El pasado 20 de enero de 2025, el Senado de Estados Unidos ratificó a Marco Rubio como secretario de Estado. A pesar de la conformación del Senado, la votación fue unánime, Rubio consiguió capitalizar el voto de los 99 senadores que conforman la Cámara en este momento. Con esta decisión, Marco Rubio se convirtió en el primer miembro propuesto por Donald Trump que consigue ser aprobado para asumir su cargo. Este nombramiento convierte a Rubio en el primer latino – estadunidense en ocupar el cargo de secretario de Estado y representa en nombramiento más importante concedido a un latino en la administración de Estados Unidos en toda la historia.
El nombramiento de Rubio como jefe de la diplomacia de Estados Unidos augura un período de fuerte confrontación en el terreno internacional. Rubio se desempeñó como Representante y Senador por Florida, participó como miembro del Comité de Inteligencia del Senado y logró captar el apoyo tanto de miembros del Partido Demócrata como del Partido Republicano. A lo largo de su carrera, Rubio se ha posicionado en contra de las acciones diplomáticas de países como China, Rusia, Irán, Venezuela, Cuba y Nicaragua. Respecto al gigante asiático, Rubio ha catalogado a China como el principal desafío a nivel internacional. En repetidas ocasiones, el nuevo jefe de diplomacia ha señalado que es necesario reforzar la presencia geopolítica de Estados Unidos en el exterior, pero que también es fundamental fortalecer la capacidad de Estados Unidos en materia productiva para eliminar la dependencia a las cadenas globales de valor. En su primer acercamiento vía telefónica el 24 de enero con su par chino, Wang Yi, Rubio resaltó las preocupaciones de Estados Unidos respecto a sus aliados en la región (principalmente Taiwán) y los movimientos en el Mar de China Meridional.
Aunque las relaciones exteriores de Estados Unidos estarán a cargo de un latino esto no representa una noticia positiva para los gobiernos de Latinoamérica. Rubio ha señalado que su objetivo principal será la protección de los intereses nacional y que asumirá la agenda que Donald Trump ha trazado para su administración, en la que el papel de la diplomacia con América Latina será prioritario. De hecho, Rubio comenzará sus labores con una gira por cinco países latinoamericanos que se realizará entre finales de enero e inicios de febrero. Rubio visitará Panamá, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y República Dominicana. La visita a Panamá se realiza en un momento complejo en las relaciones entre ambos países debido a las declaraciones que ha hecho Donald Trump respecto al Canal de Panamá.
Durante los días previos a la asunción de Trump en su segunda administración de la Casa Blanca, resaltó su posición recalcitrante en contra de la migración y de ataque respecto a países aliados y posiciones estratégicas en continente americano: México, Canadá, Groenlandia y Panamá. Ahora, el gobierno de Panamá presidido por el conservador José Raúl Mulino, espera la visita de Rubio los próximos días teniendo en el centro las acusaciones de Trump a Panamá por los altos costos de movilidad en el canal y la presencia de China en el país latinoamericano.
Los movimientos/declaraciones de Trump, las acciones en contra de Gustavo Petro y las decisiones de agenda para los primeros días de Rubio a cargo de la diplomacia estadunidense nos muestra que nos encontramos en un momento en el que América Latina será un objetivo fundamental en la geopolítica de la Casa Blanca. En las próximas semanas veremos una gira de Rubio que se concentrará en la búsqueda de acuerdos para llevar el proyecto de securitzación de la frontera sur de Estados Unidos a todas las fronteras de Centroamérica. Es probable que en esta gira también presenciemos acciones que tengan por objetivo limitar a los capitales chinos en territorio americano, todo como parte de una estrategia en la competencia interpotencias.