Cientos de manifestantes se congregaron el pasado 14 de noviembre por la noche en Saint-Denis, un suburbio al norte de París, para protestar en contra del partido de la Liga de Naciones de la UEFA entre Francia e Israel, celebrado a solo dos kilómetros del Stade de France y pronunciar su apoyo a Palestina. Los participantes acusaron al gobierno francés de permitir el partido y expresaron su enfado por la presencia del presidente Emmanuel Macron y otros miembros del Ejecutivo en el evento.
La protesta coincidió con un informe de un comité especial de la ONU, que comparó los métodos de guerra de Israel en Gaza con un genocidio. Muchos de los carteles y pancartas de la manifestación hicieron referencia a este informe, lo que intensificó el ambiente de tensión en la capital francesa.
A pesar de la fuerte presencia policial, que incluyó drones y helicópteros, la seguridad se mantuvo firme para evitar que se produjeran enfrentamientos cerca del estadio. No obstante, dentro del Stade de France, se registró una pelea en las gradas entre hinchas rivales, mientras que algunos aficionados abuchearon y silbaron durante el himno nacional de Israel, reflejando la división que genera el conflicto en Gaza.
La manifestación y la controversia alrededor del partido se produjeron en un contexto de creciente tensión en Francia, donde ya habían estallado protestas días antes contra una gala organizada para recaudar fondos para el ejército israelí. La gala iba a contar con la presencia del ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, quien finalmente canceló su viaje a París, tras las amenazas de violencia.
La situación en París también estuvo marcada por los disturbios ocurridos en Ámsterdam, donde se registraron enfrentamientos violentos entre hinchas israelíes y jóvenes árabes, en respuesta a provocaciones de aficionados del Maccabi Tel Aviv. El 7 de noviembre, un vídeo viralizó imágenes de hinchas israelíes coreando insultos antipalestinos camino al estadio. Esto desató una serie de ataques, que resultaron en varios heridos y decenas de detenidos. Estos enfrentamientos fueron calificados como "antisemitas" por las autoridades europeas e israelíes.