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  • 28 Nov 2023
  • 10:11
  • SPR Informa 6 min

Sheinbaum en la cima: Datos vs Narrativas en la Contienda Electoral de 2024

Sheinbaum en la cima: Datos vs Narrativas en la Contienda Electoral de 2024

Por Erick Calderón .

En esta fase final del 2023, resulta casi cómico observar cómo diversos medios de comunicación, periodistas, influencers y demás defensores del antiguo régimen se dedicaron durante meses a proclamar que Xóchitl Gálvez sería un fenómeno, es decir; una candidata competitiva y eficiente de cara a las elecciones del 2024. Sin embargo, la realidad y el paso del tiempo han desmentido estas burdas afirmaciones y han revelado un distanciamiento considerable entre la percepción construida por algunos sectores mediáticos y los datos emanados de la mayoría de las encuestas. En ese sentido, la candidatura de Gálvez no sólo no ha logrado despegar como sugirieron que pasaría, sino que ha dejado en evidencia la brecha que existe entre la retórica y la realidad electoral.

En contraste, estos mismos medios intentaron propagar una narrativa que presentaba a Claudia Sheinbaum como un testaferro del presidente, insinuando que su liderazgo hasta el momento es frágil y que en Palacio Nacional la verdadera influencia recae en decisiones tomadas por otros. Sin embargo, los hechos contradicen esta construcción literaria. Tanto el respaldo de las encuestas como la falta de notables fricciones con el presidente López Obrador indican una narrativa de liderazgo mucho más robusta, pues las encuestas revelan que Sheinbaum lidera con amplitud y sin la interferencia que algunos intentan insinuar. Por ello que vale la pena preguntar: ¿Es esta narrativa construida de manera tan forzada, desconectada de la realidad política? Resulta mínimamente intrigante observar cómo la percepción mediática choca con los ejercicios estadísticos de las encuestas, desafiando las predicciones previas por mera línea editorial o fobias ideológicas.

Vale la pena hacer énfasis las veces que sean necesarias, en que los datos obtenidos de algunos estudios demoscópicos hasta el momento contrastan fuertemente con ese escenario ficticio que algunos actores plantean, donde sin duda, es satisfactorio presenciar el desahucio político de esa caterva de narcisistas patológicos cuyo único dios siempre ha sido el dinero, individuos que habían condenado al país a sus limitadísimas visiones del poder y a sus caprichos más extravagantes. Empero, más allá de eso, lo que resulta sorprendente es el cinismo y la completa desconexión con la realidad.

En ese sentido, se vuelve necesario enfocarse en esta discrepancia y preguntarse: ¿Proviene este alejamiento tan notorio de la realidad de problemas psicológicos profundos o es simplemente una 'estrategia'? Si es lo primero, entonces todo cobra sentido. Sin embargo, si es lo segundo, surge la pregunta: ¿Por qué estas personas prefieren ignorar la realidad? ¿No sería una estrategia más efectiva abrazar la verdad y realizar una autocrítica sincera que, en el futuro, les brinde credibilidad? ¿Acaso el ciudadano común no busca autenticidad en un político? ¿No es el caso que las quejas ciudadanas recaen con frecuencia en la desconfianza generada por las mentiras políticas?

Centrarse en una estrategia fundamentada en la verdad no solo sería ético, sino que también podría ser la llave para recuperar poco a poco la confianza de un electorado que anhela autenticidad en la política, por lo que, la interrogante crucial que surge es si aquellos desplazados por las encuestas reconsiderarán en algún punto sus enfoques para hacer política y abrazarán un camino más honesto y transparente para reconstruir la credibilidad perdida. Desafortunadamente, la respuesta parece inclinarse hacia un tajante no.

Esta resistencia a abrazar una ruta más transparente plantea la cuestión de porqué algunos actores políticos no están dispuestos a renunciar a sus métodos anteriores, incluso cuando la adopción de una postura honesta no sólo podría ser la clave para recuperar cierta confianza del electorado, sino por mera sobrevivencia. Por ello, la falta de disposición para este cambio estratégico es lo que nos sugiere una desvinculación persistente entre la clase política y las expectativas genuinas de la ciudadanía, una brecha que seguramente resultará aún más costosa en términos de apoyo y legitimidad en el mediano y largo plazo.

