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  • 10 Oct 2023
  • 12:10
  • SPR Informa 6 min

Israel, Hamás y el Desafío de la Paz en Oriente Medio

Israel, Hamás y el Desafío de la Paz en Oriente Medio

Por Erick Calderón .

Para adentrarnos en el complejo conflicto en Oriente Medio, es crucial analizar los eventos recientes que han llevado a una escalada sorprendente de la situación, ya que el 7 de octubre pasado, Hamás, un grupo paramilitar que actualmente controla políticamente la Franja de Gaza, lanzó un ataque en suelo israelí que ha dejado un saldo de más de mil víctimas mortales y miles de heridos. Este ataque ha sido uno de los episodios terroristas más devastadores en la historia reciente, y ha dejado a la población israelí sufriendo terribles consecuencias.

Sorprendentemente, este evento también ha dejado en evidencia una falla imperdonable en la seguridad israelí durante el Sabbath, ya que el reconocido servicio de inteligencia MOSSAD no fue capaz de prevenir la incursión de células terroristas paramilitares y el lanzamiento de miles de misiles en su territorio. En última instancia, son los ciudadanos de Israel quienes han pagado el precio más alto por esta tragedia, donde la sofisticación de la organización detrás del atentado que logró infiltrarse en territorio israelí por tierra, mar y aire, es un acto sin precedentes en el conflicto.

Sin embargo, para obtener una comprensión más completa del conflicto en esta zona, es esencial contextualizar de manera breve pero precisa, ya que esta región ha sido escenario, en poco más de un siglo, de una serie de guerras, migraciones masivas, ocupaciones legales e ilegales de tierras, actos de terrorismo y diferencias religiosas. Estos eventos han generado profundas diferencias morales, jurídicas y políticas que influyen en el conflicto actual de manera fundamental.

En ese sentido uno de los argumentos centrales de la causa palestina se refiere a la ocupación de territorios anexados sin validez internacional, incluyendo Cisjordania y la Franja de Gaza, que conforman lo que conocemos como Palestina actualmente. Esto, tras finalizar la Guerra de los Seis Días, que se dió a finales de los años 60, donde la Franja de Gaza estaba bajo el control de Egipto y Cisjordania de Jordania, las cuales fueron ocupadas por Israel, al estos ganar la guerra. Sin embargo, Israel abandonó ambas áreas en 2005, y en la actualidad, la situación en estos territorios sigue siendo motivo de disputa, donde la parte de Cisjordania ya ha mostrado en el pasado una disposición para buscar la paz con Israel, mientras que la situación en Gaza es precisamente lo contrario.

El grupo Hamás, tomó el control de la Franja de Gaza en un conflicto interno con el movimiento rival Fatah en 2007, lo que resultó en una división política en los territorios palestinos, con Fatah manteniendo el control en Cisjordania y Hamás gobernando en Gaza. Desde entonces, se ha mantenido una situación de facto de dos gobiernos separados en Palestina.

Vale la pena recalcar que Hamás es un movimiento político y militar con una significativa base de apoyo social en la Franja de Gaza, así como también respaldo político en la zona, a pesar de su controvertido estatus internacional y su designación como organización terrorista por varios países, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea, por ello que sorprenda que haya mantenido un gobierno en Gaza o que incluso ha participado en elecciones locales y parlamentarias en Palestina, donde ha sido electo para liderar el Gobierno en Gaza y ha establecido instituciones y servicios gubernamentales en la Franja.

También ha mantenido un ala militar que ha estado involucrada en conflictos con Israel. Su apoyo en Gaza se deriva de una variedad de factores, que incluyen cuestiones políticas, sociales y económicas, así como su resistencia armada.

En ese sentido, es importante destacar que la división entre Hamás y Fatah ha sido un obstáculo importante para la unidad política palestina y para las negociaciones de paz con Israel. Los esfuerzos para reconciliar a los dos movimientos y formar un gobierno de unidad palestino han sido complicados y aún no han tenido éxito en su totalidad principalmente por estos motivos.

Por otro lado, Hamás ha recibido un notable respaldo de diversos grupos paramilitares musulmanes tras el ataque y la anticipación de las posibles represalias por parte de Israel. Entre estos grupos destaca Hezbollah, una organización de mayor envergadura y mejor equipada. Además, remanentes de ISIS y los talibanes han manifestado su interés en participar en el conflicto, estos últimos incluso solicitando permiso para desplegar tropas a través de Irak e Irán. Incluso el líder supremo de Irán, ha proporcionado su apoyo político y económico a este movimiento militar, dejando en claro quiénes están dispuestos a respaldar esta causa de manera decisiva. En cambio, algunos históricos enemigos de Israel, como Egipto, Arabia Saudita y Jordania, han optado por mantener una postura neutral en este contexto.

