Una mirada sontagiana a las imágenes de la marcha déspota

“Una sociedad capitalista requiere una cultura basada en imágenes. Necesita suministrar muchísimo entretenimiento con el objeto de estimular la compra y anestesiar las lesiones de clase, raza y sexo. Y necesita reunir cantidades ilimitadas de información para poder explotar mejor los recursos naturales, incrementar la productividad, mantener el orden, hacer la guerra, dar trabajo a los burócratas.”

Susan Sontag.

Una imagen perdida en el Internet tiene la capacidad de hacer pedazos la narrativa triunfalista, higienizada y tremendamente blanqueada de la marcha en “defensa al INE” que realizó esa ultraderecha clasista convocada por el Partido Acción Nacional con sus diputados y senadores plurinominales, empresarios – evasores de impuestos –  y esa iglesia católica que se opone a los derechos de las mujeres, de las comunidades LGBTTTI y que apoyo vía fanáticos desde México, el intento de reelección del ahora perdedor ex candidato y extremista a la presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro.

El alud de imágenes, muchas de  ellas truqueadas con photoshop por los convocantes a la también llamada “Marcha de los déspotas” donde acudieron el magnate multimillonario, Claudio X. González, el presidente del Partido Acción Nacional, Marko Cortés, y los legisladores plurinominales también millonarios Santiago Creel, Kenia López Rabadán, Mariana Gómez del Campo (sobrina del expresidente Felipe Calderón) y la diputada Margarita Zavala (esposa del expresidente Felipe Calderón) difundieron en redes, pretende exhibir una concentración de cientos de miles de personas marchando bajo sus instrucciones contra una reforma electoral impulsada por el presidente de izquierda Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, lo que destroza su prepotente discurso visual lleno de tomas abiertas obtenidas por costosísimos drones en gran angular, son los contrastes de las fotografías a ras del suelo, las imágenes en corto, las que salen de la despersonalización de la masa y muestra las caras de las personas, los gestos, las expresiones, y la realidad mas allá del maquillaje digital como recurso de la mentira que nutre la infodemia, la noticia falsa.

Una mujer de piel morena, con ropa humilde, una mirada cansada y triste, sentada en la calle con una cartulina rosa demuestra la crudeza del despotismo de los convocantes millonarios blancos y se inscribe en la otra narrativa, la del uso y abuso de las poblaciones precarizadas y acarreadas en apretados autobuses estacionados en la periferia del Monumento a la Revolución, o en el video filtrado en el que una mujer burguesa pregunta a los organizadores de la marcha déspota como explicarle a su “sirvienta” que tiene que marchar.

En la imagen la mujer humilde y de piel morena tiene una cartulina rosa con  la leyenda escrita en plumón negro “No somos clasistas ni fifis, somos ciudadanos libres en defensa del INE”.

“La fotografía, que tiene tantos usos narcisistas, también es un instrumento poderoso para despersonalizar nuestra relación con el mundo; y ambos usos son complementarios. La cámara ha terminado por promover enérgicamente el valor de las apariencias”  (Susan Sontag).

Si el contenido del encuadre de la fotografía de la mujer tiene en sí un mensaje demoledor, sobre todo si se compara con la interminable pasarela de selfies de blancos, rubios, con sonrisas blancas posando sus ropas rosas de marca y gestos de soberbia tomados frente a Ángel de la Independencia, poco antes de esa marcha que no caminaron.

Esos privilegiados llamados “Whitexicans”, la primera generación que se hace adulta en medio de los poderosos cambios políticos, sociales y económicos del gobierno del presidente López Obrador.

Esa nueva generación de blanquismo que radicaliza su clasismo y su racismo hacia las poblaciones precarizadas seguramente por escuchar los berrinches de sus padres empresarios que ahora tienen que pagar impuestos, y que les hará mas difícil comprar la ultima versión del IPhone que rebasa los treinta mil pesos.

La mujer de la fotografía es el verdadero retrato de esa marcha déspota, y refleja no solo los mecanismos miserables de esa oligarquía blanca burguesa millonaria que se toma selfies con la impune y prepotente diputada del PAN, Margarita Zavala, que carga el karma de de un infanticidio múltiple donde perdieron la vida en la guardería ABC de su familia.}

“La cámara ha terminado por promover enérgicamente el valor de las apariencias" (Susan Sontag).

La mujer de la fotografía representa también el riesgo y la amenaza que significa para el grupúsculo de millonarios racistas y clasistas que la utilizo para exhibir su poder artificial, que la utilizo como escenografía para la cobardía política de políticos panistas como el diputado Santiago Creel que quiere ser candidato presidencial, como Kenia López Rabadán que aspira a ser Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y de Mariana Gómez del Campo, que sueña con vivir toda su vida cobrando en las cámaras, y que jamás han participado en una elección, pero que llevan décadas de vivir como ricos acomodados en la formula de plurinominales que pretende eliminar el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

El próximo 27 de Noviembre marchara el Presidente Andrés Manuel López Obrador y con él caminaremos cientos de miles, y entre el pueblo movilizado seguramente estará ella, y esta vez la fotografía será otra.