Un año de mujeres

Hace poco más de un año empecé a escribir en este espacio, el cuál desde un inicio tuvo como objetivo hablar sobre los derechos de las mujeres.

En este año hemos podido conversar sobre la problemática de los feminicidios, las madres buscadoras, las mujeres migrantes, el Sistema Nacional de Cuidados, la desigualdad salarial, la paridad política-electoral, la violencia política en razón de género y la histórica elección con dos candidatas mujeres a la presidencia, que resultó en la primera mujer electa como Presidenta de México, entre otros temas, pero todos siempre centrados en las mujeres.

Considero que abordar estas temáticas desde una perspectiva de género[1] es de suma importancia para la construcción de la igualdad y justicia social. Históricamente, las mujeres hemos sido tratadas de manera desigual en varios aspectos de la vida, como el acceso a la educación, empleo, acceso a la salud, participación en la política, por nombrar algunos. El camino hacia la justicia social implica asegurar primero la igualdad entre hombres y mujeres.

También, el pleno desarrollo de los derechos de las mujeres es crucial para mejorar el desarrollo económico y social, ya que cuando las mujeres tenemos acceso a educación, así como a mejores oportunidades laborales, contribuimos significativamente al crecimiento económico y a la reducción de la pobreza.

Así mismo, la apertura de los espacios políticos y de toma de decisiones a las mujeres, es fundamental para tener una sociedad más equitativa y democrática. En otras oportunidades ya hemos platicado sobre cómo las mujeres en puestos de decisión han demostrado tener perfiles más empáticos que atienden con eficiencia las problemáticas sociales.

Por otra parte, en un contexto de violencia generalizada, es imposible no voltear a ver también la violencia que vivimos las mujeres en México, y es importante tener este tema siempre sobre la mesa para evitar su normalización.

La realidad es que los derechos de las mujeres son derechos humanos, derechos que son inherentes a la persona por el simple hecho de existir: es un principio de dignidad humana. Estos derechos son pues cruciales para que nuestra sociedad se convierta en una más justa, próspera y equitativa, donde todas y todos podamos vivir con dignidad.

¿A qué voy con todo esto? Pues que hablar de los derechos de las mujeres, de nuestros derechos, es necesario para que estos se respeten y se materialicen, porque, aunque pudiera parecer que no, aún existe mucha gente en nuestra sociedad que perpetúa pensamientos machistas que consideran a la mujer como menos frente al hombre. Basta con ver los datos del INEGI, que refieren que en 2021, a nivel nacional, del total de mujeres de 15 años y más, 70.1% mencionaron haber experimentado al menos un incidente de violencia[2].

Incluso habré escuchado en este año personas opinar que hablar de la violencia contra la mujer ya está trillado, o que cuando menciono la lucha de las mujeres por nuestros derechos opinan que ahora las mujeres tenemos derechos de más, ese tipo de situaciones me recuerdan porque es importante seguir estudiando, investigando y compartiendo estas temáticas. 

Me gusta pensar que este espacio es un medio que ayuda a mantener viva esta conversación, que de alguna manera incita a la creación de una sociedad más igualitaria, quería aprovechar que se cumple un año de este espacio para darles las gracias por leerme e invitarles a que sigamos hablando de los derechos de las mujeres, por todos los años que sea necesario.

[1] De acuerdo con la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, la perspectiva de género se refiere a la metodología y los mecanismos que permiten identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, así como las acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género.

Cuando se habla de perspectiva de género, se hace alusión a una herramienta conceptual que busca mostrar que las diferencias entre mujeres y hombres se dan no sólo por su determinación biológica, sino también por las diferencias culturales asignadas a los seres humanos.

[2] Los incidentes pueden corresponder a violencia psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos un ámbito y ejercida por cualquier persona agresora a lo largo de su vida.