El presidente Andrés Manuel López Obrador, en compañía de la Secretaria de Energía, Norma Rocío Nahle García, el Secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela y la Consejera Juridica de Presidencia, María Estela Ríos, firmó durante la conferencia matutina del 5 de julio, una nueva iniciativa de reforma para eliminar el horario de verano.
La Secretaria de Energía, Norma Rocío Nahle García y el Secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, explicaron que el objetivo de eliminar el horario de verano en todo el territorio nacional se debe principalmente a las afectaciones que tiene a la salud y el rechazo social, mismo que ha sido constante desde 1996 cuando se implementó por primera vez en México, además del bajo ahorro de energía.
Mediante una encuesta realizada por la Secretaría de Gobernación en el mes de junio del presente año, el 71% de la población rechazó el horario de verano, y sólo un 29% lo aprobó. Además, desde 2001 se han presentado políticas para eliminar el horario de verano, sumando un total de 40 iniciativas de ley por diferentes fracciones parlamentarias.
La Secretaria de Energía en conjunto con el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias, realizan periódicamente la medición de ahorro de energías, la cual, a partir del 2013 el ahorro ha decaído derivado a la innovación tecnológica, especialmente a la “eficiencia energética de los enseres domésticos y el cabio de luminarias por las ahorradoras de energía”, explicó Norma Nahle.
De acuerdo con las cifras oficiales, en 2021 el ahorro nacional fue de 537 gigawatts por hora, es decir, lo equivalente al 0.16% del consumo nacional; el ahorro económico representó mil 138 mdp (0.2%) del consumo nacional de electricidad. Durante los primeros 3 años del Gobierno de López Obrador, el impacto del ahorro económico del consumo ha sido de 0.2% y el ahorro en el país de emisiones totales de CO2 en los años 2019 y 2020 fue de 0.07% y 0.06% respectivamente.
Por su parte, el Secretario de Salud, Jorge Alcocer, explicó las repercusiones que el horario de verano presenta en nuestra salud, lo cual se debe a que los seres humanos contamos con un “reloj biológico que se encargan de regular las funciones de diferentes proteínas y órganos desde la vida fetal”, el cual se ve alterado ante los cambios bruscos y la falta de exposición al sol, por esta razón diversas sociedades internacionales del sueño han aconsejado no realizar cambios para evitar afectaciones en el sueño, especialmente en niños y adultos mayores.
De acuerdo con Jorge Alcocer, “el horario de invierno promueve un ritmo biológico más estable que el de verano, mejora el rendimiento intelectual y ayuda a disminuir enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión”. Además de que la adaptación al cambio puede ser de 3 a 7 días en adultos e incluso más en niños y niñas.
La falta de sincronización con el medio ambiente altera nuestro orden temporal interno y causa problemas físicos y mentales. En el sistema nervioso se puede presentar somnolencia, irritabilidad, dificultad en la atención, la concentración y la memoria […] En lo psicoemocional la depresión e ideas suicidas se aumentan.
También explicó que las afectaciones al corazón aumentan en el horario de verano, especialmente infartos durante la primera semana después del cambio.
La Sociedad Internacional para Investigación de los Ritmos Biológicos concluyó que las ventajas del horario estándar superan a las del cambio de horario. Cada vez más los estudios demuestran que las diferencias de tiempo entre el reloj social y el reloj biológico desafían la salud, la llegan a alterar, por lo que si queremos mejorar nuestra salud, no debemos ir en contra nuestro reloj biológico, lo recomendable es volver al horario estándar que es cuando la hora del reloj solar coincide con la hora del reloj social.