Memoria Viva y litigio por todas: Mariana Lima Buendía

En el 14° aniversario del feminicidio de Mariana Lima Buendía, conmemoramos no solo su vida, la cual fue brutalmente arrebatada por la violencia machista, sino también el legado de la sentencia que lleva su nombre y que significa un paso para la búsqueda incansable de justicia para las mujeres en México. 

Mariana Lima Buendía, fue una abogada del Estado de México, una profesional del Derecho, a quien su ex pareja, un policía judicial, le quitó la vida. Su caso no solamente reveló las profundas fallas y la corrupción del sistema judicial mexicano, sino también transparentó que la impunidad en su caso, no es un hecho aislado, sino el resultado de la espiral de las violencias feminicidas, de su normalización y de su relación intrínseca con el ejercicio de la justicia institucional.

El 28 de junio, el día del aniversario, se llevó a cabo un acto simbólico de memoria en el  Ángel de la Independencia. Durante este momento, Irinea Buendía, madre de Mariana y activista contra la violencia hacia las mujeres, nos recordó amorosamente, que Mariana es una abogada que hoy en día, sigue litigando por la justicia para las mujeres mediante la Sentencia que lleva su nombre.

La Sentencia Mariana Lima Buendía, emitida Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), representa una victoria significativa contra el feminicidio y la impunidad sistemática. Esta resolución es contundente al especificar que es obligación de las y los servidores públicos, investigar todas las muertes violentas de mujeres con la aplicación de la Perspectiva de Género. Además de ello, menciona que si llegaran a ejercer irregularidades y discriminaciones en el proceso, las personas responsables deberán de ser sancionadas, pues esto significa una negligencia y una violación a los Derechos Humanos y fundamentales de las víctimas.

Este amparo y la lucha constante por la verdad, la memoria y la justicia para Mariana y para miles de mujeres, pone de manifiesto la naturaleza no neutral ni objetiva del Derecho positivo, como falsamente se nos ha hecho creer. El Derecho, al ser una herramienta construida en los marcos materiales y simbólicos de la sociedad, también se constituye con sesgos, también refleja y perpetúa las normas sociales y culturales, como por ejemplo, aquellas que establece el sistema que subordina a las mujeres. 

En este sentido ni las leyes, ni los códigos penales, ni las instituciones judiciales, ni las/los jueces, las/los ministerios públicos, las/los peritos están exentas de los estereotipos de género, de clase o de cualquier categoría. Es por ello que no basta con la creación de leyes progresistas si las instituciones y las/los agentes del Estado encargadas de su aplicabilidad lo hacen sin la sensibilización, los principios de no discriminación, la profesionalización y sin la actuación diligente, libre de corrupción y de los pactos de impunidad.

Hoy, más que nunca y en el marco de la Reforma al Poder Judicial, es urgente que no solo pensemos en una reforma política contra las oligarquías y los poderes económicos, sino también, una reforma técnica y de profesionalización, para que no solo los jueces apliquen la ley con eficiencia, sino para todas y todos aquellos que conforman el Sistema Judicial Mexicano. Necesitamos compromisos políticos con las víctimas y con sus familias.

Hoy, con esta columna, conmemoro la vida de Mariana Lima y el recuerdo que nos deja. Festejo las contribuciones de sentencias como esta, porque le ganan al Estado patriarcal en su propia cancha. Acompaño el amor y la trayectoria valiente de la señora Irinea, de las madres y familias de las víctimas de feminicidio, a ellas que nos enseñan a luchar sin balas. ¡Justicia y Justicia para Mariana Lima Buendía! ¡Justicia y Justicia para todas!