La bomba de tiempo explotó, – de tiempo – porque era algo evidente que alguna decisión de élite en la mal llamada alianza opositora era más que evidente, no hay plazo que no se cumpla y la decisión de la “declinación” de Beatriz, aparte de ser un escándalo, por cómo fue manejada, es una gran sorpresa, lo es, que ni ella misma ha salido a dar una explicación y que lamentablemente, el ser peor impresentable: Alito Moreno, haya dado la noticia que evidencia una clara negociación y ventajismo político.
Mucho han tenido que ver, los analistas pro conservadores, en tratar de explicar porque esto es diferente a un proceso como el de Morena, donde su decisión se basó en encuestas aludiendo al principio, de que ellos si eran diferentes y que su complicado proceso era innovador y democrático.
Una nueva maroma se asoma, pues ahora dentro de sus teorías conspiradoras, la que parece que es una justificación generalizada, es que el Presidente y Morena están más al pendiente de lo que hacen ellos en su frente y que por eso, en un afán de temor a Xóchilt Gálvez, el Presidente estaba decidido a emprender una cruzada política para romper su elección del domingo.
Derivado de lo anterior es importante mencionar que no calcularon y subestimaron a Beatriz, que al ser una política experimentada y con tablas, mucho más que Xóchilt, hubiera sido a mi parecer más competitiva, que su gran fenómeno mediático hubiera conquistado a medio país, o mejor dicho sería más funcional que la candidata de la cúpula.
Disfrutemos de los diversos análisis que nuestros opinólogos de derecha están realizando, pues es un placer observar, que por lo mientras, estas maromas, inventan cualquier teoría conspirativa para justificar que en su frente si existió el dedazo y la última decisión fue de los de arriba.