2023: Economía e Inflación

El año que recién concluyó trajo consigo un panorama complicado en materia de crecimiento de los precios. Según el ultimo pronóstico del Fondo Monetario Internacional, la inflación cerrará en una cifra cercana al 9 por ciento a nivel global, mientras que las economías emergentes y las que se encuentran en vías de desarrollo registrarán una tasa cercana al 10 por ciento y el mundo desarrollado tendría una tasa ligeramente superior al 7 por ciento. En todos los escenarios, este comportamiento rompe cualquier tendencia de las últimas décadas.

Aún y cuando es previsible que el crecimiento de los precios se modere para los siguientes meses, y que la tasa inflacionaria se ubique en el orden del 6.5 por ciento al cierre de 2023, esta cifra aún se encontraría en los niveles prepandemia, lo cual no es una noticia positiva considerando que la economía todavía padece los lastres del cerrón productivo de la contingencia sanitaria y se prevé una desaceleración en los Estados Unidos, la cual podría llegar al nivel de una recesión técnica.

Y es que las medidas monetarias de elevación de las tasas de interés, mismas con las que se ha atacado desde este frente al flagelo de los precios, pueden derivar en la externalidad de poner freno al consumo y a la inversión, con su consecuente impacto en el crecimiento económico. El escenario de 2023, sería entonces preocupante ya que podríamos tener inflación superior a la prepandemia y magro crecimiento económico.

En estás aguas turbulentas la economía mexicana tendría que encontrar un norte que le permita navegar haciendo un control de daños y buscando, en la medida de lo posible, capitalizar ciertas oportunidades. A juzgar por lo ocurrido en 2022, los resultados han sido positivos para el país, dado el contexto mencionado. Recientemente The Economist dio a conocer un ranking que evalúa el desempeño de las economías más avanzadas del mundo agrupadas en la OCDE, mismo que coloca a México en el nada despreciable sexto lugar.

Los factores que han influido en ello son bien conocidos, el sostenimiento de la disciplina financiera del gobierno federal y la creciente recaudación tributaria respaldada por el combate a la evasión de los grandes contribuyentes así como el cuidado de la calidad del gasto público y la autonomía del Banco de México que le ha permitido trazar una política monetaria flexible que enfrente el entorno; todo esto ha permitido tener un tipo de cambio competitivo así como la canalización de recursos a transferencias directas que han permitido impulsar el consumo, así como generar un subsidio de facto a la gasolina que ha contenido el componente energético de los precios.

El mundo seguirá teniendo retos importantes en el 2023 en relación a la contención inflacionaria y a la recuperación del nivel de actividad productiva. Las reestricciones energéticas y la crisis climática serán otros factores que limiten las posibilidades de expansión económica y que empiecen a forzar los cuestionamientos que ya existen hacia la forma en cómo medimos la prosperidad. Entre tanto esto ocurre, las alternativas son pocas para el país, que busca zanjar injusticias históricas en medio de todas las complicaciones que el entorno global le plantea.