La Organización Mundial de la Salud (OMS) volvió a declarar el brote de viruela símica en África como una emergencia sanitaria mundial. Esta decisión se tomó en respuesta a la preocupación por la propagación de una cepa más letal del virus, el clado 1B, que ha llegado a cuatro provincias africanas previamente no afectadas. Anteriormente, esta cepa había sido contenida en la República Democrática del Congo.
Los expertos del Comité de Emergencia de Mpox se reunieron virtualmente este miércoles 14 de agosto para asesorar al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien posteriormente anunció que se ha declarado una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI); el nivel más alto de alarma en términos de derecho internacional de la salud.
Cabe señalar que esta categoría se otorga a eventos extraordinarios que representan un riesgo significativo para la salud pública global y que pueden requerir una respuesta internacional coordinada.
Un día antes, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África habían declarado el brote como una emergencia de salud pública de seguridad continental, la primera de este tipo desde la creación de la agencia en 2017.
De acuerdo con el medio CNN, desde principios de este año, se han reportado más de 17 mil casos y más de 500 muertes en 13 países africanos. La República Democrática del Congo ha registrado más de 14 mil casos, representando el 96% de los casos confirmados recientemente.
La viruela símica es una enfermedad viral que se transmite fácilmente entre personas y animales a través de contacto cercano y materiales contaminados. Los síntomas incluyen fiebre, sarpullido doloroso, dolor de cabeza, y ganglios linfáticos agrandados.
La OMS había declarado previamente el brote de viruela símica como una emergencia sanitaria mundial en julio de 2022, pero levantó la declaración en mayo de 2023. Los funcionarios de la OMS han subrayado la importancia de una cooperación internacional para controlar la propagación del virus.