2024 fue un año de trascendencia histórica: en México llegó la primer mujer presidenta al espacio de poder político más importante de la vida pública de nuestro país. Bajo el slogan de campaña #LlegamosTodas, Claudia Sheinbaum Pardo, marcó un precedente dentro del escenario internacional. Mujer de izquierda, abuela, trabajadora del hogar, científica y presidenta, es como se autodefine y lo que permite que las mujeres podamos ser lo que queramos ser.
Desde las luchas de izquierda para poder acceder a los derechos políticos, sociales y de cuidados, mujeres socialistas como Claudia Zetkin, Rosa Luxemburgo y Alexandra Kollontai, las sufragistas en Francia y en México Leona Vicario, Hermilia Galindo han trazado el camino que ahora permite que las mujeres podamos decidir sobre nuestro propio cuerpo, sobre nuestra sexualidad y nuestras aspiraciones académicas y profesionales.
Pero a pesar de las luchas para generar avances en los derechos de las mujeres que han llevado cientos de años, en México los datos oficiales como la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, señalan que el 70.1% de las mujeres de 15 años y más ha experimentado al menos una situación de violencia en su vida.
México sigue viviendo una crisis de violencia hacia las mujeres por motivos de género, y es que nacer mujer en una sociedad que se resiste a la igualdad, reduce la participación de las mujeres en la toma de decisiones importantes.
Sin embargo, no es solo un suceso en nuestro país, recordemos algunas de las recientes políticas que implementó Donald Trump en las cuales impide a las personas a tener una idendidad sexogenérica no binaria. la revocación de protecciones clave para los derechos reproductivos y la salud de las mujeres, así como recortes en programas esenciales como Medicaid y SNAP, que apoyan a millones de estadounidenses, especialmente a mujeres y niños. Además, su administración ha desmantelado programas y realizado cambios significativos en la financiación de investigaciones y organizaciones vitales para la salud femenina. Estas decisiones han causado alarma entre las mujeres y las defensoras de los derechos humanos en Estados Unidos y en todo el mundo. El conservadurismo ha optado por hacer de la política su mecanismo de propaganda social, permeando en aspectos que nuevamente, colocan a las mujeres en una posición de desventaja frente a los hombres que continúan objetivizando y deshumanizandonos.
Este #8M es imprescindible seguir protestando en contra de los feminicidios, de las luchas que aún no tienen respuesta como las mujeres desaparecidas, el abuso infantil y es importante continuar resistiendo frente a la influencia negativa de la derecha en el mundo.