En este escenario, es evidente que la reticencia a adaptarse a una narrativa política más transparente no sólo ha dejado en el suelo la reputación de los partidos y sus líderes, sino que también podría tener consecuencias drásticas en la viabilidad misma de ciertas fuerzas políticas en un futuro que ya está frente a nosotros. El PRD, por ejemplo, enfrenta la amenaza real de perder su registro, mientras que el PRI y el PAN, al parecer, han quedado reducidos a la completa irrelevancia. Este panorama resalta la urgencia de una reconsideración estratégica, donde la honestidad y la autenticidad no sólo son deseables, sino esenciales para perdurar a largo plazo.

En ese sentido, no ha sido sorpresa de nadie que la encuesta más reciente, llevada a cabo por Buendía & Márquez y publicada por El Universal, presenta un panorama revelador al inicio de las precampañas, donde los datos demuestran que Claudia Sheinbaum cuenta con una amplia ventaja, ya que el 48% de los encuestados expresó su preferencia por la exjefa de Gobierno en una elección hipotética hoy. En contraste, Xóchitl Gálvez obtuvo solo el 24%, mientras que Samuel García Sepúlveda registró un modesto 8%. Además, un significativo 20% optó por la No Respuesta en relación con la pregunta sobre la intención de voto. Estos resultados, recién revelados, coinciden con otras casas encuestadoras como subrayan la posición sólida de Sheinbaum al inicio de la contienda electoral, consolidando su liderazgo según las percepciones de los votantes

Igualmente en la reciente encuesta llevada a cabo por Mitofsky para el periódico El Economista entre el 10 y el 12 de noviembre, Claudia Sheinbaum, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, se posiciona como líder con un 57.5% de preferencia electoral efectiva, excluyendo a aquellos que no definieron su intención de voto. En contraste, Xóchitl Gálvez obtuvo un 31.1% de preferencia de voto, mientras que Samuel García, representante de Movimiento Ciudadano, alcanzó el 11.4%. Estos resultados adicionales refuerzan la tendencia ya evidenciada en otras encuestas, como la realizada por El Financiero, donde Sheinbaum lidera con una ventaja de 16 puntos, y la demoscópica que la sitúa 20 puntos porcentuales por delante, por lo que estos datos consolidan aún más la evidente posición ventajosa que tiene Claudia Sheinbaum en la contienda electoral que se viene.

Es en este contexto político, emerge la imperante necesidad de que la oposición realice una reflexión profunda e intente responder honestamente ¿Cuáles podrían ser las estrategias adoptadas por los partidos de la alianza PAN, PRI y PRD, para disminuir la ventaja de Claudia Sheinbaum? ¿Cuál es el impacto de la presentación de un candidato independiente por parte de Movimiento Ciudadano, que parece podría afectar más a la oposición que a Morena? Explorar propuestas alternativas para la oposición se convierte en un elemento clave para cambiar la dinámica actual y establecer una competencia más equitativa. Se harían, sin dudas, un bien a sí mismos y también a la democracia mexicana.

Paralelamente, se hace indispensable prever los posibles errores estratégicos que podría cometer Morena a lo largo de la campaña, por ello que vale la pena preguntarse: ¿Existe el riesgo de que la confianza actual en la ventaja de Sheinbaum se transforme en alguna clase de soberbia? ¿Cómo evitar que esta confianza derive internamente en una tolerancia excesiva que permita de cierta manera malas prácticas? La gestión cuidadosa de la campaña que se avecina se convierte en una tarea crucial para evitar caer en trampas que podrían socavar la posición fuerte de Morena en la contienda electoral. Estas interrogantes finales buscan fomentar una reflexión más profunda sobre los retos y las oportunidades que los actores políticos enfrentarán en el próximo horizonte electoral.

En última instancia también vale la pena mencionar que con la reciente designación para los roles clave en la campaña de Claudia rumbo a las elecciones de 2024, se establece un equipo estratégico encabezado por figuras notables, donde se ha nombrado a Mario Delgado, presidente nacional de Morena, como coordinador de precampaña, a Adán Augusto López como coordinador político, al senador Ricardo Monreal como coordinador de enlace territorial, y a Gerardo Fernández Noroña, diputado federal por el PT, como coordinador de enlace con organizaciones sociales y vocero de campaña. Esta selección de líderes experimentados refuerza la posición de Morena, consolidando un equipo sólido le va a dejar prácticamente imposible la tarea de remontar a la oposición o de ganar terreno en las elecciones de 2024, sin embargo, no todo está dicho y habrá que esperar al desenlace.