La revolución de la tambora, semana santa y los empresarios “fifís”

El derecho al trabajo es un derecho fundamental y esencial para la realización de otros derechos humanos y constituye una par- te inseparable e inherente de la dignidad humana. Toda persona tiene derecho a trabajar para poder vivir con dignidad. 

Carta de los derechos humanos.

“No olviden empresarios, que fue el turismo nacional el que ama la tambora quien mantuvo vivo el puerto cuando los cruceros cancelaron sus arribos al puerto”.

“Aquí hasta un pobre se siente millonario”, retumba la canción de Mazatlán”, saludos Ernesto.

Subamos al tren reciente, a ese que hoy está en el escenario internacional y que sin duda muestra los rasgos más claros de como un viejo régimen tiene tanto poder como para mantener hoy en día manejando los intereses bajo la creencia neoliberal que el empresario monopólico, gentrificador y neoliberal, es quien dota de “oportunidades” de trabajo digno y una vida sin carencias. 

La muestra clara fue sin duda esta semana santa donde las mexicanas y mexicanos pueden darse el gusto de descansar algunos días y corremos hacia donde cultural he históricamente nos sentimos más cómodos, más alegres y felices. 

Hace apenas un poco más de una semana se dio a conocer que en la cuna de la tambora, y la banda, me refiero al puerto de Mazatlán, bajo un acuerdo con un grupo de hoteleros (unos cuantos que hare mención) buscaban “regular” la música popular y su interpretación en las playas mazatlecas, bajo el propósito de no molestar al turismo que buscaba en estas vacaciones un momento de paz y tranquilidad. 

Hasta este punto parece tener lógica el acuerdo buscado por los hoteleros y uno que otro político sin oficio, claro cómo no tendría lógica, claro que el hotelero busca que su huésped tenga una estancia placentera con tal de que el huésped mantenga presencia y deje sus recursos en el hotel, repito tiene lógica, ¡pues no! la revelación vendría al pasar las horas de hacerse el anuncio donde músicos que desearan  tocar en el periodo de semana santa tuvieran que registrarse y conseguir una serie de permisos para tocar en un horario establecido bajo la “recomendación de los hoteleros” (recuerden no todos los hoteleros).

La molestia de los músicos del regional sinaloense no era para menos, no solo estaban cooptando su modo de vida y su labor en una de las etapas del año que les permite generar un sustento para sus familias, los músicos manifestaron no solo lo punitivo que era el coartarles el poder tocar en horario nocturno, eso sin contar el no permitirles el acceso a playas para desempeñar su labor, aún y cuando las playas son zonas federales. 

Bien, si esto no era suficiente, al mero y puro estilo “mirrey” y “fifí” que no tienen empacho  a manifestarlo, a nombre de los empresarios impulsores de esta iniciativa, salió el empresario millonario Ernesto Coppel Kelly a manifestar y festejar con bombo y platillo la medida y tras videos subidos en sus redes manifestar que era necesario regular la música de banda en la playa, malecón, “pulmonías” (taxis sin techo característicos del puerto) entre otras, esto para no causarle molestias a sus huéspedes, textualmente manifestó: 

“Mazatlán no es un destino de quinta, hay que poner orden”. “A mí no me gusta la música de banda, pero son un escándalo, son un desastre en las playas sinaloenses” “yo tengo muchas cartas de huéspedes americanos manifestando que no vuelven a Mazatlán por el escándalo de las bandas en la playa”.

Manifestó también el millonario hotelero, que estas acciones hacen parecer al puerto como un destino turístico “chafa”. Añadiendo: “no somos un destino de quinta, ya basta, ya hay que legislar”. 

Habría que manifestarle al empresario hotelero que según el portal monitor latino, manifiesta que: 

El consumo global de corridos aumentó más de 400% entre junio del 2021 y junio del 2022.

Los jóvenes de la Generación Z representan el 40% de los usuarios que escuchan el género y le siguen los Millennials con el 35% de los streams totales.

Con 66 millones de usuarios fuera de México, escucharon música mexicana por primera vez en el 2021.

Vicente Fernández acumula más de cuatro mil millones de reproducciones tan solo en Pandora. 

En Spotify el regional mexicano obtuvo más de 39 mil millones de reproducciones en el mundo en 2021. Esto significa un aumento del 39% de escuchas en México y del 31% en Estados Unidos. Para agosto de 2022, la plataforma de streaming reportó que la escucha mundial de música mexicana había crecido un 56% anual.

El consumo del género en Estados Unidos se incrementó más de 700% en los últimos cinco años. En lo que va de 2023, 19 canciones del género han llegado al Top 50 Global de Spotify; dos de ellas son canciones con Peso Pluma y lograron colocarse en la cima del mismo ranking datos de: https://monitorlatino.com/noticias/las-impresionantes-cifras-del-regional-mexicano%EF%BF%BC/

Así que el empresario no está observando una de las claves de su público objetivo por lo cual deja en entrever un fenómeno cultural, económico y político muy recurrente en la idiosincrasia política y empresarial de nuestro país.

Dejando claro lo anterior, las manifestaciones subieron de tono en el puerto y las autoridades dieron marcha atrás a sus pretensiones orquestadas desde un mega hotel del conocido empresario, no obstante, el fenómeno sociológico había iniciado, la organización, ejecución  y distribución de los músicos que superaron en número a las autoridades lograron, no solo poner aún más de moda a la tambora sinaloense, sino generar una animadversión hacia posturas como las del empresario, generando incluso, que más de un aprontado en campaña tomara la tambora en propia mano y tocara una que otra canción para generar adeptos, “ de pechito se ponen” dijeron en el malecón mazatleco. 

¿Cómo concluye y qué nos deja este suceso de la revuelta de las bandas?

El gobernador de Sinaloa se manifestó en contra de la postura de prohibir a los músicos ejecutar su labor en las playas sinaloenses, artistas de calibre nacional eh internacional se sumaron a protestas y evidenciaron las posturas gentrificadoras de ciertos empresarios hoteleros.

En conclusión, una victoria para nosotros los “chafas” los “nacos” que disfrutamos de la cultura mazatleca, la cuna de la banda y la tambora, herencia de una mezcla cultural traída con orígenes incluso de bandas de guerra venideras de Europa a finales del siglo diecinueve. 

Por fin fue evidente la verdadera cara de una serie de empresarios elitistas que a través de más de 40 años se han vuelto millonarios a costillas, sí de su trabajo, pero también de lo ventajoso de sus posiciones y relaciones políticas que han facilitado, concesiones permisos entre otros, y gobiernos que les permitieron cualquier cantidad de caprichos elitistas consagrados en una visión neoliberal de ejercer una política empresarial, cultural segregacionista y gentrificadora. 

A qué me refiero con eso, quedó claro, que, para estos empresarios, las y los mexicanos que disfrutamos el regional mexicano somos personas de “quinta” y “chafas” y que los que les dejan dinero son los turistas americanos, que son quienes se quejan de nuestros horrorosos ruidos tamborescos. 

Pero basta con decirles a estos empresarios, que tenemos más de 40 años dándoles de comer, generándoles la riqueza, somos quienes comemos en la palapa, los que usamos las pulmonías, quienes andamos por el malecón, quienes visitamos el puerto año con año en búsqueda de ser felices, de tomarse una cerveza, de disfrutar un ceviche, y claro, disfrutar la playa, la música y que sin el turismo nacional, el puerto no se movería, no tendría vida, no sería atractivo, no sería la “perla del pacifico”  y que cuando es necesario, el pueblo no permitirá que le roben sus orígenes por que como dice la canción, “mi gusto es”.

Hasta siempre.