El año que dejamos fue un año de transición administrativa, gubernamentalmente hablando, hubo elecciones donde se reafirmó la postura de la ciudadanía hacia la continuidad de lo que llamamos Cuarta Transformación. El primer semestre del año existía la incertidumbre electoral que, aunque se tenía la hipótesis de que sería una elección reafirmante hacia esta forma de gobierno, había que esperar los resultados; los cuales fueron arrolladores y además se eligieron, como algo inédito, a dos mujeres para los cargos más importantes de la gobernanza del país y la jefatura de gobierno de nuestra ciudad de México. En el segundo semestre, comenzaron los preparativos de cambios administrativos, conocimos a los elegidos para encabezar cada una de las secretarías; y finalmente la transición.
Ahora comienza un nuevo año, con la mirada al horizonte, es decir, cargada de esperanza en aras de que se materialicen los planes, programas e iniciativas que desde las instituciones de gobierno, se planean implementar. Quiero referirme particularmente a lo que compete al Arte y la Cultura.
En su toma de posesión la presidenta Claudia Sheinbaum hizo compromisos en materia de cultura. Habló de una “República cultural y de lectores” dentro de la enumeración de sus 100 compromisos enunciados el pasado octubre en el zócalo capitalino, mencionó el crear más espacios para la promoción y difusión de la lectura en el país, así como “garantizar las condiciones para que los artistas de México puedan realizar su actividad y reciban una remuneración justa”; a “promover el desarrollo y el acceso a la cultura en todos los ámbitos y disciplinas”; “crear el sistema más ambicioso de educación y creación artística formal y comunitaria”, consolidando “las escuelas del INBAL y promoviendo la educación artística”, y habló también de “impulsar la grandeza cultural y la recuperación de la memoria histórica de México”.
Por su parte la jefa de gobierno electa, Clara Brugada, presentó para la Ciudad de México, los 20 puntos específicos de su plan “Ciudad Cultural, Creadora y Artística: Sembrando Artes para cosechar Cultura”, con la consigna de que la cultura no debe verse como un privilegio sino como un derecho. Los tres ejes rectores del mismo son: La ciudad como espacio de expresión y creación artística; la ciudad como espacio público para la cultura y el turismo; y la ciudad con memoria histórica y patrimonio cultural.
Su propuesta abarca: construir hasta 100 UTOPÍAS (Unidades de Transformación y Organización Para la Inclusión y la Armonía Social) a lo largo y ancho de la capital; la creación de una Universidad de las Artes que contará con un sistema de formación educativo que permita guiar y enlazar el trabajo con las casas de cultura, los FAROS y las UTOPÍAS; desarrollar un urbanismo con perspectiva cultural, convirtiendo cada espacio público en un escenario cultural; la creación de un sistema de educación e información cultural para coordinar y vincular todas las actividades culturales de la ciudad; promover la ciudad multicultural, reconociendo la diversidad cultural de los pueblos indígenas y originarios; la implementación del programa 'Do, Re, Mi, Fa, Sol por mi escuela' para equipar todas las escuelas con instrumentos musicales; una incubadora de empresas culturales para la creación de espacios culturales independientes; desarrollar el corredor cultural y formativo 'Teatro Blanquita - Bellas Artes'; la creación del Pasaporte Ciudad Capital Cultural para acceso gratuito a museos, exposiciones y eventos culturales; fomento a la lectura; reconocer los derechos de los trabajadores culturales y garantizar sus derechos laborales; programa de autogestión para jóvenes artistas y apoyo a iniciativas culturales transformadoras; desarrollar brigadas comunitarias culturales para promover la cultura en todas las colonias y barrios; reservar y difundir el patrimonio cultural de la ciudad; reconocer y promover las manifestaciones culturales de las comunidades migrantes; convertir a la ciudad en la galería abierta más grande del mundo con la creación de murales en los espacios públicos; entre las primordiales.
La titular designada para la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México es Ana Francis López Bayghen Patiño, mejor conocida como Ana Francis Mor. En su entrega de acta para entrar en funciones, se comprometió a trabajar en los proyectos culturales y artísticos de la Jefa de Gobierno y priorizar el llevar actividades artísticas y culturales a más espacios públicos y educativos, con la finalidad de trabajar con la Nueva Escuela Mexicana.
La secretaria de Cultura Federal, Claudia Curiel de Icaza, en su primera aparición pública como titular, anunció que el Plan Nacional de Cultura estará listo para conocerse en abril de este ya entrante año 2025.
De notarse, que la agenda de este sexenio reconozca a la cultura y a las artes como parte fundamental de la transformación, es algo que se mira como una imperiosa necesidad, se ha venido empujando desde los inicios del movimiento de la mano a las ideas de cambio, exigiéndose desde los movimientos sociales y trabajadores de la cultura, puesto que son derechos humanos fundamentales para el libre desarrollo de las capacidades humanas, y es de celebrarse.
Muchas son las propuestas que llenan de expectativas a una ciudadanía que anhela una vida más plena donde el arte y la cultura sean prioritarios, y reconocidos como los motores sustanciales de la transformación. Cuando los cambios se vuelven culturales es porque han tocado raíces, es porque las semillas están germinando y porque la lógica de la cultura salvaguardada va en sentido contrario a las lógicas imperantes del mercado.
Es un reto que tienen los gobiernos. Que lo que dicte sea el reconocimiento pleno a nuestros pueblos originarios, el ejercicio cabal de los derechos culturales y de las libertades creativas. Es un reto que toca atender, porque se corre el riesgo de caer en la vorágine neoliberal, de las lógicas dictadas por ese mercado, que sí están en contradicción sustancial con el quehacer cultural, y que además mira a la cultura exclusivamente como objeto ornamental, para el disfrute turístico, tratado como mera mercancía.
En las artes, son muchos los colectivos de artistas mexicanos que trabajan siempre contra corriente, en la constante resistencia a la vorágine, para no desistir a un trabajo que en muchos de los casos no es remunerado. Siendo además ellos los que han sostenido año tras año la maquinaria, en gran diversidad y riqueza, de las artes de este país.
Grandes esfuerzos colectivos se levantaron el año que recién dejamos, los ojos de muchos están atentos y a la expectativa de ser partícipes de cambios sustanciales, porque la transformación sea una realidad cultural.
Este es un recordatorio para no dejar de mirar hacia dónde vamos, qué nos depara en este año que apenas inicia, porque qué sería de la vida sin el cielo enardecido, sin las formas diversas y particulares de avanzar en la historia. Porque se tiene claro que, si el arte y la cultura no son los motores fundamentales, no habrá auténtica transformación y el termómetro es la emancipación.
Cabe señalar, que la Secretaría de Cultura ha lanzado una convocatoria para participar en las mesas de las “Reuniones de Consulta hacia el Programa Sectorial de Cultura” donde se convoca a creadores, artistas, investigadores, gestores, portadores y agentes culturales, previo a la presentación del Plan Nacional de Cultura Federal. La convocatoria está abierta hasta el 6 de enero.
Nada está dado, el futuro de la cultura en México se está escribiendo. Esto debe ser también una proposición impúdica para tomar los espacios públicos y hacer pleno uso de nuestros derechos colectivos, que son derechos culturales. ¡Qué sea un gran año para todos!
¡Feliz y combativo 2025!
@anaenelespacio