La vida pública sigue en constante cambio para bien y así, gratamente progresa el país. Desde el año 2018 que comenzó la Cuarta Transformación de la República vemos grandes avances en el desarrollo nacional.
El presidente mejor evaluado de los últimos 30 años y el más querido de la historia contemporánea nos dejó extraordinarios resultados. En materia económica, el peso mexicano más fuerte que nunca. Nos dejó emblemáticas y grandes obras públicas. Otorgó la garantía de nuevos derechos sociales. Nos dejó un cambio de paradigma político en donde la prioridad es atender a las y los pobres, a las personas más olvidadas.
No obstante, es una realidad que aún queda mucho por hacer. La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo comenzó su mandato de manera contundente y con firmeza defendiendo la patria ante los intentos de ataque del beligerante Trump y de los gandallas canadienses –ya muy conocidos por explotar minas a cielo abierto en territorio mexicano–.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana y Protección Ciudadana ha estado imparable desde que la Presidenta tomó protesta. En tan solo unos meses, han capturado a 5333 personas por delitos de alto impacto, han hecho decomisos históricos de toneladas de droga y se avanza en el plan de pacificación, atendiendo las causas.
Entre otras materias, quienes se unieron a este nuevo gabinete a sumar con su experiencia y profesionalismo, se percataron de que existen para el gobierno grandes retos, en diversas áreas de oportunidad, una de ellos es en materia de salud:
Bajo la premisa de “Más territorio y menos escritorio”, desplegada por la Presidenta, Martí Batres Guadarrama asumió el cargo de Director General del ISSSTE, un instituto que brinda servicios a casi 14 millones de derechohabiente, y comenzó trazando cuatro ejes estratégicos sobre los que ya está trabajando en equipo con la institución en su conjunto:
Lamentablemente el régimen neoliberal intentó de todas las formas posibles desmantelar el ISSSTE, privatizar la salud y lucrar de cualquier modo con los recursos del Estado.
Durante casi 40 años se hizo uso indebido —por decir lo menos— de los recursos humanos y materiales de esta importante institución, dejando de lado los objetivos principales que son y deben ser atender la salud, el bienestar y la seguridad social de la derechohabiencia.
Hoy, la visión es totalmente distinta bajo la nueva titularidad y por supuesto, de la Dra. Sheinbaum. La instrucción es trabajar a ras de tierra; hacer recorridos a todas las clínicas, hospitales y unidades; y realizar una supervisión local sólida. Esta nueva administración está coordinando las labores de los representantes en todas las entidades federativas para que a partir de eso, se transmita la información a todo el personal adscrito a lo largo y ancho del país sobre la forma de trabajar bajo los principios del humanismo mexicano.
Quienes integran la nueva administración del ISSSTE tienen muy clara la directriz de su titular, Martí Batres, llevar el Instituto a todos los rincones del país bajo la máxima de “transformar y no solo administrar”. Y así, consolidar el segundo piso de la transformación en esta noble institución.