La compra de Twitter por el billonario, meme y socialité: Elon Musk, causó conmoción en los medios y las redes sociales; se trató de una noticia que abarcó y sigue abarcando los titulares de los medios y las conversaciones y debates digitales. Entre los distintos temas que abarcan las narrativas en torno a la compra están: la preocupación acerca de los límites de la libertad de expresión, la regulación de internet y los bots, el poder de una persona sobre una red social, así como múltiples descalificaciones personales a Elon Musk, entre otros tópicos.
Y en efecto, la compra de Twitter puso de relieve una serie de temas necesarios y largamente pendientes a debatir desde múltiples frentes; sin embargo,este hecho también sirvió de catalizador para entender un poco el contexto y el futuro de Twitter, las apps y las empresas que dominan el ecosistema digital. Es por esto que saltan a la vista una serie de preguntas tales como: ¿Qué implica la compra de Twitter? ¿Cómo podría ser el futuro de Twitter en manos de Elon Musk?¿Habrá más o menos libertad de expresión en Twitter?¿Elon eliminará los bots, troles y la desinformación en Twitter? Estas y otras preguntas se intentarán responder (someramente) a lo largo de este artículo.
Para comenzar, para analizar las repercusiones de la compra de Twitter se requiere partir de dos contextos: la política interna de Estados Unidos y el papel internacional que desempeñan las empresas estadounidenses a nivel mundial, específicamente las redes sociales. En este proceso, queda añadir que los cambios políticos y legales en Estados Unidos no sólo afectan a su marco nacional, sino que las consecuencias y estructuras se exportan a través de distintas prácticas y procesos económicos y políticos.
Dicho lo anterior, lo primero a plantear es ¿Por qué Elon Musk compró Twitter? ¿Para qué le sirve? ¿Qué espera de tal mega inversión? Los motivos de Elon Musk detrás de la compra de Twitter están enmarcados dentro del debate sobre la regulación de las redes sociales por parte de los Demócratas y los Republicanos, ya que muchos de los republicanos seguidores de Trump han sido objeto a bloquear en distintas redes y plataformas. En este contexto es interesante la inclinación que ha mostrado Elon Musk hacia el partido republicano, incluida la migración de sus oficinas centrales a Texas y su afinidad hacia el discurso e ideas libertarias.
De lo anterior se desprende una narrativa pública en favor de la libertad de expresión en internet y la disminución de parcialidades propias de los medios; sin embargo, tal discurso pertenece al marketing y la publicidad que Musk hace en torno a sí mismo, ya que en realidad Musk planea continuar con un apego a la “auto-regulación” de las grandes empresas digitales, la cual sobra decir, está regulada directamente por los servicios de seguridad, inteligencia y comercio de Estados Unidos, con la participación de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés). La misma postura también es adoptada por Musk en relación a la regulación europea, en donde no sólo los políticos ya le advirtieron que Twitter debe seguir las reglas europeas, sino que el mismo Elon se ha mostrado complaciente en seguir el marco regulativo europeo https://cutt.ly/aNIaf3V.
Aunado a la regulación del contenido y las conversaciones en Twitter está el tema de los bots, en donde muchos creen o aspiran que la toma del control de Twitter por Musk significará la posibilidad de disminuir la existencia de bots, aunque tal como parece, no es mas que otro elemento publicitario en la estrategia de Elon de expandir sus negocios: En primer lugar, resulta un tanto complicado imaginar que una red social que mide parte de su éxito, entre otras cosas, en el ancho de usuarios, decida librarse de más del 30% de usuarios que son bots (los bots no sólo son usados para diseminar infodemia, sino que son ampliamente usados por empresas, empresas de mercadotecnica y relaciones públicas).
En segundo lugar está la cuestión de qué entiende o piensa la gente cuando pide que se eliminen los bots de Twitter, ya que la fase del proceso de infodemia en la que nos encontramos, los bots tienen un rol secundario en las campañas de desinformación, cuya labor se reduce a la amplificación de narrativas y no la creación de éstas, las cuales están ahora en manos de troles, muchos de ellos personajes públicos bien identificados.
