Hacia un nuevo Poder Judicial

La reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF) impulsada desde la presidencia de la República es una gran oportunidad para que la ciudadanía se involucre y conozca a fondo el significado y funcionamiento de esta institución fundamental del Estado mexicano.

Si bien, el PJF ha experimentado cambios profundos a lo largo de su historia, lo cierto es que estos se dieron en un contexto de opacidad y distanciamiento de la ciudadanía. Muestra de lo anterior fue la reforma al PJF de 1997 impulsada por el presidente Ernesto Zedillo, que se dio en una total opacidad, sin participación ciudadana y que dejó un PJF dependiente del poder presidencial y del partido hegemónico.

Contrario a lo sucedido en 1997, en la actualidad se busca que los cambios al PJF sean explicados a la ciudadanía de una forma transparente y, sobre todo, que esta tenga una participación activa en la conformación del nuevo poder judicial.  Ejemplo de esto es el inicio de los “Diálogos Nacionales sobre la Reforma Constitucional al Poder Judicial”, organizados por la Cámara de Diputados y que se llevarán a cabo en sus instalaciones, además de diversas entidades de la República en el periodo que va del 27 de junio al 8 de agosto. 

Los temas a abordarse en estas mesan corresponden a cuestiones técnicas de PJF como, por ejemplo, los mecanismos de ascenso y remoción de funcionarios, la defensoría de oficio y la operatividad de los tribunales de justicia local, pero además habrán mesas relacionadas con la teoría del Estado y la división de poderes. La finalidad de estos foros es percibir los grandes males que hoy aquejan la función jurisdiccional del Estado y buscar acciones inmediatas para remediarlas. 

El primer foro realizado en la Cámara de Diputados el pasado 27 de junio tuvo como ejes principales dos cuestionamientos: ¿Qué poder judicial tenemos? y ¿Qué poder judicial queremos? En este primer encuentro resultó muy relevante que asistieran los once ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los consejeros del Consejo de la Judicatura Federal, miembros del Poder Legislativo de todas las fuerzas políticas, personal operativo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de los Tribunales de Circuito, de los juzgados federales y de la Fiscalía General de la República. 

En algo coincidieron todos los oradores: se necesitan reformas profundas al PJF. Entre los temas abordados en los diferentes discursos destacaron la selección de los ministros y juzgadores federales; el respeto a los derechos laborales; la eliminación y sustitución del Consejo de la Judicatura Federal y la creación de mecanismos para agilizar la atención de la substanciación de los asuntos. 

Es imposible hablar en pocas líneas de todos los temas tocados durante el primer foro. Sin embargo, hay uno que ha generado mayor suspicacia entre los opositores a la reforma, pero que en este foro parece que han ido aceptando y reflexionando: la elección directa de ministros, magistrados y jueces federales. Tema que  los impulsores y creadores de la reforma han dicho que no está a discusión. 

Lo relevante de las participaciones acerca de este punto es que ministros que anteriormente se habían opuesto a la elección de los miembros del Poder Judicial ahora aportan ideas para establecer mecanismos graduales en la elección de los funcionarios judiciales y proponen que esto se haga de manera escalonada para no afectar el funcionamiento inmediato de la Corte ni de los Tribunales Colegiados y Juzgados de Distrito. 

El inicio de estos foros representa un ejercicio de transparencia, apertura y colaboración entre poderes, como lo reconoció el ministro Javier Laynez, opositor a la reforma. Su desarrollo pondrá en tela de juicio muchos de los temas que afectan a la ciudadanía en el ejercicio de sus derechos. Sumado a esto, se debe celebrar que la palabra justicia aparezca en el debate público, pero sobre todo la intención de mejorar los mecanismos para acceder ella y deje de ser esta una fórmula vacía para millones de mexicanos.