Con y sin uniforme, acceso a la justicia para todas: la Unidad Especializada de Género

Gracias al 8M, marzo nos recuerda que aún existe una deuda histórica con las mujeres en el acceso a la justicia. Como ha ocurrido en varios aspectos de la sociedad, dentro del sistema de justicia se han colado prácticas de discriminación y estereotipos de género que llevaron a que a las mujeres se les negara la justicia en varios casos. Lo anterior, junto con el hecho de que los espacios de denuncia no contaran con personal capacitado para abordar con perspectiva de género los casos de violencia, generaron en las mujeres una desconfianza natural que ha hecho que muchas dejaran de denunciar delitos de este tipo. 

Ante esto, el gobierno de la Ciudad de México emitió medidas de apoyo y seguridad para las mujeres desde 2019 al autodeclarar la Alerta por Violencia de Género. Las Abogadas de las Mujeres que forman parte de esta estrategia han sido fundamentales para disminuir cada vez más el problema de la falta de denuncias pues con su acompañamiento, se han logrado iniciar más de 40 mil carpetas de investigación, lo que no tiene precedente. 

Es importante decir que en este esfuerzo de erradicar la violencia de género, el gobierno ha realizado una labor importante al incluir un acompañamiento específico para las mujeres policías. Ellas son el claro ejemplo de lo que es sufrir discriminación y violencia de género también en el ámbito profesional, pues debemos recordar que algunos casos de violencia han sido cometidos por personal policial.

Por ello, y como parte de las medidas de emergencia de la Alerta por Violencia de Género, en diciembre de 2019 se creó la Unidad Especializada de Género (UEG) en la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Es responsable de recibir quejas por violencia de género cometidas por el personal policial contra mujeres, incluyendo a las propias policías y también a ciudadanas, así como de llevar a cabo los procedimientos administrativos correspondientes con perspectiva de género. 

En este sentido, la UEG trabaja con un enfoque centrado en las víctimas, lo que quiere decir que mientras se inicia el proceso administrativo de investigación y sanción del caso, se prioriza evaluar las necesidades de la víctima y establecer una ruta de referencia interinstitucional para poder detener oportunamente un posible escalamiento de violencia. De esta manera, una vez que una mujer emite su queja con el asesoramiento de una especialista en psicología y en temas jurídicos, se le traslada de manera inmediata a las dependencias que puedan dar seguimiento al caso como a las Fiscalías para que puedan hacer su denuncia, o a las LUNAS o los Centros de Justicia para las Mujeres en caso de que requieran mayor acompañamiento psicológico. Adicionalmente, si es necesario, a las mujeres policías se les pueden brindar medidas cautelares en sus espacios de trabajo.

Al mes de febrero, la UEG ha recibido un total de 964 quejas de mujeres policías y ciudadanas, con lo que se determinó la sanción a 380 policías de los cuales, 141 tuvieron que ser destituidos. 

El acceso a la justicia debe estar garantizado para todas las mujeres, con y sin uniforme. Las acciones realizadas por este gobierno para brindar mayor seguridad a las mujeres policías no se habían visto en ninguna administración anterior y son importantes no solo porque atienden una demanda justificada de desprotección al personal policial femenino, sino también porque han ayudado a crear mejores condiciones laborales para ellas, poniéndolas por primera vez en la conversación del movimiento feminista.