“La migración segura es cuando las personas migrantes son sujetos de Derecho en todo el ciclo migratorio”.
Alicia Bárcena.
La migración es definida por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) como: “el cambio de residencia que implica el traspaso de algún límite geográfico o administrativo debidamente definido”. Sin duda alguna, se demuestra que el ser humano ha estado en constante movimiento desde que comenzó a habitar la Tierra, se tiene como antecedente que este traslado se hacía por la búsqueda de alimento y mejores condiciones para vivir, hasta que se dejó a un lado el estilo de vida nómada y comenzó la vida sedentaria, al establecerse en un lugar fijo y asentar alguna población.
El Continente Americano se ha caracterizado por los constantes flujos migratorios que ha sufrido a lo largo de su existencia, una de las primeras migraciones que se tuvo fue desde la época de la conquista y el establecimiento de colonias, pues los colonizadores europeos comenzaron a saquear las tierras americanas, que en ese momento habían sido “descubiertas”, dentro de sus tripulaciones venían esclavos de origen africano, quiénes también comenzaron a habitar las tierras americanas y formar sus familias, ello permitió que ocurriera un “choque de culturas”, lo cual hizo a América un continente pluricultural.
Luego del proceso denominado “globalización”, que permitió a los países de América y el resto del mundo a la apertura al libre mercado, se generó una interdependencia entre ellos; señalando al Continente Americano también aumentó el número de las personas que migraban con rumbo a Estados Unidos, bajo el objetivo de buscar una mejor calidad de vida para sus respectivas familias. Siendo ésta la primera respuesta del porqué ocurren las migraciones en América, también resaltan: la inseguridad, falta de oportunidades laborales, problemas económicos y actualmente resaltan los desastres naturales.
Según datos del US Census Bureau, se estima que en Estados Unidos viven alrededor de treinta y seis millones de mexicanos, lo que representa al 10.8% de la población estadounidense, siendo California el principal Estado donde radican mexicanos, contando con un aproximado de once millones de habitantes. Es sabido que, México y Estados Unidos son Estados vecinos que comparten más de tres mil kilómetros de frontera y actualmente cumplen doscientos años de relaciones diplomáticas, esto ha generado que las relaciones bilaterales estén fundamentadas en la cooperación económica, política, social y cultural, aunque han surgido momentos de tensión en diversos temas, tales como: combate al narcotráfico y migración.
Durante la pandemia de COVID-19, el Gobierno de Estados Unidos a través del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) emitieron el 20 de marzo de 2020 una orden de salud para “evitar la propagación del virus de COVID-19”. Dicha orden, generaba el expulsar a migrantes que buscaban ingresar a Estados Unidos o se encontraban en las fronteras terrestres estadounidenses, esto se le conoció como “Título 42” por parte del código de Estados Unidos.
La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) también se regía por el Título 42 y prohibía que las personas que “representaban un riesgo para la salud” no ingresaran a territorio estadounidense, fuese por su ingreso ilegal a Estados Unidos o por las restricciones de viaje que se habían anunciado.
El Título 42 tenía como fin la expulsión inmediata de migrantes que ingresaban por Canadá o México, cabe resaltar que los menores migrantes son exentos a la aplicación de dicha medida. Esto generó mucha controversia, puesto que se comentaba que el Gobierno de Estados Unidos lucraba con la pandemia y lo tomaba como pretexto para evitar que los migrantes ingresaran a su territorio, pues tomaban como consideración que sus medidas sanitarias no eran aplicadas de una manera correcta, cabe mencionar que Estados Unidos fue uno de los primeros países en tener mayor número de población contagiada de COVID-19, entonces era bastante contradictorio su argumento.
A partir de abril de 2022, la CDC anunció que se buscaba desaparecer el Título 42, debido a que se comentaba que no era necesario mantener esta medida, puesto que ya se contaban con la disposición de vacunar a la población y tener tratamientos para evitar la propagación del COVID-19, pero su vigencia continuó hasta el 11 de mayo de 2023.
Luego de la desaparición del Título 42, los legisladores republicanos señalaron que el terminar dicha política generaría un “error peligroso”. No es para sorprender las conductas racistas, clasistas y xenófobas del Partido Republicano, que busca llegar al poder en las elecciones presidenciales de 2024 y utilizan estos “argumentos” bajo la idea de atraer a la población estadounidense, donde resaltan los posicionamientos a favor del Título 42 por parte de los Estados de Misuri y Texas.
La llegada al poder de Estados Unidos de Joe Biden en enero de 2021 se sostuvo bajo la promesa de “construir un sistema de inmigración más humano”, pero se comprobó que fue todo lo contrario, al mantener durante dos años de su administración el Título 42. No se debe sorprender de esta conducta de Biden, ya que desde que fue Vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) tuvo como medida para “controlar” el flujo migratorio encerrar a migrantes en jaulas, una de las conductas más deleznables de esa Administración.
Los migrantes expulsados por el Título 42 en su mayoría son mexicanos, aunque se expulsaron centroamericanos y venezolanos, según Human Rights First dijo que se han identificado casi diez mil casos de secuestro, tortura, violación y reclutamiento por parte del crimen organizado luego de esa expulsión injustificada por parte de la policía estadounidense.
A partir del 11 de mayo, el Título 42 expiró y el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) determinaron que había un aumento en la seguridad de la frontera sur para quienes intenten ingresar a Estados Unidos de manera ilegal y perseguir a los “coyotes” que trafican con las personas. Se incluye que habrá un aumento de policías fronterizos, con un aproximado de diez mil cuerpos de seguridad.
Se estimó que a las primeras horas del 11 de mayo ingresaron entre nueve mil y catorce mil migrantes que intentarían ingresar a Estados Unidos, es lamentable que este número se refleje, pues se entiende que en sus respectivos países de origen no se han trabajado en políticas públicas que brinden a su población mejores condiciones laborales, educativas y de seguridad, lo cual vuelve a la migración una alternativa para mejorar las condiciones de vida.
Por otra parte, Biden comentó que se formarán centros regionales de procesamiento en América Latina, para que los inmigrantes puedan solicitar su ingreso a Estados Unidos, todo ello se generó por el aumento masivo de migrantes que solicitaban el ingreso a tierras estadounidenses; los centros que se están formando estarán en Guatemala y Colombia, puesto que son puntos clave donde los migrantes transitan para llegar hacía Estados Unidos a través de México.
Lo importante a mencionar es que la idea del “Sueño Americano” no debe ser exclusivo de Estados Unidos, más bien hay que expandirlo a todo el continente, con el objetivo que no se debe migrar hacia América del Norte para obtener una vida digna, sino que en cada país que conforma este Continente Americano cuente con las oportunidades necesarias, para que su población viva de la mejor manera y no perseguida por su condición migrante como ocurre en Estados Unidos. Tal como dicen los Tigres del Norte en su canción “La Jaula de Oro”: ¿De qué me sirve el dinero? Si estoy como prisionero dentro de esta gran nación, cuando me acuerdo hasta lloro, aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión.