• SPR Informa
  • SPR Informa
  • SPR Informa
  • SPR Informa
  • SPR Informa
  • https://www.sprinforma.mx/noticia/imaginemos-un-futuro-distinto-el-dia-mundial-sin-automoviles-y-la-estrategia-nacional-de-movilidad-y-seguridad-vial
  • 22 Sep 2023
  • 11:09
  • SPR Informa 6 min

Imaginemos un futuro distinto: el Día Mundial sin Automóviles y la Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad vial

Imaginemos un futuro distinto: el Día Mundial sin Automóviles y la Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad vial

Por Román Meyer Falcón

El Día Mundial sin Automóviles nos recuerda la urgencia de abordar el fenómeno de “motorización” que ha afectado la movilidad de millones de personas en este país. Este cambio no fue mera consecuencia de la evolución urbana, sino el resultado de acciones u omisiones de élites políticas y económicas, que en los últimos cincuenta años impulsaron el crecimiento de la infraestructura para el transporte privado, individualista y motorizado, por encima de sistemas de transporte públicos, colectivos y no-motorizados.

En la primera mitad del siglo XX, México experimentó un proceso acelerado de urbanización caracterizado por la expansión horizontal de las ciudades. Así, en términos prácticos, la vida cotidiana cambió radicalmente: si antes las personas podían desplazarse a pie para realizar gran parte de sus actividades cotidianas, ahora tenían que recorrer distancias más largas y, por lo tanto, subirse a algún medio de transporte para moverse dentro de los centros urbanos o entre ellos. 

Frente a ese fenómeno demográfico y espacial, lejos de haber un proceso de ordenamiento y planeación del desarrollo urbano dirigido desde el Estado, que buscara resolver las necesidades de traslado de las personas, en el territorio confluyeron múltiples intereses que privilegiaron el transporte privado en automóvil. 

En consecuencia, el espacio para los coches se incrementó hasta ocupar, actualmente, alrededor de 40% de la superficie urbanizada. Más aún, el parque vehicular se disparó: de acuerdo con INEGI, tan sólo de 2000 a 2020, el número de automóviles aumentó casi 250%, al pasar de 10 a 36 millones de unidades (ello, cabe mencionar, cuando la población total del país sólo creció 30%).

Todo este proceso de “motorización” trajo consigo varios problemas en términos de la movilidad de las personas. Sólo por mencionar algunos, aumentó la congestión vial, creció el número de accidentes de tránsito y subieron los niveles de contaminación, lo que, a su vez, supuso enormes costos monetarios, de tiempo y de salud para amplios sectores de la población en general, pero, sobre todo, para las comunidades con mayor rezago o marginación. 

Ante esta situación, el Gobierno de México, por medio de la Sedatu, ha buscado revertir las dinámicas del pasado y contribuir a mejorar la manera en que las personas se mueven dentro del territorio. En este sentido, vale hacer mención de la Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial (Enamov), aprobada y publicada en junio pasado, la cual representa un paso fundamental para que las y los mexicanos puedan ejercer su derecho humano a la movilidad, incluido, por cierto, desde 2020 en nuestra Constitución.

Ésta tiene como fin ser un instrumento guía y rector de los programas y políticas sobre movilidad que se desarrollen en los tres niveles de gobierno en el corto, mediano y largo plazos. En concordancia, para construirla se llevó a cabo un proceso de varios meses de trabajo, que incluyó a especialistas de la sociedad civil y funcionarios de los tres niveles de gobierno.

El resultado es un documento robusto que proporciona un plan de implementación claro, monitoreable y medible. Cada eje de acción cuenta con objetivos específicos y, sobre todo, acciones concretas con responsables gubernamentales asignados y plazos estimados.

Entre otras cosas, la Enamov parte de un diagnóstico donde se identifica que en México la infraestructura vial privilegia el uso del transporte privado en automóvil —lo cual se relaciona con altos niveles de lesiones y muertes por hechos viales— y excluye el desarrollo o mejora de otras formas de movilidad, empezando por los sistemas de transporte público colectivo. 

En este sentido, en sus ejes ejes acción, prioriza la revitalización de los sistemas de transporte público en favor de que sean eficientes, sostenibles, accesibles e inclusivos. Paralelamente, promueve los modos no motorizados de desplazamiento, en particular los viajes a pie y en bicicleta y, además, establece objetivos y lineamientos precisos  para lograr la reducción sistemática de las muertes y lesiones causadas por siniestros de tránsito.

En suma la Enamov aspira a que cualquier persona pueda trasladarse de un lugar a otro con seguridad, calidad y eficiencia para poder cumplir con sus necesidades básicas y tener una vida digna. 

En el marco del Día Mundial Sin Automóviles, cabe pensar en cómo podemos regular su papel para que no sean un transporte en contra del bienestar colectivo. Es claro que en el pasado poco se pensó en estos temas pero hoy hemos iniciado un cambio de rumbo con pasos firmes como la Enamov, que nos permiten imaginar ciudades más habitables, justas y sostenibles. Es un desafío titánico, pero también una oportunidad sin precedentes. Más allá de reflexionar sobre cómo nos movemos, es un buen momento para imaginar cómo queremos movernos y qué legado de movilidad queremos dejar para las futuras generaciones.