Esta situación nos lleva apensar que el conflicto va a seguir escalando en los próximos días, y podría derivar en una guerra mayor en la zona, la cual venía alcanzando cierta estabilidad, principalmente entre Israel y otros estados Árabes que habían incluso estado intercambiando proyectos productivos y firmando tratados económicos, por lo que se cree que Hamás atacó ahora para desestabilizar la zona y evitar la paz.

Por otro lado, sorprende que la reacción de muchas otras personas en Europa y Latinoamérica relacionadas a diferentes movimientos de izquierda, muestran simpatías con una teocracia fundamentalista y terrorista donde no existe un vínculo ideológico directo o inherente entre estas y grupos como Hamas, Hezbollah, o los estados de Irán, Siria o Irak. Estos son actores políticos y gubernamentales con ideologías y agendas muy diferentes a las de las izquierdas europeas y latinoamericanas desde donde se defiende incluso como “heroico” el actuar de Hamás.

Por el contrario, las izquierdas suelen abogar por políticas que promueven el bienestar social, el reconocimiento de derechos de las minorías, la igualdad económica y oportunidades para todos los ciudadanos, a menudo dentro de sistemas democráticos y laicos. Por otro lado, las teocracias fundamentalistas en Medio Oriente, como Irán, tienden a basarse en una interpretación religiosa rígida del islam y tienen un enfoque muy diferente en cuanto a la política y la sociedad, donde incluso aún ahorcan a los homosexuales, apedrean mujeres en público o ejecutan a quienes no piensan igual o se expresan “mal” del Corán.

Si bien es comprensible que algunos grupos o individuos a nivel internacional puedan expresar simpatía o apoyo a causas o movimientos en Palestina por diversas razones, como solidaridad política, antiimperialismo o críticas a las políticas de Estados Unidos o Israel, es fundamental destacar que esto no implica automáticamente un vínculo ideológico directo entre las izquierdas y las teocracias fundamentalistas. Mucho menos justifica el terrorismo atroz y manifiesto, donde su relativismo moral socava el sentido común de lo que consideramos "humano".

Es importante destacar que la Franja de Gaza es una de las áreas más densamente pobladas del mundo, resultado del desplazamiento de numerosas personas hacia esa región. Esto ha llevado a acusaciones de "limpieza étnica" en contra del gobierno de Israel en varias ocasiones. Sin embargo, lo que genera una alarma aún mayor sobre la creciente deshumanización y crueldad del conflicto es la privación de servicios básicos esenciales en Gaza. Anteriormente, Gaza dependía en gran medida de Israel para el suministro de electricidad, combustible, alimentos y agua, pero en la actualidad, estos suministros les han sido negados, al mismo tiempo que se encuentran bajo el constante bombardeo israelí.

Vale la pena mencionar que es cierto que Hamas no representa a todo el pueblo palestino. Sin embargo, son precisamente las acciones de Hamas, como el crudo ataque del pasado fin de semana, lo que ha condenado a su propia población a una escalada venidera en el conflicto y la crudeza de la violencia, por ello es esencial abogar por la paz de manera urgente y tratar de evitar que la población civil sufra un daño profundo, ya que se espera que la respuesta de Israel no tenga precedentes y cause una devastación nunca antes vista en la Franja de Gaza.

Asimismo y tomando en cuenta el panorama actual del conflicto entre Israel y Hamas, algunos argumentan que seguramente Israel ganará este conflicto por varias razones clave. En primer lugar, Israel cuenta con una de las fuerzas militares más avanzadas y poderosas de la región, respaldada por tecnología de punta y una sólida infraestructura militar. Esta superioridad militar le otorga una ventaja significativa en términos de capacidad de combate y defensa.

En segundo lugar, Israel cuenta con un alto nivel de apoyo internacional, especialmente de países occidentales como Estados Unidos. Este apoyo se traduce en asistencia militar, respaldo diplomático y suministros estratégicos que refuerzan su posición en el conflicto.

En último término, Israel ha demostrado una firme determinación histórica y política para salvaguardar la seguridad de sus ciudadanos. Las décadas de experiencias militares en la región han forjado su capacidad de adaptación y resistencia. No obstante, es menesteroso subrayar que el conflicto israelí-palestino es profundamente complejo, y una solución definitiva no puede ni debe depender únicamente de medidas militares.

Por tanto, una resolución sostenible y duradera requerirá esfuerzos diplomáticos y negociaciones políticas para abordar las causas fundamentales del conflicto y alcanzar la paz en la región. Sin embargo, estos esfuerzos se han vuelto más difíciles en el contexto actual, con Israel enfrentando desafíos, y tensiones; así como la rabia y la frustración de su población por el cobarde ataque del que fueron víctima, lo que dificulta aún más el camino hacia la paz y la estabilidad en el corto plazo ya que todo esto tendrá, sin duda, un impacto profundo no sólo en la zona, sino en el mundo entero.