Sin que formalmente estemos en campañas políticas varios actores políticos no dejan de hacer desfiguros a cada oportunidad que tengan. Pero a veces muestran sus verdaderas intenciones.
En este caso, la candidata Gálvez de la oposición acumuló varios tropiezos, ataques, ridículos y su discurso cayó más bajo en su gira hecha por Estados Unidos. La marca propia de la oposición han sido las campañas de mentiras y de victimización. Al mismo tiempo fue un buen momento para el debate político porque la misma candidata mostró los intereses que realmente persigue, cual es la agenda (fuera de propuestas vacías) de la oposición, que están dispuestos a pedir la intromisión de Estados Unidos a nuestro escenario político nacional y que desprecian a los migrantes. Obviamente no es nada nuevo, pero les dio oportunidad de exhibirse.
La asistencia de Xóchitl a diversos foros de grupos de poder muestra que le interesa más que visitar y conversar con esos grupos que los migrantes mexicanos promedio. Es más su prioridad vincularse con grupos de poder, incluso si son extranjeros, y que nunca fue verdad la narrativa sobre que es una ciudadana que “viene desde abajo” que desde el inicio quiso difundir.
La visita de la candidata fue a grupos de poder como los think tanks (“tanques de pensamiento”) que son organizaciones que promueven las agendas e intereses de grupos políticos de Estados Unidos, como la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) que con dinero financia a medios de comunicación, otros think tanks, ONGs, incluso a entidades de gobiernos extranjeros para difundir las ideas de dichos grupos estadounidenses. Generalmente tratan de incidir en la política interna de los países a favor de desregular la economía, aumentar la inversión privada y extranjera de Estados Unidos, reducir el pago de impuestos a empresas, incluso en el ámbito de la seguridad pública.
El espectáculo mayor sucedió en medio de una visita en uno de esos foros en Nueva York cuando Gálvez se escabulló de una manifestación en contra de ella y los partidos que la respaldan. A través de un señuelo de una persona cubierta con una cobija, la candidata aprovechó para salir por otra puerta. Mal hizo también al mentir sobre su huida (aseguró que la manifestación fue violenta), y peor al burlarse de los manifestantes, en su mayoría activistas por los indocumentados.
Es costumbre de los actores de la derecha no dialogar y mejor escapar; como la visita de Enrique Peña a la Universidad Iberoamericana cuando fue candidato en 2012 y que al ser confrontado en los cuestionamientos por su responsabilidad en los operativos de Atenco, se escondió en un baño(lo que derivó en el “Yo soy 132”). O la toma de protesta de Felipe Calderón al entrar por la puerta de atrás en las manifestaciones en su contra del 2006.
El acercamiento de Xóchitl Gálvez a grupos políticos y económicos para ofrecerles sus propuestas sobre visitar a los migrantes indocumentados mexicanos, muestra cuales son la prioridades de la candidata, su agenda, los partidos, actores políticos y grupos que la respaldan.