Retos y complejidades de la agenda tecnológica de la presidenta Claudia Sheinbaum

En su toma de protesta la presidenta Claudia Sheinbaum citó diversos objetivos que su administración se planteó a cumplir, los cuales abarcan desde políticas hídricas hasta culturales, incluyendo también a la ciencia y la tecnología. Entre las metas delineadas de este rubro se encuentra un ambicioso proyecto de digitalización de la administración pública; el impulso a proyectos nacionales de movilidad eléctrica y drones; el fomento a la ciencia básica; una innovación que responda a realidades y necesidades locales; el lanzamiento de un satélite nacional; más importancia a la educación y la nueva escuela mexicana; así como el desarrollo y producción de software público.

Sin embargo, la factibilidad de estos ambiciosos fines no sólo dependerá de la determinación y acción de la administración de la presidenta Sheinbaum, sino que está ligada a un escenario más amplio, el cual abarca desde retos locales para implementar políticas públicas de tecnología; así como a un panorama mundial que se caracteriza por estar en medio de un proceso de transición de poder hegemónico de Occidente hacia Oriente, lo que se ha traducido en una nueva Guerra Fría y el rompimiento de cadenas de producción y suministro, en la que México juega y jugará un importante papel.

En este artículo centraré mi atención en revisar retos y complejidades a las que creo que enfrentará la agenda tecnológica de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, la cual tendrá que hacer un equilibrio entre apertura mundial y fortalecimiento interno; integración económica y diversificación; regionalismo y acción mundial; así como la solución de pendientes tecnológicos históricos, pero con una visión a futuro.

1) Consolidar la penetración y el acceso a internet en todo el país por medio de infraestructuras públicas o convenios privados

Hoy en día existe un trabajo pendiente en la digitalización nacional para lograr el acceso a internet en la totalidad del territorio mexicano, mismo que emprendió el expresidente López Obrador con programas como CFE Internet Para Todos y la ahora presidenta Claudia Sheinbaum tendrá que continuar o transformar, ya que de la conectividad nacional depende también el proyecto de digitalización de la administración pública y los trámites asociados.  Aquí el proyecto de lanzar un satélite nacional podría incrementar sustancialmente las capacidades nacionales en materia de telecomunicaciones.

2) Fortalecer la proveeduría de infraestructuras, servicios y productos tecnológicos de telecomunicación e incursionar en la idea de la capacidad de cómputo como parte de la infraestructura pública y de seguridad nacional, no sólo las capacidades de comunicación.

Es relevante hacer más inversiones en infraestructuras como la red Altán, así como fomentar productos como los de CFE; además, sería importante que se considerara la capacidad de cómputo, como centros de datos, como una infraestructura relevante para el Estado y la proveeduría de servicios públicos, algo que no sólo fomenta la soberanía tecnológica, sino también podría ser la base de otros productos futuros como una hipotética red social.  En este sentido se puede aprovechar el ímpetu del nearshoring y la industria de semiconductores, en donde México haría bien si buscase la transferencia tecnológica.

3) La digitalización federal ¿A qué problemas, límites y realidades puede enfrentarse?

En lo que respecta al proyecto de digitalización nacional, me resulta un gran acierto de la administración de la presidenta Sheinbaum, ya que no hay que perder de vista que el nivel de digitalización del país y el gobierno es bastante desigual, esto se extiende a la sociedad misma. Por lo que la presencia digital del Estado y su relación con la población como los trámites es un pendiente necesario, especialmente si se quiere transitar a la inteligencia artificial. Entre los retos a enfrentar se encontrarán las realidades locales, especialmente en poblados alejados.

4) Pedagogía y actualización digital ante un panorama cambiante

En materia de educación tecnológica podrían implementarse brigadas de educación y actualización tecnológica; a la par de dotar a poblados lejanos de infraestructuras y dispositivos adecuados, con un énfasis especial en las escuelas y sobre todo las niñas y mujeres, para fomentar el interés y la inclusión a áreas como el desarrollo de software, la inteligencia artificial, las ciencias de datos y demás sectores donde la participación femenil ha sido invisibilizada y relegada, pero es trascendental.

5) Repensar el rol de los datos y el Estado como un productor, almacenador y procesador:

Los datos deben ser un elemento central de política pública, ya que el Estado no debe renunciar a sus capacidades como gran generador, integrador y revisor de datos; no debe ser censor ni caer en la tentación del control vigilante, sino que debe buscar ser más eficiente y eficaz gracias a esta riqueza de datos, lo que implica mejorar el recabo de éstos, incluidos datos geográficos, económicos, botánicos, genéticos y culturales. En este escenario el Estado debe ser la fuente de bases de datos para su uso público y podría fomentar que las empresas también compartan sus datos, especialmente si sus productos tienen una naturaleza pública. Los datos deben ser centrales en políticas públicas, la administración pública y la impartición de justicia; sin embargo, deben ser adecuados y representativos a sus realidades locales.

6) Aprovechar la competencia hegemónica sin caer en las presiones de Estados Unidos para que México excluya a otros actores en el mercado o la infraestructura pública

Se tendrá que buscar un balance dentro de la guerra tecnológica entre China y Estados Unidos e incluir esta perspectiva en la renegociación del T-MEC y otros tratados y acuerdos comerciales que incluyan tecnología, con un énfasis en la promoción de la transferencia tecnológica o la inversión en educación y entrenamiento de personal.

7) Priorizar objetivos en materia científico-tecnológica por medio de herramientas como estrategias nacionales, así como un movimiento de regulación digital más amplio

Es necesaria una estrategia nacional en inteligencia artificial, robótica y tecnología industrial (industria 4.0) que recoja diversas opiniones plurales bajo una óptica centrada en el desarrollo tecnológico nacional, para así continuar con la transformación desde abajo, pero apuntando a convertir a México en un país productor de tecnología innovadora y no en un consumidor tecnológico.

Además, la administración entrante no debe temer el regular las redes sociales y otros servicios de internet, ya que estamos en un momento mundial en el que está sucediendo tal cambio; sin embargo, la fuerza política no solo puede venir de la inmensa legitimidad social, sino también de otras latitudes, tal como la Unión Europea, por lo que la actividad nacional en materia de diplomacia tecnológica debe ser fortalecida o edificada, ya que tal región es el ejemplo mundial más claro de cómo regular el sistema digital sin caer en el autoritarismo; asimismo, México podría aprovechar el ímpetu regulativo estadounidense y analizar la pertinencia de ciertas normas y cómo éstas afectarán a México.

Considero que esta administración, al igual que la anterior, está apostando por una construcción de capacidades tecnológicas elementales sin caer en proyectos arriesgados y extravagantes como las criptomonedas, tal como lo hizo el Salvador con el Bitcoin, algo que resulta positivo, ya que no puede haber una transición a la inteligencia artificial, blockchain, neurotecnología, tecnología genética y robótica sin tener una estructura digital fuerte; sin embargo, creo que no se debe desatender el asunto de la capacidad de procesamiento y almacenamiento de datos, especialmente con una oportunidad tan importante como el nearshoring, el plan Sonora y la industria de los semiconductores.

La llegada a la presidencia de la doctora Claudia Sheinbaum es un suceso histórico en México y Latinoamérica y, tal como muestra su historia de vida, es evidente que su administración tendrá un carácter científico-técnico y ambiental; lo que coloca a México en la vanguardia del progresismo político, con una primera mujer presidenta que inicia su mandato con altas expectativas y que estoy seguro excederá las esperanzas, enhorabuena por México.