El grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS), que ha liderado los avances insurgentes en Siria durante la última semana, está bajo el mando de Abu Mohammed al Jawlani. Este líder ha tenido una trayectoria militante que lo ha vinculado con varios grupos islamistas antes de llegar a la cabeza de HTS.
A pesar de que en los últimos años ha intentado dar una imagen más moderada, Al Jawlani ha sido acusado de violaciones a los derechos humanos. Estados Unidos mantiene una recompensa de 10 millones de dólares por su captura. Su verdadero nombre y edad continúan siendo un misterio, aunque él mismo ha afirmado ser Ahmed al Sharaa, nacido en Riad, Arabia Saudita, aunque otros informes sitúan su origen en Deir Ezzor, Siria. Las Naciones Unidas y la Unión Europea reportan que nació entre 1975 y 1979, mientras que Interpol lo sitúa en 1979 y otros medios apuntan a 1981.
Al Jawlani comenzó su militancia tras la invasión de Irak en 2003 por parte de una coalición liderada por Estados Unidos, donde se unió a Al Qaeda en Irak. En 2010, fue arrestado por las fuerzas estadounidenses y recluido en el Campamento Bucca, donde se especula que conoció a figuras claves del Estado Islámico (EI), como su futuro líder, Abu Bakr al Baghdadi.
Tras el estallido del conflicto en Siria en 2011, Al Jawlani, bajo la coordinación de al Baghdadi, se trasladó a Siria para liderar un brazo de Al Qaeda en el país, creando el Frente Nusra, inicialmente vinculado al EI. En 2013, rompió los lazos con EI y alineó al Frente Nusra con Al Qaeda. Posteriormente, en 2017, fundó Hayat Tahrir al Sham, unificando varios grupos rebeldes bajo su liderazgo.
Bajo el mando de Al Jawlani, HTS se consolidó como el principal grupo rebelde en la provincia de Idlib y las regiones cercanas, en el noroccidente de Siria, donde la población creció significativamente debido al éxodo de personas desplazadas por el conflicto. En esta zona, HTS estableció el denominado "Gobierno de Salvación", que actúa como una autoridad local, proporcionando servicios de salud, educación y seguridad interna.
Al Jawlani, en una entrevista con PBS en 2021, aclaró que no seguía la estrategia de Al Qaeda de una yihad global. Su objetivo, según dijo, era derrocar al presidente sirio Bashar al Asad, compartiendo esta meta con Estados Unidos y Occidente. Afirmó que Idlib no representaba una amenaza para Europa ni para Estados Unidos y que su región no era un escenario para la ejecución de una yihad internacional.
En 2020, HTS tomó medidas drásticas contra Al Qaeda en Idlib, cerrando sus bases, incautando armas y encarcelando a varios de sus líderes. Además, reprimió las operaciones del Estado Islámico (EI) en la zona. Aunque HTS impone la ley islámica en las áreas que controla, su aplicación es menos estricta que en otros grupos yihadistas, y la organización se ha mostrado dispuesta a interactuar públicamente con cristianos y otros no musulmanes, lo que ha sido criticado por algunos sectores islamistas por considerarlo demasiado moderado.
No obstante, organizaciones de derechos humanos han señalado a HTS por su represión de protestas y otros abusos contra los derechos humanos, aunque Al Jawlani ha negado estas acusaciones. HTS ha sido clasificada como una organización terrorista por varios gobiernos en Occidente y Oriente Medio, así como por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.