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  • hace 9 horas
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Registra la policía de Corea del Sur la oficina presidencial

La policía de Corea del Sur allanó, el miércoles 11 de diciembre, la oficina presidencial, la Agencia Nacional de Policía y otras oficinas gubernamentales, como parte de una investigación sobre la breve imposición de la ley marcial por parte del presidente surcoreano.

Cabe destacar que el mandatario Yoon Suk-yeol, quien tiene prohibido abandonar el país. Además, el exministro de Defensa, Kim Yong-hyun, fue arrestado por cargos de "participar en la insurrección y abuso de autoridad para obstruir el ejercicio de los derechos".

Ante estos hechos, el ahora exministro de Defensa intento quitarse la vida previo a ser detenido el pasado 8 de diciembre.

Derivado de la promulgación de la ley marcial, el Gobierno surcoreano envió a elementos del ejército a la sede del parlamento en un intento por impedir que los legisladores votaran por revertir la disposición. Sin embargo, los legisladores sí lograron entrar al recinto y votar para anular la ley marcial. 

El mandatario surcoreano, así como el exministro de Defensa, el exministro del interior y el general del ejército a cargo de la operación de la ley marcial, tienen prohibido salir del país. 

Esto sucede después de que, a dos años de su mandato, el presidente surcoreano declaró en días pasados la ley marcial, la cual también es conocida como “estado de guerra” o de sitio, un estatuto de excepción de aplicación de las normas legales ordinarias que le otorga facultades extraordinarias a las Fuerzas Armadas para la aplicación de su jurisdicción y resguardo del orden público.

En otros términos, la ley marcial se impone en un país cuando se considera necesario reforzar las actividades de las autoridades y organizaciones militares y usualmente se decreta cuando existe un conflicto armado o para sofocar rebeliones armadas.

En este sentido, la población surcoreana consideró que esta medida fue excesiva, lo que desató una serie de manifestaciones en su contra que terminaron con su desactivación.

La ley marcial estuvo activa en total seis horas, ilustrando la polarización política que existe en el país.