Las elecciones del 2023 se permean como procesos electorales profundamente importantes para la cuarta transformación, entendiéndola como una cosmovisión que, desde hace cinco años, lleva acumulando triunfos y “medios triunfos”, Coahuila es uno de los últimos bastiones opositores del país, y aunque la popularidad del ahora gobernador en turno sigue siendo lo suficientemente alta para representar una elección competida, la realidad es que en términos electorales la denominada alianza Va por México, se ha quedado sin oportunidades, es preciso mencionar en primera instancia que las elecciones del 2021 en Coahuila, el Partido Revolucionario Institucional supero a Morena por más de 10 puntos en el proceso de Ayuntamientos, imponiéndose y dejando en la derrota a actores relevantes de Morena como el Senador Armando Guadiana, quien perdió por una cantidad considerable la Ciudad de Saltillo, ante estas consideraciones, sería un error en a priori considerar que la oposición no tiene oportunidades en las próximas elecciones, tomando en cuenta que con base en los resultados del 2021, el PRI y el PAN por si solos, superan con más de 20 puntos a Morena.
Lo que no se considera, es el factor Estado de México, donde la anticipada selección de Delfina Gómez como Precandidata a la Gubernatura, da paso abierto a que sea un hombre quien encabece los esfuerzos morenistas en el norte del país, significando que en Coahuila solo existen dos posibles casos hipotéticos donde Va por México, tiene escasas posibilidades de victoria. Como primer posible hecho, el PRI seleccionara candidata en el Estado de México, tomando en cuenta que en las encuestas no existe ningún hombre que apuntale las encuestas, lo que da como resultado que en Coahuila sea el PAN quien seleccione a un hombre como candidato, individuo con el que no se cuenta, dado que el único panista relativamente relevante en el estado aglutina menos del 10% de las intenciones de voto, lo que significaría una nueva derrota a la alianza Va por México.
Como segundo caso hipotético, sería el PAN quien designe a un candidato hombre en el Estado de México, dado que dicho partido no cuenta con mujeres que lideren la intención del voto, significando que en Coahuila el PRI tendría que designar a una mujer como candidata, misma que como en el caso anterior es ausente, dado que quien encabeza las intenciones de voto del priísmo coahuilense es un hombre, lo que representaría una derrota.
Ante estos posibles escenarios, es claro que la oposición a pesar de contar con una considerable cantidad de votos en Coahuila, sus esfuerzos serán vacíos, dado que la designación del factor Morena-Estado de México, afecta directamente las decisiones coahuilenses.