El año 2025 comenzó con una tenue esperanza de paz para el pueblo palestino cuando el 15 de enero, Catar, como entidad mediadora en el conflicto, declaró un alto al fuego y a las hostilidades luego de una serie de negociaciones en medio de la escalada de ataques por parte del ejército Israelí. Este primer acercamiento a una posible negociación vislumbró un poco de luz en la devastada franja que sufre a diario los embates que han destruido más del 70 por ciento de su estructura sin contar las decenas de miles de civiles asesinados durante los diversos ataques. Aunque en las negociaciones también participó Washington y Egipto, El presidente Trump se adjudicó por completo esta tregua , sumándolo como uno de sus triunfos personales a nivel internacional. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos internacionales, Israel ignoró lo pactado y continuó con los bombardeos, demostrando que su interés por el fin del conflicto y en su momento, los rehenes secuestrados, eran solamente una excusa para sus devastadores planes.
Para el mes de marzo, la tregua se encuentra completamente transgredida. Israel acusa a Hamás de no haber cumplido su parte y ordena los ataques aéreos y la cancelación de la entrada de ayuda internacional y recursos básicos como comida y agua, alertando as alarmas internacionales y movilizando a diversos grupos de activistas que intentaron en una primera etapa ser testigos del bloqueo y tratar de presionar a la opinión internacional. Al mismo tiempo, la escasez de recursos y los constantes ataques a los disminuidos focos de producción gazatí, como las plantas de electricidad, dejan a casi toda la población sin servicios básicos como electricidad y agua potable. Durante todo este periodo, del mismo modo se intensificaron los ataques directos a periodistas que cubrían la invasión y cuyo trabajo fue vital para definir y evidenciar el terror de los meses siguientes.
Por primera vez en más de un año de conflicto, durante la primera semana de mayo ,observadores de la ONU y expertos analistas de la misma institución, de manera muy tenue y con reservas políticas aseguraron que Israel estaba cometiendo acciones que podrían ocasionar el exterminio del pueblo Palestino. Las medidas militares de bombardear y atacar a la población civil, sumadas a la utilización del hambre como arma de guerra fueron los parámetros para que por fin en los medios de comunicación y algunas voces expertas dijeran a viva voz lo que los periodistas y el pueblo Palestino estaban hartos de gritar y evidenciar al mundo: Israel está cometiendo un genocidio.
La conciencia y la aceptación de la verdad, llegó demasiado tarde.
Las reacciones no se hicieron esperar. Más de una decena de países europeos lanzaron reclamos al primer ministro Israelí e incluso algunos reconocieron a Palestina como Estado y exigieron acciones concretas por parte de la ONU y otros organismos de justicia internacional. El mismo presidente Donald Trump dijo sentirse preocupado y alarmado por las imágenes que mostraban a cientos de niños siendo masacrados por los bombardeos y asesinados por medio del hambre y la falta de agua. Esto, sin embargo, no evitó que meses antes subiera un video hecho con inteligencia Artificial donde se mostraba a él y a Netanyahu disfrutando de una nueva Gaza que iba a resurgir de las cenizas y la destrucción para convertirse en un paraíso turístico.
Durante el verano se realizaron cientos de protestas en todo el mundo para exigir el alto fuego y la paz para el pueblo Palestino. En España se hicieron virales las constantes protestas en la competición ciclista de la vuelta de España, donde varios ciudadanos interrumpieron y bloquearon las rutas del equipo israelí. Aunque hubo críticas de ciertos bandos conservadores, una gran cantidad de personas en todo el mundo aplaudieron la decisión, que funcionó para alzar la voz en otros eventos artísticos y deportivos tales como el festival de Eurovisión, juegos de futbol e incluso la actriz judía Hanna Einbinder se pronunció a favor de la paz en su discurso en la noche de los EMMYS diciendo : Go Birds! Fuck ICE and Free Palestine, recibiendo aplausos en uno de los epicentros sionistas del mundo de la televisión. Mientras tanto, la población en Gaza continuaba tratando de resistir, sin agua, sin comida, sin hospitales y bajo fuego.
Del mismo modo, una flotilla internacional llevó a cabo un viaje para atestiguar el bloqueo de recursos por parte de las fuerzas militares de Netanyahu, logrando posicionarse hasta las costas de Gaza, siendo posteriormente arrestados . Sus testimonios fueron vitales para dar a conocer la brutalidad con que llevan a cabo su actuar los soldados y la policía, así como las principales autoridades y gabinebte de Netanyahu, quien profirió insultos a los diplomáticos internacionales que trataron de mediar para negociar y lograr la libertad de los participantes, entre ellos algunos activistas y periodistas mexicanos.
Es hasta finales de septiembre y luego de semanas de negociaciones y protestas internacionales que se restablecen las conversaciones para un cese al fuego y la repatriación de los civiles secuestrados por Hamás. Trump realiza un plan de 20 puntos para ambas partes donde convenientemente no se toma en cuenta a la población local para la instauración de un posible nuevo gobierno, se ignora o no se toman en cuenta las sanciones o procesos de justicia para los criminales de guerra y prácticamente se blinda la figura de Netanyahu, que para ese momento, se encontraba bajo constantes críticas de sectores de población israelí que también han pedido el cese al fuego, el fin de la guerra y su destitución.
Y una vez mas, Israel ha incumplido su palabra.
Después del cese al fuego de octubre, las autoridades Palestinas estiman que han sido asesinadas más de 400 personas por ataques militares. Esta cifra se suma a los miles de desplazados y damnificados por las fuertes lluvias que han azotado el territorio de la franja de Gaza durante el mes de diciembre, que ha cobrado víctimas y desgraciadamente continúa causando estragos en una población de por si bastante golpeada por dos años de guerra y hambruna.
El año 2026 comenzará con una paz bastante tensa dentro del conflicto. Algunos periodistas auguran que no habrá cambios en las políticas de Netanyahu y que los ataques continuarán, sin embargo, el próximo año habrá elecciones y quizá un resultado desfavorable para el actual primer ministro, mueva las piezas del ajedrez hacia un escenario diferente a la guerra.
Por ahora, todo se queda igual.