Un escándalo sacude a la monarquía británica y vincula al príncipe Andrew, segundo hijo de la reina Isabel II, con el espía chino conocido solo como "H6". Aunque esta noticia ha circulado ya durante varios días, los medios que principalmente difunden este material no poseen traducciones al español por lo que las relaciones entre el espionaje y la diplomacia internacional así como su implicación en la vida pública no han sido suficientemente discutidas.
Este episodio, que involucra a los países Reino Unido y China, no es solo un reflejo de las tensiones geopolíticas, sino también representa uno de los peligros inherentes al entrelazamiento de la familia real con redes de influencia internacionales.
En un contexto de creciente desconfianza y competencia entre potencias, la figura del príncipe, siempre rodeada de controversias, se ve ahora vinculada a un asunto que podría tener repercusiones mucho más profundas para la seguridad nacional británica y la estabilidad internacional (Pérez, 2024).
¿Cómo ocurre?
Para entender la magnitud de este escándalo real, es necesario tomar en cuenta el delicado momento que atraviesa la relación entre China y el Reino Unido. Pekín, como una de las principales potencias económicas y militares del mundo, ha demostrado en los últimos años una ambición por expandir su influencia más allá de sus fronteras.
El Reino Unido, por su parte, intenta balancear la necesidad de una relación económica estratégica con la creciente preocupación sobre la injerencia de China en sus asuntos internos, particularmente en lo que respecta a la tecnología y el espionaje industrial (Ramírez, 2024).
En este contexto, la relación del príncipe Andrew con un espía chino de alto nivel, identificado como H6, no solo compromete su propia imagen (y a la de la corona), sino que pone de manifiesto la vulnerabilidad de las instituciones británicas frente a las intrincadas redes de poder y espionaje de Beijing.
¿Quién es H6?
Según lo reportado por el diario internacional Al Jazeera, se trata de un empresario al que, recientemente, un tribunal del Reino Unido le habría prohibido la entrada a dicho país.
El término "H6" es el seudónimo que oculta la identidad de este presunto espía, se ha convertido en el eje de una investigación que ha sorprendido incluso a los analistas de inteligencia más experimentados. La postura más clara respecto al personaje fue pronunciada por quien fue la ministra del Interior en Reino Unido, Suella Cassiana Braverman, quien reveló (junto a un tribunal) que el nombre del sujeto es Yang Tengbo, conocido únicamente como H6.
Braverman por su parte fue categórica: “Expliqué mi decisión como Ministro del Interior de prohibir la entrada a Yang Tengbo en el Reino Unido. El gobierno laborista está siendo increíblemente débil en lo que respecta a China y debe rendir cuentas. Debate del 16 de diciembre en la Cámara de los Comunes”. Según lo explicó la funcionaria, la primera vez que lo excluyó fue en 2023, después de que la ministra dijera que se consideraba que había participado en "actividades encubiertas y engañosas" en nombre del Partido Comunista Chino (PCCh).
De tal modo que el pasado jueves 12 de diciembre, el gobierno británico, argumentó que el presunto espía “H6”, representaba un riesgo para la seguridad nacional y que según lo señalaban los reportes internos de la corona, el hombre se había convertido en un "confidente cercano" del princípe Andrew, afectado por el escándalo, y fue invitado a residencias reales, como el Palacio de Buckingham. El hombre también se habría reunido con dos exlíderes del Reino Unido en varias ocasiones.
Según otras versiones, H6 habría operado bajo una cobertura que le permitió acceder a círculos de poder internacionales, infiltrándose en gobiernos occidentales, incluido el británico. Aunque no existen pruebas definitivas de que el príncipe Andrew haya estado involucrado directamente en actividades ilegales, las sospechas persisten.
¿Cuál será la ruta a tomar por la Corona?
Este escándalo también resalta una contradicción inherente en las relaciones internacionales del Reino Unido: por un lado, la necesidad de mantener relaciones económicas con China, especialmente en el contexto post-Brexit, y por otro, la creciente desconfianza respecto a las ambiciones expansionistas de Pekín. En este sentido, el vínculo de Andrew con H6 podría complicar aún más la postura británica frente a China, creando tensiones internas y externas sobre cuál debe ser la postura del Reino Unido en el contexto de una guerra fría tecnológica y cibernética que parece intensificarse.
El gobierno británico, en particular, se enfrenta a una disyuntiva difícil: cómo responder ante la creciente evidencia de que sus propios ciudadanos y figuras públicas han sido blanco de operaciones de espionaje extranjero sin comprometer su relación económica con la segunda mayor economía mundial (López, 2024).
Además, este caso trae a la luz las grietas dentro de las propias instituciones británicas. La monarquía, que históricamente ha representado un símbolo de estabilidad y unidad, se encuentra ahora en el ojo del huracán, siendo objeto de escrutinio por su aparente vulnerabilidad frente a la manipulación externa. La figura del príncipe Andrew, ya de por sí marcada por su implicación en el caso de Jeffrey Epstein, se ve ahora inmersa en un escándalo que podría significar su final político, así como una crisis de confianza para la Casa Real. Si bien no se ha demostrado que haya tenido conocimiento de las actividades de H6, su relación con figuras de dudosa reputación pone en evidencia la fragilidad de las instituciones más allá de la política partidaria, cuestionando hasta qué punto la familia real es capaz de navegar las complejas aguas del poder internacional sin caer en redes peligrosas y ocultas.
Vea aquí la postura de Suella Braverman ex ministra del Interior:
González, J. (2024). Espionaje y política en el siglo XXI: La influencia de potencias extranjeras en las democracias occidentales. Editorial Lumen.
López, R. (2024). El dragón en Occidente: China y sus tensiones con Europa. Fondo de Cultura Económica.
Pérez, A. (2024). El príncipe y el espía: La crisis diplomática entre China y el Reino Unido. El País.
Ramírez, M. (2024). Geopolítica moderna: El Reino Unido en el centro del tablero global. Editorial Taurus.