Por Rodrigo Galindo .
https://www.sprinforma.mx/noticia/un-austrohungaro-en-acapulco
6 min El extinto imperio austro húngaro y México tienen una historia común interesante. Durante el siglo XIX ambos países terminaron con los herederos de la casa reinante de Habsburgo; Maximiliano y su sobrino Francisco José, uno en México y el otro en Serbia. Más allá del tema político hay episodios interesantes como el que compete a esta columna, que es el caso de Johnny Weissmuller, un actor y deportista austro húngaro en Acapulco.
Johnny Weissmuller nació en un pueblo del entonces imperio austro húngaro llamado Szabadfalu en lengua húngara magyar, hoy este poblado es llamado Freidorf, con un nombre alemán por la fuerte inmigración alemana en la región y está en el país de Rumania, algo confuso, pues así era esta diversidad cultural del Imperio Austro Húngaro, una diversidad cultural complicada, unida solo por la casa de los Habsburgo a través del Imperio, que se desmoronaría en 1918. Esta multiculturalidad del Imperio Austro Húngaro eta representad esta algo de la personalidad multifacética y multicultural del personaje.
Johnny Weissmuller fue actor y medallista olímpico. Fue conocido por ser el primer interprete del personaje Tarzan, el clásico Tarzan de las películas clásicas de los años veinte del siglo pasado. El que popularizó el grito clásico. Weissmuller también fue un atleta excepcional, medallista olímpico en natación, en la prueba de 100 metros libres. Participó por Estados Unidos, cambiando su acta de nacimiento con la de su hermano, para poder participar por EEUU, diciendo que había nacido en Pensilvania.
Fue el primer nadador que avanzando el estilo de crol con la cabeza dentro del agua pudo bajar de un minuto en 100 metros. Su estilo cambiaría para siempre el modo de nadar esta prueba y sería inspiración de toda una generación de deportistas en Estados Unidos, en Europa del este y en México.
El retiro de la natación y de la actuación llevo a este personaje a Acapulco, México, en los años sesenta donde pasó los últimos días de su vida al lado de su cuarta esposa. Es famoso en el típico tour por el puerto de Acapulco frente a la bahía de caleta, ver el hotel Flamingos, una vieja construcción que mantiene su estilo y que mientras pasan los turistas la miran con asombro, junto con las otras casas de actores de los años treinta a cincuenta del siglo XX, que pocos de esta generación conocen y que al escuchar sus nombres o películas no les dicen mucho.
La tumba del actor por unos años fue atracción en el puerto de Acapulco, donde los visitantes se acercaban para acariciar la piedra donde está la placa del famoso acto, cuando falleció en 1984. Hoy en día apenas quedan unas flores con veladoras y apenas hay personas que hayan visto las películas.
Su contribución al cine, al deporte y al turismo va más allá de su obra en vida, pero lo que más llama la atención es esa capacidad de adaptación de un modo de vida tranquilo en Europa del este a Hollywood, y finalmente al tranquilo puerto de Acapulco.
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