El oligarca Ricardo Salinas Pliego nuevamente protagoniza un escándalo a nivel nacional, parece que perdió la poca razón que le quedaba lanzando amenazas e injurias —como es su costumbre—,comenzó otra campaña sucia virulenta contra el gobierno de México, y es que a raíz de que le quitaron la concesión de una área natural protegida que él usaba como campo de golf, está que no lo calienta ni este solecito intenso de primavera con todo y la problemática del calentamiento global.
La actual campaña sucia del usurero inicia lanzándose contra el SAT, afirmando sin prueba alguna que su grupo empresarial ha sido «extorsionado» por la institución tributaria.
De igual modo, a través de un video y de redes sociales amenazó al vocero de presidencia Jesús Ramírez Cuevas porque el mega deudor tomó muy mal que el vocero del presidente informara a la ciudadanía que en el portal del Gobierno de México se podía consultar la información fiscal desglosada sobre el adeudo del evasor hacia el SAT.
La información pública desglosa la deuda total del «magnate» que ascendía a 67 mil millones de pesos, así como los montos pagados que dan un total de $4,868 MDP, derivando en un adeudo por 63 mil MDP, también son públicos los litigios que tiene en contra del Gobierno de la República en defensa de la evasión fiscal.
Es muy claro que la fortuna o los bienes adquiridos por la familia Salinas Pliego tienen una dudosa procedencia, siempre implicados en asuntos turbios, como es la evasión fiscal, basta con el ejemplo que nos señala y dice muy bien periodista Álvaro Delgado: «Elektra nació de la evasión de impuestos», el periodista sustenta su dicho con base en la información proporcionada por el mismo padre del usurero, el señor Hugo Salinas Price, quien publicó un libro titulado «Mis años con elektra» en el que narra cómo su grupo empresarial Elektra surge en 1950 después de liquidar «Radio técnica», empresa que dejó múltiples y grandes adeudos con el seguro social, solamente le cambió el nombre y por supuesto jamás se hizo cargo de ningún adeudo. Esta gente privilegiada y mezquina tiene varias historias oscuras, de corrupción y negocios al amparo del poder, por ejemplo la historia de la toma violenta de la planta transmisora, en la que se apropiaron de la concesión para TV Azteca y el intenso conflicto con canal 40, incluyendo el episodio conocido como el «Chiquihuitazo» en el que la familia Salinas dándole instrucciones a un comando armado, se apropiaron e invadieron con lujo de violencia el cerro del Chiquihuite, esto en el sexenio del impresentable Vicente Fox.
El pseudo empresario heredero está desencajado, es gracioso ver cómo hace tres años hablaba maravillas del AIFA, —supongo que andaba intentando quedar bien con el gobierno en turno—, hace unos días ya se quejaba amargamente de una obra que él mismo catalogó como impresionante y digna de admiración en 2021, hasta felicitó al ejército mexicano por su ingeniería y construcción.
Yo sí celebro que a pesar de la SCJN la justicia vaya llegando poco a poco para grupo Salinas y anexas. Recientemente grupo elektra expresó su inconformidad por el recorte de calificación de Fitch ratings el 11 de marzo 2024, la calificadora financiera evalúa a la compañía y la coloca en terreno especulativo.
Sería fabuloso que de alguna manera la Corte se hiciera cargo de la real impartición de justicia, pero vemos que se necesita una reforma judicial profunda, porque el poder judicial está del lado de los traficantes del influencias y no del pueblo.