Sabemos que el mundo no se va a cambiar en un día, sin embrago en un día, sí se pueden hacer muchas cosas para cambiarlo. Muestra de ello fue la iniciativa impulsada por la organización Méshico, que se vivió el pasado domingo 7 de diciembre del presente año en la CDMX.
El Festival de la Ciudadanía 100 en 1 Día, se realizó por primera vez en el año 2012 en la ciudad de Bogotá, Colombia, como una iniciativa ciudadana pequeña que, convocó a pequeñas acciones de incidencia para transformar la ciudad en un lapso de 24 horas. Dio comienzo con apenas 6, pero en poco tiempo se sumaron muchos colectivos, organizaciones y personas con causas que hicieron que fueran 100 las acciones simultáneas. Convergiendo en el espacio público, en distintos lugares de la gran ciudad, cerca de sus localidades, tejiendo comunidad, y todos con el entusiasmo de transformar su ciudad.
En los años consecutivos el Festival se replicó en otras ciudades del mundo, sumándose nuevas organizaciones y colectividades como impulsoras de sus propias geografías. El Festival ya se ha llevado a cabo en algunas ciudades de nuestro país, pero este año por primera vez se realizó en la ciudad de México.
En esta primera emisión de la CDMX, el parque Hundido se convirtió en el punto con mayor concentración de causas, donde desde la autogestión ciudadana, se observaron muy diversas organizaciones de la sociedad civil, compartiendo el espacio público, tomándolo para soñar, imaginar, divulgar, crear, participar, accionar y concientizar sobre muy diversas causas. En su gran mayoría se trataban de organizaciones con causas socio ambientales, anticapitalistas y culturales, que en común confluían en la construcción por un mundo mejor. Algunas de las participantes y sobresalientes fueron:
Animal Save CDMX, con enfoque en el ‘Acuerdo Basado en Plantas’; Alianza Juvenil por la Sostenibilidad AJUVES, que se enfoca en atender la degradación ambiental; Greenpeace; All Hands and Hearts; Amnistía Internacional; Arrecife Escolar, con proyecto educativo y artístico; Bazarleza, artesanía y conciencia; Revuelo Arts, con presentación de Manifiesto Onírico por la liberación de la imaginación; Deuda X el Clima; Mural del Clima: Rebelión Científica; Rodri Cuentacuentos; Sensorama;Igualdad Animal mx; Nuestro Futuro: ECO; Centro de Generación de Información Ambiental CEGENI A.C; Conexiones Climáticas; Cruz Roja; Direct Action Everywhere DxE CDMX; Ecodental Care; Fondo Unido para la Paz; Tierra Nuestra; LUMRA; Maceta Feliz;Mercy For Animals; Planeteando; Plastichunches; TECHO;Viajando Auditando; Plataforma de Acción sobre el Plástico WWF PAP México; WCEco; Scouts de México; Dante Chess Club; Zurciendo el Planeta; Universidad del Medio Ambiente UMA; Corazón Capital;Ginger Hely; Polo Wind; AIESEC; y a la cabeza, Méshico.
Cabe señalar que además del Parque Hundido, el festival también tuvo actividades en otras alcaldías como: Iztapalapa, Cuauhtémoc, Tlalpan, Xochimilco, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón, y Miguel Hidalgo. Así como también se llevó a cabo en los estados de Querétaro y el Estado de México.
Mientras recorría el espacio del parque, donde había una dinámica tras otra, una presentación tras otras, un stand tras otro, y escuchaba que se buscaba concientizar sobre problemas ambientales y del sistema capitalista que subyuga, frases como “los billonarios contaminan más en hora y media que una persona promedio en toda su vida” o que, “los animales tienen derecho a ser rescatados” o, “los bancos están financiando el genocidio en Gaza”… así como la difusión de una serie de alternativas ecológicas y de reciclaje, recetas para el cuidado de las plantas, recetas veganas libres de crueldad, actividades didácticas y educativas para cultivar la conciencia, etc. Imaginaba en lo interesante que sería el verlas accionando juntas, en la oportunidad de colectivizar las causas para un verdadero fortalecimiento.
Finalmente, el Festival de la Ciudadanía 100 en 1 día, muestra un primer impulso que, invita a hacer uso del malgastado pero necesario “derecho a la ciudad”, porque son los espacios públicos donde las causas se colectivizan, son los parques lugares de encuentro, y sobre todo es en el espacio público donde en comunidad, se teje cultura.
Es pues, una provocación por no dejar de tomar las calles, para encontrarse y recuperar la conciencia de que, todos y cada uno de los ciudadanos de la gran urbe, somos catalizadores de cambio. Seguir sembrando semillas hasta que crezcan matorrales y árboles frondosos. Por encontrar el cauce para una vida más justa, para frenar la devastación y muerte, donde todas las especies tengan cabida, donde se respete la vida, donde haya espacio para la imaginación y las flores brillen para toda la humanidad, en un mundo emancipado.