El primer debate presidencial mexicano y la fe en la tecnología

El pasado domingo 07 de abril sucedió el primer debate entre quienes aspiran a ocupar la presidencia de México en 2024; naturalmente, este ejercicio democrático generó una serie de reacciones, posicionamientos y memes. Sin embargo, en lo que respecta al contenido sustancial de las propuestas, el debate ocasionó algunas insatisfacciones, en buena parte debido a que ciertas preguntas no fueron explicadas o respondidas a profundidad, sino que se quedaron en meros aspectos superficiales, divagaron o, en el peor de los casos, desviaron la atención para dirigirla contra los debatientes.

En este proceso, uno de los elementos que jugó un papel de “comodín” ante los cuestionamientos complejos fue el tema de la tecnología; ya que, en mayor o menor medida, los candidatos promovieron la idea que la solución a problemas sociales como la corrupción, la educación o la salud es introducir más tecnología y digitalizar procesos institucionales, tal como se verá a continuación.

La candidata que más usó el recurso de la tecnología fue Xóchitl Gálvez, candidata de oposición por la coalición PRI, PAN y PRD; asimismo, Gálvez fue la que se mostró más optimista con la tecnología, como si ésta fuera la panacea, así lo demostró cuando mencionó que “no todo tiene que ser corrupción, lo que le falta a este gobierno es el uso de la tecnología”, como si ésta fuera una herramienta mágica que soluciona problemas y ayuda a gobernar, todo mientras el Estado, en una actitud pasiva y profundamente dependiente, se limita a usar lo que esté a su disposición y a adaptarlo según pueda, como si el gobierno no pudiera promover la producción tecnológica. 

Entre sus propuestas, la candidata promovió implementar tecnología Blockchain en las compras del sistema de salud, algo que superficialmente resulta inútil, ya que esto no dice nada de las prácticas sociales detrás de la creación de empresas fraudulentas, la concesión de contratos indebidos o las identidades reales de las personas detrás, sino que simplemente es un registro de actividades, algo que ya existe en los libros de contabilidad, los contratos y otros documentos institucionales, el reto es investigar las practicas y actores inmiscuidos, así como la impartición de justicia con leyes adecuadas y procesos institucionales libres de prácticas corruptas o ineficientes, las cuales sirvan al interés general y no sólo a las élites. 

Otra de las propuestas de Xóchitl Gálvez fue “Darles a los niños una Tablet para que aprendan robótica e inteligencia artificial”, cabe recordar que esta propuesta no es nueva, sino que se llevó a cabo bajo la gestión del expresidente Peña Nieto por parte de la Secretaría de Educación Pública en el período 2014-2015. En ese momento el proyecto terminó siendo un fracaso, en donde muchas tabletas terminaron siendo robadas, vendidas y revendidas; mientras que, por otra parte, el proyecto también enfrentó el problema de la creación de programas e interfases propias de la SEP, así como la actualización profesional del profesorado. Sin mencionar que la propuesta de Gálvez resulta insuficiente, ya que no es lo mismo aprender a desarrollar y estudiar la inteligencia artificial, a sólo interactuar con programas de inteligencia artificial, esto último sería más posible con las capacidades del hardware de un Tablet.

Una tercera propuesta de la candidata del PRI-PAN-PRD, y bajo el supuesto que “el tema del internet es un gran fracaso en este gobierno”, Gálvez promovió la idea de llevar “internet satelital de banda baja” a localidades de difícil acceso. Es importante añadir que la actividad de este gobierno para llevar internet a localidades de difícil acceso ha sido más que notable, sobre todo si tenemos en cuenta que este esfuerzo se hace bajo la tutela y propiedad estatal, vía instituciones como la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Además, la sola idea del internet satelital dispara los costos y genera una dependencia de la proveeduría de servicio a una empresa privada, probablemente Starlink, de Elon Musk. 

En lo que respecta al candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, éste propuso la compra de medicamento en tiempo real (con inteligencia artificial), así como usar la inteligencia artificial para predecir tendencias (de salud), prevenir comportamientos y proyectar enfermades en la población… Dicho lo anterior, es evidente que el candidato tiene bastante fe en la inteligencia artifical y no en la estadística simple y llana, sin mencionar que eso de “prevenir comportamientos” resulta peligroso, especialmente si es a través de sistemas de inteligencia artificial, ya que esto automatizaría una violación a la privacidad y la libertad individual. 

Una segunda propuesta en materia de impartición de justicia del candidato Álvarez Máynez es la digitalización de los trámites y la promoción de más accesibilidad, una necesidad que es innegable en sí misma; sin embargo, esto poco o nada sirve si no hay una reingeniería del sistema de impartición de justicia, ya que en muchos casos el problema no es que no llegue a su destino la denuncia, sino el tiempo y las formas en las que se resuelven los casos, varios de estos plagados de corrupción judicial. 

Algo curioso a señalar es que el candidato de Movimiento Ciudadano, Álvarez Máynez, reprochó a la candidata Xóchitl Gálvez por el fracaso del PAN en el proyecto “Enciclomedia”, una propuesta transexenal bajo la gestión de los expresidentes del PAN, Vicente Fox y Felipe Calderón, la cual consistió en digitalizar los salones de clase con pizarrones inteligentes y dispositivos de cómputo, pero que terminó en un derroche de dinero, corrupción e ineficacia tecnológica que costó a la población de México más de 24 mil millones de pesos. 

Por último, la candidata de la coalición Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde, Claudia Sheinbaum Pardo, centrada fuertemente en sus resultados como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, promovió la idea que la mejor forma de luchar contra la corrupción es por medio de la digitalización, así lo demostró con proyectos como el “Tianguis Digital”; aunque, es necesario puntualizar que la digitalización de procesos y proyectos estatales sólo es un paso en la lucha contra la corrupción, no es la solución en sí misma.  Llama la atención que la candidata Claudia Sheinbaum no recurrió al recurso tecnológico para responder las preguntas, por lo que cabe preguntar cuál es el rol que jugará la tecnología en caso de que ella sea presidenta y si éste será un tema prioritario para su gobierno. 

Más allá de que el tema tecnológico sea usado como comodín, es evidente que existe un optimismo generalizado hacia la tecnología y su alcance para resolver problemas sociales, con mayor o menor medida en la fe en la tecnología; sin embargo, cabe preguntarnos:

¿Realmente la tecnología tiene el potencial de remediar la corrupción o mejorar el sistema de salud sólo por sí misma? En tal caso, si la tecnología tiene un impacto tan positivo y decisivo en la resolución de problemas sociales, ¿por qué países tan tecnológicos como Estados Unidos, China o Japón aún se enfrentan a problemas sociales como la desigualdad, la corrupción u otros, algunos resultados del propio uso de la tecnología?