Omar García, político ejemplar

De las y los aspirantes a las nueve coordinaciones estatales de la cuarta transformación, quien sin duda fue blanco de ataques, es Omar García Harfuch. Estos ataques tuvieron como marco de referencia el trabajo que ejerció en administraciones pasadas en instituciones públicas de seguridad, señalándolo como responsable de delitos contra civiles. Es necesario decirlo: también hubo un ataque clasista haciendo referencia a su profesión, la de ser policía (también en varios sectores de Morena).

Desde antes de anunciar su intención de ser candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, García Harfuch ya era medido por casas encuestadoras. Todas y cada una lo dieron por ganador con una amplia ventaja de inicio a fin de la contienda.

Existen diversas razones de la amplia preferencia que tuvo durante todo ese periodo; algunas opiniones mal intencionadas se encargaron de difundir el rumor de que su popularidad se debía a un efecto parecido al del ex presidente Peña Nieto: ser atractivo físicamente, dando un valor peyorativo a su capacidad para gobernar.

La verdadera razón de su popularidad y aceptación es que la Ciudad de México, se convirtió en uno de los lugares más seguros para vivir de todo el país. En un contexto donde prácticamente toda nuestra patria atraviesa por un clima de violencia espectacular, la capital destacó por el control que tuvo de los grupos delincuenciales.

En cuatro años, la capital se posicionó como la entidad con mayor reducción absoluta de homicidios en el país y, algunos medios señalan que, en toda América Latina. Todos los delitos registraron una baja importante; por mencionar algunos, el robo con violencia disminuyó en 70 por ciento y las lesiones dolosas por disparo de arma de fuego en 65 por ciento.

Los números hablan y son importantes para la ciudadanía al momento de tomar una decisión sobre sus futuros gobernantes. El trabajo eficiente respaldado por resultados y una percepción de seguridad y confianza de los capitalinos garantizaron que el ex Secretario de Seguridad fuera el mejor evaluado y ganara la encuesta. El criterio de paridad de género determinó que el espacio fuera ocupado por una compañera de lucha del movimiento de transformación, Clara Brugada.

En entrevista, después de conocer el resultado de la encuesta y de saber que el criterio de paridad resultó benéfico para su compañera de partido, Omar agradeció el respaldo ciudadano. Cuestionado por las muestras de rechazo al resultado de algunos de sus simpatizantes, señaló que son situaciones que ocurren en una contienda interna y forman parte de la normalidad. Añadió que continuará con entusiasmo en el movimiento y que le gusta servir a su país desde el encargo que se le asigne.

A diferencia de personajes con aspiraciones frustradas, quienes han amagado o de plano han dejado las filas del movimiento de transformación para irse por otros partidos como Marcelo Ebrard o la senadora Lucía Meza, la actitud de Omar pronto ganó la simpatía y el reconocimiento de militantes de Morena.

Los sectores (incluso de Morena) que prejuiciosamente lo señalaron de no tener formación política, reconocieron que “el policía” dio una contundente lección de oficio político, serenidad y templanza. Quedó claro que es un político que no está por el cargo, sino por el encargo.

Muy probablemente sea el próximo Secretario de Seguridad de México. Tendrá la difícil tarea de pacificar y llevar la tan anhelada seguridad a las y los mexicanos. Si desempeña un buen papel (como lo ha demostrado), se convertirá en uno de los presidenciables con amplio respaldo popular.

Quizá la Ciudad de México le quedó pequeña. Omar ganó perdiendo y el pueblo, (quien quita y quien pone) lo reconoció, lo reconoce y lo seguirá reconociendo.