En el vasto universo de la charlatanería al que está expuesta la sociedad mexicana, una figura destaca y, sin duda, se ha coronado como su nueva reina: la “Dra.” Marilyn Cote. Este caso se volvió viral en redes sociales, con decenas de personas denunciando haber sido manipuladas por alguien que, lejos de ser psiquiatra, es abogada con un máster en criminalística y un doctorado en psicología. Su historia revela una realidad ignorada hasta ahora: el desinterés general por desmantelar a los numerosos farsantes que operan impunemente a lo largo del territorio nacional.
El caso de Cote ha puesto en el centro de atención uno de los problemas más serios en México en cuanto a salud mental y ética profesional: la usurpación, tanto directa como indirecta de profesiones y/o sus funciones.
En una sociedad con gran inclinación a la superstición como la mexicana, la vulnerabilidad ante las pseudociencias y el intrusismo profesional es preocupante, ya que pareciera que cualquiera que logre disfrazarse de experto puede causar un daño significativo a profesiones muy nobles, por lo que este caso particular, es solo una pequeña muestra de un problema aún más profundo.
Es evidente que Cote no es la única que, sin tener la formación necesaria, ocupa el lugar de un profesional calificado. Ella representa solo uno de los ejemplos más visibles y peligrosos de quienes, sin certificación ni ética profesional, ofrecen servicios críticos en áreas donde los resultados pueden ser graves y permanentes.
Sin embargo, la usurpación directa, como en el caso de Cote, es solo la punta del iceberg: en México, el problema se amplía con la usurpación indirecta que se expresa a través de una variedad de prácticas que rozan la legalidad y actúan en terrenos grises, donde la falta de regulación y supervisión permite la proliferación de pseudociencias y pseudoterapias con gran potencial dañino.
Uno de los casos más flagrantes son los homeópatas, quienes se presentan como médicos alternativos a pesar de que sus prácticas carecen de fundamento científico y la efectividad de la homeopatía ha sido desmentida repetidamente. También encontramos a los 'coaches' de vida, que ofrecen terapia y orientación psicológica sin ninguna formación clínica; y a los autodenominados maestros de meditación o guías espirituales, que se hacen pasar por filósofos o terapeutas sin contar con las credenciales ni la experiencia necesaria para hacerlo.
Estos supuestos profesionales justifican su actividad como “métodos alternativos” o “novedosos” que llevan a los mismos resultados que las disciplinas que imitan, solo que "por otros caminos." Estos caminos, claro, suelen incluir métodos muy vagos, místicos o basados en conspiraciones y filosofías vacías, que buscan atraer a personas desesperadas por respuestas o soluciones rápidas.
Este fenómeno no es nada nuevo, pero la creciente demanda de servicios de salud mental y bienestar personal a partir de la pandemia de COVID 19, ha facilitado su expansión. Muchos recurren a estas pseudoterapias y pseudociencias porque parecen ofrecer soluciones rápidas y sencillas a problemas complejos, aunque no necesariamente a un mejor precio. En un país con acceso limitado a la atención psicológica, y donde aún persisten estigmas sobre la salud mental, es fácil comprender cómo surgen figuras como Cote o el sinfín de mitómanos que andan por ahí como si nada.
Por otro lado, para ilustrar mejor la magnitud de este problema, podemos ver ejemplos en otros países que ya han comenzado a tomar acciones firmes. En 2019, el gobierno de España lanzó la iniciativa coNprueba, donde categorizó una extensa lista de pseudoterapias que considera nocivas o engañosas, que incluyen dos categorías, las que el gobierno comprobó directamente que son pseudoterapias, y las que estaban en revisión.
Las que el gobierno declaró directamente como pseudoterapias: son Análisis somatoemocional, análisis transaccional, ángeles de Atlantis, armónicos, arolo tifar, ataraxia, aura soma, biocibernética, breema, cirugía energética, coaching transformacional, constelaciones sistemáticas, cristales de cuarzo, cromopuntura, cuencos de cuarzo, cuencos tibetanos, diafreoterapia, diapasones, digitopuntura, esencias marinas, espinología, fascioterapia, feng shui, flores del alba, frutoterapia, gemoterapia, geobiología, geocromoterapia, geoterapia, grafoterapia, hidroterapia del colon, hipnosis ericksoniana, homeosynthesis, iridología, lama-fera, masaje babandi, masaje californiano, masaje en la energía de los chacras, masaje metamórfico, masaje tibetano, medicina antroposófica, medicina de los mapuches, medicina ortomolecular, metaloterapia, método de orientación corporal Kidoc, método Grinberg, numerología, oligoterapia, orinoterapia, oxigenación biocatalítica, piedras calientes, pirámide vastu, plasma marino, posturología, pranoterapia, psicohomeopatía, psychic healing, quinton, radioestesia, rebirthing, sincronización core, sofronización, sotai, tantra, técnica fosfénica, técnica metamórfica, técnica nimmo de masaje, terapia bioenergética, terapia biomagnética, terapia de renovación de memoria celular (cmrt), terapia floral de California, terapia floral orquídeas, terapia regresiva.
Por otra parte, las que el gobierno declaró que estaban en revisión por sospecha de ser pseudoterapias, son: Abrazoterapia, acupresión, acupuntura, aromaterapia, arteterapia, auriculoterapia, ayurveda, biodanza, caballoterapia o hipoterapia, Chi-Kung o Qi-Gong, constelaciones familiares, cromoterapia, crudivorismo, drenaje linfático manual, enfermería naturista, fitoterapia, Gestalt, hidroterapia, hipnosis natural, homeopatía, kinesiología, kundalini yoga, linfodrenaje, luminoterapia, macrobiótica, magnetoterapia, masaje ayurvédico, masaje estructural profundo, masaje tailandés, medicina naturista, medicina natural china, meditación, moxibustión, musicoterapia, naturoterapia, osteopatía, panchakarma, pilates, programación neurolingüística, psicoterapia integrativa, quiromasaje, quiropraxia, reflexología o reflexología podal o reflexoterapia, reiki, respiración consciente integrativa, risoterapia, sanación espiritual activa, seitai, shiatsu o shiatsu namikoshi, sonoterapia, tai chi, técnica Alexander, técnicas de liberación emocional, técnicas de relajación, terapia craneosacral, terapia de polaridad, terapia florar de bach, terapia floral de Bush, terapia herbal, terapia humoral, terapia nutricional, vacuoterapia, visualización, yoga de polaridad, yoga, zero balancing. Estas son las 73 pseudoterapias confirmadas por el Gobierno
En este contexto, la charlatanería en México ha llegado a un punto crítico, ya que fácilmente en nuestro país se le pueden sumar una gran cantidad de pseudoterapias más a la lista, la mayoría de ellas relacionadas a la brujería, las drogas psicodélicas y la herbolaría, por lo que es momento de que tanto las instituciones como la ciudadanía misma aprendan a distinguir entre el conocimiento verificado y el sofisma, entre la narrativa y los argumentos, entre el respaldo científico y la apariencia sin sustancia. La salud y el bienestar de las personas no pueden depender de charlatanes; de lo contrario, seguiremos pagando un alto precio por permitir que cualquiera juegue a ser lo que no es.