El amargo momento que tuve el martes en la noche me recordó exactamente al momento del triunfo de los republicanos en el 2016 con el fenómeno Trump a la delantera y dejando atrás a Hilary Clinton. Pues en buena parte se repitió.
Debo de admitir que no supe manejar mi entusiasmo por saber que Trump pudiese no regresar a ser titular de algún cargo público. Vaya decepción. Seguramente habrá muchas lecturas y análisis de lo sucedido por un tiempo considerable. Y es muy necesario entender por qué un personaje tan nefasto con delitos comprobados, misógino, racista, clasista, violento, ignorante, procaz y varios adjetivos más regreso a ser presidente del país vecino.
Desde luego que para nada es solo culpa de la derecha republicana y sus simpatizantes. Hay que señalar los muy graves errores de los demócratas. Primero el presidente Biden desde el principio fue un mal liderazgo con una agenda con pocas acciones por la clase trabajadora, en su mayoría paliativos como pausar la deuda de los universitarios en medio de los estragos económicos de la pandemia. Poco hizo por la clase baja y media. Bien mencionó Bernie Sanders en su carta que si un partido abandona a sus bases, estas lo abandonan, y fue lo que sucedió. Buena parte del partido republicano se pasó más hacia la derecha en un intento de convencer a los simpatizantes de la derecha. Cosa que justamente ya intentaron los republicanos en el 2016.
Asimismo, Biden sacrificó en buena parte su candidatura de relección al apoyar al criminal de guerra Benjamín Netanyahu y a su genocidio palestino, y que sigue hasta hoy respaldando. Tan afectó a su imagen que abandonó su candidatura después de un pésimo debate contra Trump. Además de ocasionar la guerra de Ucrania y Rusia al apoyar al primero y a la OTAN. Un liderazgo proclive a la guerra.
Por otro lado, Kamala tuvo poco tiempo para escalar contra lo perdido en varios meses por Biden y con una agenda que no ofreció mucho para mejorar la vida de la clase trabajadora (algunas propuestas como construir casas para resolver el duro problema de la falta de vivienda)..
Que muchos artistas muy famosos del cine, música, TV se sumaran a la campaña de Kamala poco hizo al final en los resultados. Las campañas de marketing poco hacen cuando se deja atrás a los ciudadanos, y que buena parte viven fuertes problemas en los que el Estado ha decidido hacerse ausente.
Los demócratas repitieron los mismos errores graves otra vez. Es muy parecido a lo sucedido en la izquierda Argentina. Sino lo resuelven quedarán sepultados.