Miles de armas cruzan ilegalmente la frontera de Estados Unidos hacia México cada año. Rifles de asalto, pistolas, municiones, instrumentos de muerte que terminan en manos de los cárteles mexicanos.
Mientras en México la compra legal de armas está altamente restringida, al otro lado de la frontera, en estados como Texas y Arizona, las armerías operan con regulaciones laxas que facilitan la adquisición de éstas.
El informe de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, publicado el pasado 8 de enero, señala que entre 2017 y 2021, el 74% de las armas recuperadas en crímenes en México provenían de EE.UU. La mayoría de estas armas fueron compradas en armerías con licencia federal en Texas, Arizona, California y Nuevo México. De 2022 a 2023, en estos cuatro estados fronterizos se vendieron 5.5 millones de armas, representando el 18% del total nacional.
Las cinco principales rutas de tráfico de armas de EEUU a México representaron el 32% del total de armas traficadas fueron de Arizona a Sonora y de Texas a Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua y Guanajuato.
La fabricación de armas es una industria que va al alza, según el mismo Informe, los fabricantes de armas han aumentado su participación en las ventas, del 13% en 2017 al 20% en 2023. Las principales armas de fuego relacionadas con delitos recuperadas fueron pistolas de 9mm fabricadas por: Glock, Taurus, Smith and Wesson y Beretta. Cabe destacar que 14% fueron usadas en un crimen en menos de un año a partir de su compra
Estos fabricantes guardan entre ellos algo en común, son parte de la Asociación Comercial de la Industria de Armas de Fuego (NSSF, por sus siglas en inglés), brazo económico que representa a la industria de las armas y municiones en Estados Unidos.
El otro brazo, es el político, encarnado por la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) que financia a decenas de legisladores de los Estados Unidos, incluyendo al actual Secretario de Estado Marco Rubio que le ha donado más de 3 millones de dólares a lo largo de su trayectoria.
La NRA es el rostro de la defensa del derecho a portar armas a nivel individual, esta asociación cuenta con 5.5 millones de miembros. Cabildeo, anuncios, y financiamiento a campañas electorales, son solo algunos de los mecanismos que la NRA utiliza para incidir políticamente.
De acuerdo con la organización The Trace, la cual se encarga de visibilizar la violencia por armas de fuego en Estados Unidos, en 2020, la NRA gastó alrededor de 23 millones de dólares en apoyo a candidaturas republicanas federales.
Un estudio realizado por Health Affairs, reveló que, a lo largo de los cuatro ciclos electorales, entre 2012 y 2018, el 5% de los 14 millones de anuncios electorales de candidatos incluían referencias a las armas, de los cuales 51% eran pro-derecho de la portación de armas y 35% mencionan a la NRA.
Así, es que la NRA ha moldeado en buena medida la cultura del derecho a portar armas en EE.UU., convirtiéndolo en un símbolo de identidad y orgullo del conservadurismo estadounidense.