso, los Tratados de la Villa de Velasco.
El segundo fue después de la toma de la Ciudad de México en la Guerra México Estados Unidos, cuando se firma un alto al fuego para comenzar las negociaciones, Santa Anna renuncia, dejando también un vacío que causaría que un apresurado y temeroso Congreso presidido por Manuel de la Peña y Peña firmara un tratado a todas luces injusto.
La segunda razón, fue la existencia de un vicepresidente, que por inspiración de la Constitución de los Estados Unidos adoptamos esa figura. El artículo II de aquel país establece que la sucesión en caso de ausencia sería a través de la figura del vicepresidente. No obstante, de acuerdo con la realidad tan dividida del siglo XIX entre liberales y conservadores esta figura fue inviable por la inestabilidad política que causaba.