Por Ana María Aparicio
https://www.sprinforma.mx/noticia/evocando-paz-dia-mundial-del-teatro-2024
6 min Cada año, el día 27 de marzo y alrededor de esta fecha que es conmemorativa, se celebra el Día Mundial del Teatro. Con mucha emoción, sobre todo para todos aquellos que dedican su vida al quehacer de las artes escénicas resulta particularmente significativa, pues tiene el objetivo de promover, valorar y disfrutar esta forma de arte en todo el mundo. Se reconoce además a todos los artistas de las distintas ramas involucradas, ya sean actores, dramaturgos, directores, escenógrafos, músicos, iluminadores, tramoyistas, vestuaristas, maquillistas, técnicos, etc. Difundiendo su honorosa labor dentro de la actividad teatral y evocando su valía como un arte.
Es una celebración en la que, en todos los países del mundo, sus entidades culturales generan espacios para pensar, reflexionar y replantear el rubo que va tomando el teatro en concordancia con su tiempo y su propio contexto.
El Día Mundial del Teatro tiene su origen en el año 1962 a raíz de una apertura de temporada del “Teatro de las Naciones” promovido por el Instituto Internacional del Teatro (ITI), Organismo Mundial por las Artes Escénicas, que es fundado por la UNESCO en 1948. Como parte de las acciones significativas de celebración, el ITI elige a una personalidad destacada del Teatro para escribir el tan esperado Mensaje del Día Mundial del Teatro, que es traducido a diferentes idiomas y en todos los teatros o recintos teatrales del mundo, se le da lectura.
El mensaje de este año está relacionado con el sentido esencial de ‘la paz’ y su evocación. Porque se sabe que estamos en guerra. Que estamos en un mundo impotente que atraviesa la barbarie, un mundo donde sus habitantes ni siquiera pueden nombrar con todas sus letras los crímenes de guerra que se perpetúan a la vista de todos y pareciere que mucho menos detenerlos. Un mundo donde impera la violencia y se pretenden normalizar los estados de guerra, donde se imponen los discursos “pertinentes” en todos los medios comunicativos, artísticos o de entretenimiento, enmascarando la censura, una forma de masacre ideológica. Un mundo que anhela la paz, anhela libertad y anhela arte; arte en medio de la catástrofe para tornar la obscuridad en luz. Un arte para reconstruirnos, para rescatarnos como sociedad, para derrumbar los muros, romper las cadenas, un arte para la paz.
El autor del Mensaje del Día Mundial del Teatro 2024 que a continuación comparto, es del escritor y dramaturgo Noruego, John Fosse:
El Arte es paz
(Traducción al español de Raúl Alonso Díaz, México.)
“Cada persona es única y, al mismo tiempo, como todas las demás. La apariencia, se puede ver, es cierto, pero también hay algo dentro de cada persona que le pertenece, que la hace única. Podemos llamarlo alma o espíritu, o bien, podríamos no ponerle palabras, simplemente dejar que este ahí.
Al mismo tiempo que somos diferentes, también somos iguales. Las personas de todo el mundo somos fundamentalmente iguales, sin importar que lengua hablemos, que color de piel o de cabello tengamos.
Quizás esto sea una especie de paradoja: que somos completamente iguales y diferentes al mismo tiempo. Tal vez una persona es paradójica en su conexión entre el cuerpo y el espíritu, entre lo terrenal y tangible y lo que trasciende los límites materiales y terrenales.
El arte, el buen arte, consigue a su manera y de forma fabulosa reunir lo absolutamente único con lo universal. Nos permite entender la diferencia entre lo extraño y lo universal. Al hacerlo, el arte trasciende las fronteras de los lenguajes y los límites geográficos. Reúne, no solo las cualidades individuales, sino también, las características de un grupo de personas, por ejemplo, las naciones.
El arte no se expresa provocando que todo sea igual, por el contrario, nos muestra nuestras diferencias, aquello que es ajeno o extraño. Todo buen arte contiene precisamente eso: algo extraño, algo que no podemos comprender completamente y que, sin embargo, entendemos de cierto modo. Contiene lo enigmático, algo que nos fascina y por lo tanto nos lleva más allá de nuestros límites y así crea la trascendencia que todo arte debe contener y a la cual conducirnos.
No se me ocurre una mejor manera de unir los opuestos. Es exactamente el enfoque inverso al de los conflictos violentos que vemos a menudo en el mundo, que alimentan la tentación destructiva de aniquilar todo lo extraño, todo lo único y diferente, comúnmente utilizando los inventos más inhumanos que la tecnología ha puesto a nuestra disposición. Hay terrorismo en este mundo. Hay guerra, puesto que la gente tiene un lado animal que lo lleva a ver lo extraño como una amenaza a su propia existencia, en lugar de ver el fascinante enigma que eso representa.
Y entonces lo único, lo diferente que es universalmente comprensible, desaparece. Dejando atrás una semejanza colectiva donde todo lo diferente es una amenaza que debe ser erradicada. Lo que vemos desde fuera, se ve como desigualdad, por ejemplo, las religiones o ideologías políticas, se convierten en algo que debe ser derrotado y destruido.
La Guerra es la batalla contra lo que yace en lo más profundo de cada uno de nosotros: lo único. Y es una batalla contra todo arte, contra la esencia más íntima de todo arte.
He hablado del arte en general, no del arte teatral en particular, esto se debe a que todo buen arte, en el fondo, gira en torno a lo mismo: tomar lo singular y específico para hacerlo universal. Articula en su expresión artística aquello único con lo universal: no eliminando lo singular, sino enfatizándolo; dejando que lo extraño y lo desconocido brille claramente.
Es tan simple como que la guerra y el arte son opuestos, como la guerra y la paz son opuestos. El Arte es paz.” [i]
En México, como parte de la conmemoración del Día Mundial del Teatro 2024, está la iniciativa Territorio Teatral, que promueve espectáculos teatrales en 16 estados de la república, de forma gratuita y durante los meses de marzo y abril. Consulta la programación.[ii] ¡Y qué viva el Teatro!
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