En tercer lugar está la utilización de bots por parte de inversionistas, instituciones y personajes afines a Musk y sus intereses, con el gobierno de Estados Unidos en primer lugar, el cual mantiene una mega campaña infodémica internacional que abarca varios países y se centra en atacar narrativas afines a Rusia o siquiera críticas al rol de occidente en el conflicto Rusia-Ucrania gracias al colectivo digital mejor conocido como NAFO, el cual cuenta con una buena cantidad de troles y bots. Ya ni mencionar a los republicanos y sus estrategias de infodemia. Entonces ¿Exactamente cómo Musk puede dirigir un negocio en contra de los intereses de sus inversionistas y mecenas?
En este punto aprovecho para subrayar que Elon Musk y su fortuna están íntimamente ligados con el gobierno de Estados Unidos a través de múltiples negocios, contratos y subvenciones, tanto en proyectos comerciales como de seguridad nacional, esta es una de las principales razones que llevaron a Musk a ser el hombre más rico del mundo. Musk no es un “outsider” o alguien anti sistema, es alguien que se ha beneficiado de tal sistema y que busca expandir sus intereses al abrigo éste; lo que en verdad diferencia a Musk es la manera en la cual se dirige públicamente y sus estrategias de marketing y promoción en medios y redes sociales, más allá de eso Musk no es muy diferente a otros magnates.
Entonces, ¿Cuál es la razón por la cual Musk adquirió Twitter? No es un secreto que una de las aspiraciones de Elon Musk en la compra de Twitter es la creación de una “súper app” https://www.bbc.com/mundo/noticias-63164554. Tal vez el lector se preguntará ¿qué es y qué implica una súper app? Una súper app es una aplicación que reúne en sí misma una variedad de servicios dentro de un mismo entorno; es importante señalar que este tipo de aplicaciones son más frecuentes en China, en donde apps como WeChat reúnen dentro de sí servicios que brindan apps como WhatsApp, Uber y Facebook, todo en uno.
Basado en estas experiencias y casos de éxito, Musk tiene el objetivo de crear una súper app (según lo que se sabe la llamaría “X”), la cual integraría diversos servicios digitales de las numerosas empresas de Musk, creando en el camino un ecosistema digital integrado e interoperativo que dependa de una app y que ofrezca una serie de servicios no sólo digitales y de redes sociales. Es justo en esta parte en donde es posible vislumbrar no sólo el futuro de Twitter, sino de múltiples empresas digitales, las cuales están en un proceso de convertirse en “feudos” digitales, castillos amurallados que ofrecen dentro de sí una serie de opciones siempre y cuando se esté dentro de tal ecosistema digital, en donde la interoperatividad e interconexión sólo se logra a partir de decisiones empresariales en las más altas esferas (contraviniendo en el proceso el propio espíritu y naturaleza de internet).
Por último, pero no menos importante, está el hecho que prácticamente una red social es un laboratorio de interacción humana en tiempo real, algo que hace una mancuerna excelente si eres dueño de una empresa como Neuralink, la cual es una empresa de neurotecnología, por lo que es posible esperar que las empresas de Musk aprovechen esta ventaja en la competencia por la dominación tecnológica; sin embargo, en este juego ya hay varios jugadores con sus propios sistemas tecnológicos en marcha, tal como Alphabet (Google), Meta (Facebook), Amazon o Microsoft; aunque sobra decir que la “competencia” entre tales jugadores se termina en donde empiezan los intereses de Estados Unidos y su capacidad de generar consenso y obediencia en sus empresas y empresarios.
En conclusión: La compra de Twitter no representa un beneficio real y tangible para el ancho de usuarios de Twitter y las redes sociales más allá de tener otro tema del cual hacer burlas y memes, sino que más bien representa una oportunidad para Musk de expandir sus negocios e integrar un nuevo mercado a su cartera de empresas; así como también representa otro paso para la reafirmación del rol y dominio tecnológico de empresas estadounidenses sobre el ciberespacio (al menos en la parte occidental). Por lo que, en lugar de aplaudir y ensalzar a Musk como el altruista defensor de la libertad que NO ES, deberíamos profundizar en los debates sobre el rol de la tecnología en la sociedad y el riesgo de seguir dejando que se creen y refuercen feudos tecnológicos que responden a los intereses nacionales de un país y su clase empresarial.