Médico especialista y ex titular de la Unidad de Atención Médica del IMSS
Red social X: @doclira1
Hoy es el último día de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Es innegable que el tema de la inseguridad como el de la salud han sido de los más debatidos y que más polarización han traído en ciertos segmentos de la población.
Ni contamos con “el mejor sistema de salud del mundo” (el presidente reconoció que fue una estrategia contra sus opositores), ni tampoco estamos al borde de un colapso del sistema de salud como lo quieren hacer ver los detractores del gobierno.
La Cuarta Transformación no solo implicó un replanteamiento de las políticas públicas en salud, sino que abrió un debate profundo sobre el modelo de atención, la participación social y el papel del Estado en la provisión de servicios médicos.
Al hacer un balance de final del sexenio, uno de los logros fue el detener el avance de las políticas neoliberales en materia de salud, lo que representó una lucha con los poderes fácticos que por décadas mantuvieron a su disposición la salud de millones de mexicanos viéndola como una mercancía y un privilegio, más que como un derecho humano. Hoy esta conceptualización está cambiando.
Uno de los ejes centrales de esta administración fue el brindar atención médica a los grupos más desprotegidos y a los que no cuentan con acceso a la seguridad social, para ello se creó el Organismo Público Descentralizado llamado IMSS Bienestar que sustituyó al INSABI y al Seguro Popular. Si bien el IMSS-Bienestar está logrando expandir la cobertura de atención para la población sin seguridad social al menos en 23 estados de la República, aún tiene muchos desafíos para poder consolidarse, desafíos que le tocarán resolver al equipo de salud del gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo que entrará en funciones mañana, 1 de octubre.
A pesar de los avances en la reconstrucción de hospitales que se encontraron abandonados al principio de esta administración, de la contratación y “basificación” de personal de salud, de los esfuerzos por tener niveles de abasto adecuados y de haber lidiado con una pandemia por COVID-19 inédita, la calidad de los servicios en todo el sistema de salud sigue siendo insuficiente para las necesidades de una población cada vez más numerosa y demandante. Este debe ser uno de los temas prioritarios de la nueva administración.
Durante los últimos dos años se impulsó al sistema nacional de salud a través del IMSS Bienestar, sin embargo, otros dos de los subsistemas que atienden a la población sin seguridad social tuvieron un menor apoyo e impulso, hablamos del IMSS y del ISSSTE, por lo que debe verse a todo el sistema en su conjunto para poder avanzar en un sistema unificado.
Uno de los retos que aún persisten es la inequidad en el acceso a los servicios de salud. Las comunidades rurales y marginadas continúan enfrentando barreras en el acceso para recibir atención médica. Iniciativas como "La clínica es nuestra" y los Comités de Salud para el Bienestar representan esfuerzos valiosos para involucrar a la ciudadanía en la gestión de sus centros de salud, sin embargo, en la próxima administración se tendrá que establecer un enfoque diferente y que haya una participación comunitaria real y efectiva, en el que la participación social sea el motor que impulse el cuidado de la salud desde donde se origina la enfermedad, en las comunidades.
La acción y participación comunitaria debe ser un componente clave en el “segundo piso” de la Cuarta Transformación como el pilar fundamental de la prevención de las enfermedades ya que solo así se podrán evitar factores de riesgo que favorecen la enfermedad. El enfoque actual en la atención curativa, en lugar de la preventiva, es un reflejo de una mentalidad política que prioriza los resultados visibles a corto plazo, dejando de lado las soluciones sostenibles a largo plazo. Este cambio de paradigma es fundamental para la consolidación del segundo piso de la transformación en salud.
Los primeros 100 días de la Dra. Claudia Sheinbaum, marcarán el rumbo de la salud de este sexenio que comienza. Por lo pronto la recuperación de los niveles de vacunación, la recuperación del abasto de medicamentos, y el programa “hoy por ti mañana por mi” serán el inicio del nuevo enfoque de la salud en México.
Esperemos por el bien de millones de mexicanos mejores resultados en salud de los obtenidos en el primer sexenio de la Cuarta Transformación. Se tiene el bono electoral otorgado por la ciudadanía en las urnas y a la primera mujer presidenta de México, y sobre todo hay esperanza en un México mejor para todos.