Kamala Harris se ha convertido en la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos tras la renuncia de Joe. A pesar de enfrentar desafíos relacionados con su raza y género, Harris cuenta con un sólido respaldo dentro del partido demócrata y se perfila como una fuerte contendiente. Las encuestas muestran que las posibilidades de los demócratas de ganar la elección presidencial son mayores con Harris que con Biden, aunque la diferencia es mínima. En un sondeo, Harris y Trump estaban con un 40% y 44% respectivamente de apoyo cada uno, mientras que Trump aventajaba a Biden por un estrecho margen.
La elección de Harris como candidata presidencial representa un hito histórico, ya que sería la primera mujer y persona negra y del sur de Asia en ocupar la presidencia, aunque cabe resaltar que ya al ocupar la vicepresidencia hizo historia al ser la primera mujer de color. A pesar de los ataques injustos relacionados con su raza y género, sus partidarios creen que está preparada para enfrentar estos desafíos y construir una campaña sólida. Sin embargo, algunos votantes expresan dudas sobre su capacidad y la posibilidad de que pueda ganar la presidencia, lo que plantea interrogantes sobre su viabilidad como candidata.
La candidatura de Harris también plantea la cuestión de si su raza y género serán un obstáculo o ventaja ante la clase media y las personas de color en la contienda electoral. A lo largo de la historia de Estados Unidos, solo se ha elegido a un presidente negro, y nunca a una mujer, lo que genera incertidumbre sobre la aceptación de Harris por parte de los votantes. A pesar de esto, figuras políticas como la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, han expresado su apoyo a la participación de las mujeres en la política, aunque reconocen que la decisión final recae en los votantes estadounidenses.
A medida que avanza en su camino hacia la Casa Blanca, también se enfrenta a críticas y desafíos que pondrán a prueba su capacidad de liderazgo y su visión para el país. Es crucial que Harris pueda superar estos obstáculos y presentar propuestas sólidas que resuenen con los votantes en un momento tan crucial para la nación. Nos encontramos en un momento crucial en la historia política del planeta. Aunque enfrenta desafíos y críticas, su nominación como candidata demócrata ha generado expectativas y debates sobre su capacidad para competir contra Donald Trump y romper barreras históricas en la política estadounidense. Su ascenso a esta posición histórica no solo representa un hito para las mujeres, sino también para las personas de color en la política estadounidense.
Su elección como presidenta sería un paso significativo hacia la diversidad y la inclusión, pero también un recordatorio de que aún queda trabajo por hacer en la lucha por la igualdad y la representación en la política.