El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fue objeto de un ataque en su contra con un arma de fuego mientras se encontraba en un evento de campaña en Pennsylvania.
A pesar de que el mandatario solo resultó herido y el atacante fue neutralizado, aquí el recuento de los casos de los magnicidios que han sido perpetrados en dicho país.
Cuatro jefes de Estado norteamericanos han sido asesinados durante su cargo, el primero de ellos: Abraham Lincoln.
El decimosexto presidente de los Estados Unidos fue el primer jefe de Estado norteamericano en ser víctima de homicidio mientras se encontraba en su cargo. Lincoln fue atacado en el marco de la celebración del Viernes Santo, el 14 de abril de 1865, en el Teatro Ford de Washington, DC, capital de ese país. Alrededor de las 22 horas, el asesino, John Wilkes Booth, conocido actor, disparó en contra del mandatario.
A pesar de que el disparo no terminó con la vida de Lincoln de inmediato, las complicaciones derivadas de este ataque harían que el mandatario perdiera la vida el día 15 de abril de 1865, un día después de haber recibido el disparo.
El segundo mandatario estadounidense en haber sido asesinado en el cargo fue James Garfield, presidente número 20 de los EEUU.
Con menos de cuatro meses de haber asumido el cargo, el 2 de julio de 1881, Garfield fue atacado mientras arribaba a la estación de ferrocarril de Baltimore y Potomac en Washington, DC, cuando el escritor y abogado Charles J. Guiteau le disparó dos veces con un revólver; una bala rozó el hombro del presidente y la otra le atravesó la espalda.
El 19 de septiembre de 1881, Garfiel fue declarado muerto por complicaciones causadas por el ataque en su contra.
La tercera persona en ser asesinada mientras ejercía el cargo de presidente constitucional de los Estados Unidos fue William McKinley.
El asesinato de McKinley ocurrió el 6 de septiembre de 1901 en el Templo de la Música de Buffalo, en Nueva York . McKinley asistía a la Exposición Panamericana cuando recibió dos disparos en el abdomen a corta distancia por parte de Leon Czolgosz , un anarquista que accionó un revólver calibre 32 que ocultaba debajo de un pañuelo.
Tal como el caso de Lincoln, el entonces presidente McKinley no murió al momento del ataque, sino que las heridas provocadas por los disparos en su contra, empeorados por la gangrena que había desarrollado por las balas alojadas en su cuerpo, provocarían su muerte el 14 de septiembre de 1901.
El cuarto presidente en ser víctima de magnicidio fue John Fitzgerald Kennedy, presidente número 35 de los Estados Unidos y heredero de una dinastía de mandatarios y empresarios norteamericanos.
John F. Kennedy, entonces jefe de Estado, se encontraba paseando junto a la primera dama Jacqueline Kennedy, y el gobernador de Texas, John Connally en su automóvil en Dallas, Texas, el 22 de noviembre de 1963 cuando fue asesinado con un disparo de arma de fuego por un francotirador que se encontraba en el sexto piso del Texas School Book Depository.
El perpetrador del ataque contra Kennedy fue el exmarine estadounidense y desertor estadounidense Lee Harvey Oswald, quien, mientras era transferido de la cárcel de la ciudad a la cárcel del condado, recibió un disparo fatal en el sótano de la sede del Departamento de Policía de Dallas por el dueño del club nocturno de Dallas, Jack Ruby.
Además de estos casos hubo un intento fallido de magnicidios que no pudo ser ejecutado de forma efectiva.
El 30 de marzo de 1981, cuando Ronald Reagan (entonces presidente de los EEUU) regresaba a su limusina después de reunirse con distintos actores políticos y emitir un discurso en el hotel Washington Hilton, John Hinckley Jr. disparó seis tiros hacia él, hiriéndolo.
Reagan fue impactado por una bala que rebotó en el costado de la limusina presidencial y lo alcanzó en la axila izquierda, rompiéndole una costilla, perforando un pulmón y causándole una hemorragia interna grave. Aunque “estaba en riesgo de muerte” al llegar al Hospital de la Universidad George Washington, fue estabilizado en la sala de emergencias y luego se sometió a una cirugía exploratoria de emergencia. Se recuperó y fue dado de alta del hospital el 11 de abril.