Por primera vez en México, el siguiente año en 2025, tendremos la oportunidad de elegir a integrantes del Poder Judicial de la Federación. El Instituto Nacional Electoral ha señalado que pesé a los amparos y las suspensiones otorgadas, la elección se desarrollará. El INE mediante el acuerdo del Consejo General INE/CG2358/2024 ha puesto el plan de ruta para que el primero de junio de 2025 se realicen las elecciones. Será la primera vez que podamos elegir jueces federales, si bien hubo en México algunos ejemplos a nivel local en el siglo XIX donde se dio esta práctica, esta no fue generalizada.
Durante el siglo XIX se pensaba que el pueblo debía tener poca participación en la justicia. Ignacio L Vallarta se oponía al juicio por jurado al considerar que no era adecuado para el país, ya que la mayoría de la población no era lo suficientemente ilustrada para participar en él. Vallarta creía que el jurado era una institución propia de países maduros y cultos, y que en México no prosperaría.
Vallarta argumentó que el jurado era incompatible con los juicios, que ya eran conducidos por expertos en derecho. También afirmó que el sentido común de los miembros del jurado no era suficiente para apreciar los hechos y pruebas. Vallarta propuso que en lugar del jurado, se saneara el poder judicial de la corrupción a través de la publicidad de los juicios, la responsabilidad judicial y la elección de los jueces por el pueblo.[1] Cabe destacar que a nivel federal esas elecciones nunca se dieron.
Bajo este mismo pensamiento, se creyó durante gran parte del siglo XX y XXI que la elección popular de jueces era inviable, aun ya con instituciones democráticas modernas, con esta apertura el voto popular a miembros del poder judicial federal podemos ver como el pueblo va conociendo más sus instituciones.
Hoy, en el siglo XXI podemos afirmar que en efecto México ya está suficientemente ilustrado, maduro y culto como para participar en elecciones del poder judicial, poder cumplir las intenciones de Vallarta. Y que el poder judicial, a su vez, se acerque poco a poco al pueblo.
Mencionaba en una columna anterior como mucha gente mayor continuaba relacionando al poder judicial con la extinta policía judicial. Y para ser sinceros, si es una confusión válida, aunque no tuviera que ver una cosa con la otra. La institución de la policía judicial, era originalmente para nombrar los elementos policiales que presentaban presuntos culpables en un juzgado de instrucción en el sistema penal del siglo XIX. Este nombre se mantuvo a nivel federal y en la Ciudad de México al menos hasta septiembre de 2009 cuando se publica en la Gaceta Oficial, la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, a través de la cual se transforma la Policía Judicial en Policía de Investigación.
A manera de conclusión, considero que la elección de jueces hacia el siguiente año le dará al Poder Judicial un aire de renovación y de cercanía con el pueblo como no lo habíamos visto en la historia, y del otro lado, le dará al pueblo la posibilidad de conocer los pormenores de la justicia federal, conociendo su gran historia y su importancia que tienen en su actividad judicial y jurisdiccional y demostrar que como nación estamos listos para este ejercicio democrático.