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Bukele: ¿el camino hacia la dictadura?

Por Diego Camacho Larrea

Nayib Bukele sin duda, lo ha conseguido. Luego de años de esfuerzo pasará a la historia salvadoreña. Una historia nada fácil de conseguir. Una historia que muchos líderes latinoamericanos quisieron y sólo unos cuantos consiguieron. Si las encuestas terminan acertando, Bukele se convertirá el próximo 4 de febrero en un caudillo.

Para conseguir tan encomiable misión, Bukele tuvo que mover cielo, mar y tierra.

Su primer paso fue lograr que su partido, Nuevas Ideas se convirtiera en la fuerza mayoritaria del Congreso, para ello saco de la jugada a varios parlamentarios de partidos opsoitores con acusaciones de corrupción, que aseguran expertos internacionales fueron en su mayoría fabricadas. Una vez con el control del Legislativo y siendo jefe del Ejecutivo, su mirada apuntó al poder que le faltaba.

Entonces, en septiembre del año pasado, dio un “golpe de estado” en el que quito de facto a los 6 ministros de la Suprema Corte. Entonces el líder salvadoreño, a quien para entonces ya le llovían halagos por sus prácticas democráticas, remplazó a los ministros con personajes afines a su partido.

Con los tres poderes en su bolsillo, solo le restaba un movimiento para dar su estocada final, convencer a la gente de sus buenas intenciones. De esa manera impulso un estado de excepción que lo convirtió en el todopoderoso, garante del bienestar de la sociedad salvadoreña por encima de la Constitución. Con estos poderes extras, puso cientos de policías en las calles para que ejecutaran su guerra contras las pandillas. Como consecuencia más de 70 mil delincuentes han ido a parar su megaprisión de alta seguridad. al menos 10 mil de ellos inocentes, liberados meses después de atropellarles todos sus derechos humanos, disculpa mediante.

Así cuando se había convertido en el salvador del pueblo en tiempo récord, dijo que buscaría, por el bien de su nación, reelegirse por 4 años más. Con todo el poder acumulado, no le resultó complicado darle vuelta a la constitución que prohíbe la reelección hasta en 5 artículos. Con apoyo de sus ministros se las ingenió para poder aparecer en la boleta del próximo 4 de febrero. Jaque mate.

De cumplirse todas las apuestas, que lo colocan con el 80% de las preferencias, Bukele se unirá a la honorable lista de: Fujimori, Maduro, Ortega y otros “demócratas modernos”.

Es claro, que un nuevo mandato de Bukele, es lo que el pueblo salvadoreño quiere. Pero será la democracia, el costo que los salvadoreños deban pagar por su seguridad. ¿preferirán los salvadoreños la dictadura a la inseguridad?