2024: un año decisivo para la transformación

Un nuevo año usualmente representa la oportunidad de vislumbrar nuevos propósitos y conseguir metas personales o colectivas, aunque es también un punto de quiebre significativo para repensar qué se está haciendo, para qué y por qué, por lo que resulta un punto lleno de simbolismos y reflexiones.

En el 2024 la transformación emprendida desde 2018 tendrá su gran prueba definitoria sobre su continuidad con éxito o no. Ya no se pone en duda el triunfo de la precandidata de morena y aliados, la Dra. Claudia Sheinbaum, sino que la duda es cuál será el margen de su victoria y si alcanzará para conseguir la mayoría calificada en el Congreso y, con ello, lograr ejecutar el Plan C.

En este proceso electoral morena tiene mucho que ganar y poco que perder, no obstante, existen riesgos que no pueden pasarse por alto, como es el pragmatismo por el pragmatismo, ¿hasta qué punto sumar a políticos de la vieja escuela y de la oposición resulta una estrategia que sume y no que reste entre los militantes que fundaron y sostienen este gran movimiento?

Otro reto que vivirá el movimiento de transformación encabezado por morena y la Dra. Sheinbaum es la transición del periodo del presidente Andrés Manuel López Obrador, figura que por más de veinte años ha logrado aglutinar, organizar y cohesionar a las diferentes expresiones de la izquierda mexicana. Sin temor a errar, afirmo que su retiro de la vida pública representa un reto para el futuro de la izquierda, tanto por la fuerza y carisma de su persona como, sobre todo, por la unidad que logró construir. Ahora se tendrá que pensar en nuevas formas de gobernanza y organización, ya no encabezadas por el líder carismático del hoy presidente AMLO sino por un equipo que logre cohesionar a todos los sectores que forman parte de la Cuarta Transformación.

Un reto más será en términos narrativos ya que se vislumbra una guerra sucia superior a la vivida en 2006. Las y los militantes y referentes de la 4T tendrán que ser capaces de articular narrativas que tengan el mismo arraigo que, por ejemplo, la máxima del obradorismo "por el bien de todos, primero los pobres", y que sean congruentes con las políticas públicas ,las iniciativas de reformas y las acciones gubernamentales una vez ganada la elección, para así hacer frente a los grandes poderes mediáticos y no dejar de lado la batalla cultural que se vislumbra todavía más intensa.

No obstante, hoy en día, este gran movimiento de la izquierda mexicana aún conserva de su lado al mejor aliado: el respaldo del pueblo de México. La tarea es lograr no perder el apoyo de las y los mexicanos, pues aunque se tenga a la mejor candidata, el mejor programa de gobierno y el mejor gabinete, sin el pueblo no se puede conseguir la permanencia de la transformación. Ya lo dijo el presidente López Obrador, la clave es "pueblo, pueblo, pueblo".

Queridas y queridos lectores, a modo de cierre les comparto mis deseos colectivos para este 2024:

1. Que las y los mexicanos tengamos por vez primera una mujer presidenta progresista, de izquierda y con principios.

2. Que se logre el Plan C para lograr modificar reformas constitucionales que garanticen más democracia, más justicia y más bienestar.

3. Que todas y todos podamos vivir bien.

4. Que siga el desarrollo con bienestar y la prosperidad compartida.

5. Que nada humano nos sea ajeno y que la solidaridad continúe siendo la ternura de nuestros pueblos.

6. Que la esperanza no se canse, que se renueve y que permanezca. En otras palabras, que la esperanza continúe siendo nuestra realidad e impulso para transformar.

7. Que la felicidad sea compartir y cuidar a toda forma de vida.

8. Que siga la transformación del país y de la vida pública.

9. Que México continúe creciendo con justicia social.

10. Que juntos sigamos haciendo historia.

¡Feliz año nuevo!